miércoles, 25 de noviembre de 2009

Gestores de Referencias Sociales

Por Julio Alonso Arévalo, Universidad de Salamanca, Fac. Traducción y Documentación.


Nadie pone en duda que los gestores de referencias son unas herramientas de incuestionable valor en las tareas de investigación. Buena prueba de ello es que todas, o casi todas las fuentes de información científica, disponen de formatos de salida directa o indirecta (RIS) a gestores personales de referencias. Los gestores de última generación han permitido disponer de estas aplicaciones en el navegador web, lo cual obedece a una lógica, si el navegador web es la herramienta natural para el descubrimiento de la investigación científica, es natural que ésta sea la herramienta con la que recopilar los registros bibliográficos; de manera que el entorno web se va convirtiendo cada vez con más fuerza en un elemento recurrente para compartir y descubrir información científica.

En un momento dado algunos investigadores pensaron utilizar los marcadores de favoritos para tener enlaces compartidos a sus referencias de investigación, y comenzaron a usar el primer marcador de referencias sociales que existía para estás tareas (Delicious). Pero a pesar de todas sus bondades, Delicious no tenía capacidad para importar los metadatos de aquellas referencias que posteriormente les servirían para citar en sus trabajos de investigación; así nace lo que se ha denominado Gestores de referencias sociales, herramientas que unen las capacidades de los gestores tradicionales con las posibilidades de entornos compartidos de las redes sociales.

El primero de ello fue Connotea; posteriormente surgen otras herramientas como CiteULike de la Universidad de Manchester -actualmente bajo el patrocinio de la editorial Springer Verlag-; Bibsonomy de la universidad alemana de Kassel; e incluso la multinacional Elsevier se ha incorporado a este movimiento con 2collab.

La funcionalidad básica de estas herramientas es simple: cuando un investigador localiza un documento en la Web que le interesa, pueden hacer clic en un botón que se instala en el navegador y agregar a su colección personal en el gestor la referencia a ese documento. Posteriormente solo le pedirá que añada unas etiquetas que caractericen el contenido del mismo. Las etiquetas que se incluyen son términos del lenguaje natural que son significativas para él, y a su vez para otros investigadores que trabajan en ese área de conocimiento.

Así, la colección de referencias permanece almacenada y organizada en un servidor accesible desde cualquier ordenador, dando la posibilidad a otros usuarios de compartir su colección con otros especialistas; y de esa manera navegar por otras bibliotecas y descubrir nuevos documentos de su interés.

Igualmente en algunos de ellos permiten hacer lo que se denomina Listas de seguimiento o Watchlists de aquellos investigadores con intereses cercanos a los nuestros, desde las cuales también podemos suscribirnos a canales RSS. Los investigadores pueden seguir las nuevas incorporaciones de sus colegas y mantenerse, de forma sencilla, constantemente al día de lo que va publicándose en su campo de interés. Por otro lado, el hecho de compartir bibliotecas con otros investigadores que trabajan en actividades cercanas favorece la cooperación y creación de redes profesionales entre científicos.

Como a menudo sucede en los servicios de la web social, los administradores de referencias en línea se están convirtiendo en soluciones de gran alcance y sin costo alguno para reunir grandes conjuntos de metadatos, en este caso, los metadatos de colaboración en la literatura científica. Estos datos aislados tienen un interés relativo que es importante para cada investigador, sin embargo a nivel colectivo son una solución interesante para la evaluación de los contenidos científicos a gran escala. Con lo cual estas herramientas pueden tener un cierto impacto a largo plazo en los procesos de evaluación científica y de arbitraje. La afirmación no es gratuita, ya que detrás de dos de los grandes proyectos que hemos mencionado están dos de los grandes grupos editoriales: Elsevier y Springer Verlag.

El etiquetado social es el ejemplo más popular de cómo el software social ha ayudado a superar los límites de los enfoques tradicionales de la categorización de contenidos. Incluso se puede decir que en un área especializada las etiquetas tienen más valor intrínseco que en un contexto general, donde el término aislado podría tener diferentes interpretaciones porque tiene un factor añadido, que es la especificidad de ese término en ese campo junto a otras etiquetas de su contexto científico. Incluso hay otro elemento que a priori puede parecer paradójico, que es el hecho de que compartir etiquetas hace más fácil el descubrimiento científico entre campos interdisciplinares.

En el caso de la literatura académica, las etiquetas pueden proporcionar listas extensas de palabras clave, a menudo más precisas y descriptivas que los sistemas tradicionales. Es importante destacar que el etiquetado se hace inicialmente para el beneficio personal del usuario individual, y que los beneficios hacía la comunidad surgen como consecuencia de este comportamiento 1.

Si un rango de etiquetas lo agrupamos por categorías científicas tendremos los llamados índices de popularidad, que pueden ser de utilidad para marcar tendencias en determinados ámbitos científico. Es el caso del servicio CiteGeist donde aparecen los artículos mas populares subidos a Citeulike ordenados por el número de veces que han sido compartidos por el resto de investigadores. Parece razonable que si estoy trabajando sobre un tema y esa referencia ha sido compartida por centenas de investigadores especialistas en ese campo, ese documento será de obligado conocimiento. Al menos si no se trata de una medida de calidad, sí lo es de popularidad.

Hasta hace poco los servicios web que se han ocupado del tema de la calidad científica en el contexto Internet, como los casos de CiteSeer, o Google Scholar, se han centrado en las citas recibidas por un documento, que es el indicador estándar de calidad en la tradición bibliométrica; Sin embargo, citando a Taraborelli, “… es previsible que los índices de popularidad recogidos por los gestores de referencias sociales se convertirán en un factor tan importante como las citas para la evaluación de contenido científico”. Fundamentalmente porque las medidas de popularidad de los datos se extraen de la conducta natural de los usuarios, pues cuando un investigador recoge un artículo en su gestor personal es porque está interesado en leerlo, y no para que ese artículo mejore su popularidad. Incluso se puede decir que estos índices de popularidad al basarse en patrones de comportamiento sobre la utilización del servicio, tienen un valor más objetivo que el que podrían tener las votaciones de documentos tipo Facebook, más sujetas a favoritismos, intereses y manipulaciones. Además la mayoría de estos servicios como Connotea, son aplicaciones de código abierto, independientes, cuyo objetivo final no se basa en intereses comerciales, sino simplemente en llegar al público.

Los Gestores de referencias sociales automatizan una tarea repetitiva y tediosa como es la gestión bibliográfica, y ofrecen una alternativa a los motores de búsqueda y bases de datos tradicionales en favor de la mediación social y el descubrimiento científico

Realmente este post invita a la reflexión, y al planteamiento de una serie de cuestiones relacionadas con los Gestores de referencias sociales en torno a dos temas como son: el descubrimiento y la medición de la información científica. ¿Realmente los indices de popularidad pueden llegar a ser una alternativa en los procesos de evaluación científica? ¿Se va a generalizar el uso de los Gestores de Referencias Sociales como herramientas para el descubrimiento de la información científica?



Emamy, K. and Cameron, R., “Citeulike: a researcher’s social bookmarking service“. Ariadne, No. 51, 2007, pp. np. http://www.ariadne.ac.uk/issue51/emamy-cameron/

Taraborelli, D., “Soft peer review? Social software and distributed scientific evaluation“. Proceedings of the 8th International Conference on the Design of Cooperative Systems (COOP 08), 2008. http://www.academicproductivity.com/2007/soft-peer-review-social-software-and-distributed-scientific-evaluation/