lunes, 27 de diciembre de 2010

Alfabetización informacional en Ciencias de la Salud.

Saber cuando y por qué se necesita la información, dónde encontrarla y cómo evaluarla, utilizarla y comunicarla de manera ética es una condición indispensable para participar de manera eficaz en la Sociedad de la Información. No obstante, se requiere de una serie de habilidades o competencias para poder ser alfabetizado en información.

Con la intención de mejorar la comprensión de estas habilidades en el dominio de las Ciencias de la Salud el pasado 30 de noviembre de 2010 se celebró el Taller “Alfabetización Informacional en Ciencias de la Salud” organizado por el Grupo de Trabajo de Ciencias de la Salud de SEDIC e impartido por Dña. Mª Isabel Domínguez Aroca, Jefa de Biblioteca, área de Ciencias de la Universidad de Alcalá de Henares de Madrid y miembro del Grupo de Trabajo sobre Alfabetización Internacional de Rebiun y del Ministerio de Cultura.

La Medical Library Association (MLA) define la “Health Information Literacy” como el conjunto de habilidades necesarias para: reconocer una necesidad, identificar las posibles fuentes de información para recuperar lo relevante, evaluar la calidad y su aplicabilidad y analizar, comprender y utilizar la información para tomar buenas decisiones en salud.

Todos estos condicionantes basados en el aprendizaje previo y la experiencia en el manejo de la información nos indican la necesidad de incorporar estrategias de alfabetización informacional en los planes de estudio de las bibliotecas universitarias y, concretamente, en los planes estratégicos de las bibliotecas especializadas en Ciencias de la Salud.

La Alfabetización Informacional en salud constituye una herramienta esencial en el desarrollo de la salud y el bienestar para todos. Existen dos áreas bien definidas en las que el uso de la información en atención sanitaria resulta de suma importancia:

1.      La primera es entre los propios profesionales de la salud donde el acceso a la investigación actual y a la información basada en la evidencia resulta de gran importancia para el suministro de servicios de calidad.

2.      La segunda es la relacionada con el derecho de las personas a la información sobre la salud y el bienestar y, primordialmente, a la habilidad para el reconocimiento de la fiabilidad de la información proveniente de las diferentes fuentes.

Teniendo en cuenta los recursos formativos actuales, al alcance de los profesionales de las bibliotecas, habría que destacar la denominada aula virtual, un espacio privado que debe ir más allá del repositorio de materiales bibliográficos, adquiriendo una dimensión práctica, informativa, comunicativa y evaluativa, que ofrezca consejos, buenas prácticas y herramientas para la evaluación de la metodología, los conocimientos adquiridos y los objetos de aprendizaje. En este sentido, existen diferentes ejemplos en diversas universidades, donde se incluyen instrumentos como: foros y chat (para la comunicación), calendarios (para seguimiento de tareas), materiales en distintos formatos (texto, multimedia, etc.), directorios de recursos, etc. 
Otro buen recurso didáctico para el aprendizaje son los tutoriales, aquel material formativo que cuenta con un conjunto de elementos (ejercicios, sistemas de evaluación, asistencia formativa) que permiten al alumno y también al docente controlar el proceso de aprendizaje. Para lograr la efectividad de un tutorial existen diversas características a tener en cuenta, entre ellas: ser interactivos y modulares, centrados en la materia de estudio, enseñar por objetivos, contener elementos audiovisuales (animación, gráficos), enseñar conceptos, proporcionar asesoramiento, tener muy en cuenta aspectos de usabilidad y accesibilidad, establecer diferentes niveles de contenidos, elementos que favorezcan la interactividad, etc.
 
Con relación a las competencias a adquirir por los profesionales la Association of College and Research Libraries (ACRL) ha establecido unas normas que se dividen en 12 categorías y definen 41 habilidades principales para bibliotecarios formadores y 28 habilidades adicionales para coordinadores de formación (traducción en español: http://travesia.mcu.es/portalnb/jspui/handle/10421/3321)
Destacar también en Ciencias de la Salud el trabajo que esta realizando el Chartered Institute of Library and Information Professionals (CILIP) en la promoción de todos los servicios bibliotecarios y de información en apoyo a la salud pública (http://www.cilip.org.uk/get-involved/advocacy/public-health/pages/default.aspx).  

Para finalizar, el taller llevo a cabo una experiencia de dinámica de grupo sobre alfabetización informacional, teniendo en cuenta tres preguntas iniciales: ¿qué hacemos bien y debemos mantener?, ¿qué hacemos pero debemos mejorar? y ¿qué no hacemos y debemos crear?