El Dr. Lucien Leclerc en su "Histoire de la Médecine Arabe" (1876) escribe que la ciencia de Grecia sólo llegó a los árabes en España a través de las
traducciones realizadas en Oriente, y su asimilación no se produjo
definitivamente hasta el siglo X d.C. El conocimiento sobre las plantas y su aplicación en medicina se incrementó notablemente en los siglos XII [1] y XIII [2]. Entre los médicos árabes de Al-Andalus y del Magreb destacaron Le Chérif El Édrissy, Errafequy e Ibn al-Baytar.
Ibn al-Baytar nació en Málaga en el
año 593 (1197 d.C.), según el Dr. Ali Kettani, probablemente en la actual Benalmádena. Kettani escribe:
"Su nombre completo fue Diya al-Din Abu Muhammad Abdullah ibn Ahmed ibn al-Baytar al-Andalusí al-Málaqí al-Nabátí al-Tabib (luz de la religión, padre de Muhammad, Abdullah hijo de Ahmed Ibn al-Baytar, el andalusí, el malagueño, el farmacéutico, el médico). Sin embargo, si viviera hoy en día, podría llamarse simplemente Abdullah Ibn al-Baytar. Al-Baytar significa el veterinario." ("Benalmádena a ... Ibn al-Baytar", 2004).
Fue discípulo de dos botánicos andalusíes eminentes Abu al-Abbás al-Nabati y Abdallah Ben Saleh, que herborizaron en Al-Andalus y el Magreb. Abu al-Abbás al-Nabati, natural de Sevilla, dejó testimonio escrito de su viaje botánico de Al-Andalus a Egipto, Siria e Irak.
Leclerc (1876) nos dice que Ibn al-Baytar fue el más grande botánico de Oriente. Entre los médicos árabes, sólo tres o cuatro podrían compararse con él: Errafequy, el sheriff El Edrissy, Abu al-Abbas al-Nabati y Rachid eddin Essoury:
"Ebn el Beithâr est le plus grand botaniste de 'Orient. Parmi les médecins arabes trois ou quatre seulement pourraient lui être comparés, Errafequy, le chérif El Edrissy, Aboul Abbas Ennabaty et Rachid eddin Essoury. Tous étudièrent la nature et agrandirent son domaine, les deux premiers en Espagne et dans le Magreb, les deux autres en Orient surtout."
De Ibn al-Baytar escribe Marcelino Menéndez Pelayo en su "Inventario bibliográfico de la Ciencia Española":
"... el que pudiéramos llamar Dioscórides español del siglo XIII, es a saber, Abu Mohamed Abdallah ben Almed, conocido por Aben-el-Beithar, de Málaga, autor de la Gran Colección de medicamentos y alimentos simples, que puede tenerse por el más insigne trabajo botánico de los tiempos medios, puesto que su autor, que herborizó incansablemente en Andalucía, África septentrional, Egipto, Arabia, Siria, etc., además de haber condensado en su libro las noticias anteriores, dió a conocer más de 200 especies nuevas, presentando también la sinonimia de las plantas en diversas lenguas, una de ellas la de los cristianos españoles."
"C'est un arbre à gomme, donnant une gomme (résine) comme celle du pin. On lit dans le Traité de l'agriculture grecque ..., que c'est une espèce de pin et qu'il porte des fruits comme des noix. Le mot arabe .... n'est autre chose que la transcription du grec élatè. Quant au Traité de l'agriculture grecque, il s'agit probablement de l'ouvrage traduit par Costa ben Louka. (Voyez Wustenfeld, p.50.) Nous aurons plus d'une fois l'occasion de voir ce livre cité." Traité des simples, Volume 1, 1877.
En el párrafo anterior, extraído de la traducción al francés del Tratado de los simples, se indica sobre el abeto que: "... Se lee en el Tratado de la agricultura griega ..., que es una especie de pino con frutos como nueces". Ibn al-Baytar cita la descripción que en un Tratado de agricultura griega se realiza del abeto, probablemente, Abies cephalonica, originario de las montañas de las regiones griegas de Cefalonia, Eubea, Sterea Hellas y Peloponeso. No describe ni hace referencia al pinsapo, el abeto de las sierras del sur de Al-Andalus.
Causa extrañeza la ausencia de mención, más aún conociendo el origen malagueño de Ibn al-Baytar y que su maestro Abul al-Abbas al-Nabati herborizó en Ronda (según Leclerc "...C'est ainsi qu'après avoir observé le Bunium bulbocastanum à Ronda, ...") y en el Magreb.
La causa de ello, según escribe Samuel Edward Cook (1839) [3] está en que "la localidad que ocupa es de escasa extensión"; escribe:
El hecho de que el Pinsapo haya pasado tanto tiempo desapercibido no es menos singular que el de muchos otros puntos relacionados con la historia natural del mismo país [se refiere a España], que han pasado igualmente desapercibidos. La localidad que ocupa es de escasa extensión; y no sólo pasa desapercibida para el escritor morisco de agricultura árabe del siglo XII, y que conocía bien la vegetación arbórea de Andalucía, sino que creo que era desconocida en el Arsenal de Cádiz, donde, por la escasez de madera, habría sido invaluable, aunque su destrucción total habría sido probablemente el resultado del descubrimiento [traducción del autor del blog].
Propiedades medicinales del pinsapo
El uso de los varios productos, obtenidos de las diversas partes de los árboles del género Abies, han sido siempre usados y recomendados en todos los tratados de materia médica, bajo la forma de cocimiento, tisana, extracto, tintura alcohólica y jarabe; el médico obtiene siempre resultados eficaces en la práctica y tratamiento de muchas enfermedades y especialmente en la afecciones catarrales, tisis incipiente, congestiones pulmonales [sic], diversos padecimientos de las vías urinarias, antiescorbúticos y diuréticos; siendo muy preconizado por varios autores como antigotosos vulnerarios y anti-reumáticos.
Notas
[1] Destacaron como médicos en Al-Andalus: Aboussalt Ommeyah, 1134; Eben
Badja, 1138; Sofyan el Andaloussy, Mohammed Er'r'afequy, Abou Djafar
Errafequy, 1164; Abou Merouan Eben Zohr, AboulOla, 1131; Abou Merouan
Abd el Malek, 1162; Abou Bekr, 1199; Abdallah, 1205; Abou Merouan; Aboul
Ola; Etterdjaly; Ben Filai; Ben Atendon; Ahmed ben Hassan; El Masdoum;
Ben Er'r'azzal; Eben Djela; Eddeheby, 1204; Zarkala, 1206; El Ainsary,
1206; El Azdy, 1208; Obéid Allah, 1215; Averroès, 1198; Ebn el Aouam;
Eben Thofaïl, 1185. Y en el Magreb, le Chérif Édrissy.
[2] En el siglo XIII son renombrados los siguientes médicos en Al-Andalus y el Magreb: Aboul Hedjadj ben Mouratir; Abou Abdallah ben Iézid; Abou Ishaq Eddany; Abou Iahya ben Assam; Aboul Ola ben Abi Djafar; Ech Chadouny; El Badjy; Abou Beer ben el quadhy; Ennedroumy; Ahmed ben Sabbek; AbouIshaq ben Tembous; Aboul Abbas Ennebâty, 1239; Abdallah ben Saleh; Aboul Abbas el Kendary; Ebn el Assam; Issa ben Mohammed èl R'arnathy; Mohammed Echchafra; Mohammedel Fahry, 1221; Mohammed el Karchy, 1220; Abdallahel Ansary, 1247; Abou Beer Errakouthy; Mohammedben Zobéir, 1284; Mohammedben Fathis, 1311; Mohammedel Aouassy, 1315; Abd el Aziz el Araky, 1315; Mohammed ben Abd el Aziz, 1317. Y en Egipto, Ibn al Baitar.
[3] También llamado Samuel Edward Widdrington, apellido que adquirió en 1840.
[4] Samuel Edward Cook (1839). On the Pinus and Abies, with remarks on a New Species. Annals of Natural History, Or Magazine of Zoology, Botany, and Geology, vol 3, pág. 296 - 303. Accesible online en https://books.google.es
[5] Ver la tesis doctoral de Asmaa El Gharbaoui (2017), Evolución y contraste del conocimiento etnofarmacológico (tradicional de plantas y usos medicinales) con perspectiva histórica en Marruecos oriental y Andalucía oriental, usando como base 'El Tratado de los Simples' de Ibn al-Baytar del siglo XIII..
[6] Prolongo, Pablo (1880). Jarabe pectoral de abietina preparado con la savia del Abies pinsapo, en La Clínica de Málaga.