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miércoles, 28 de agosto de 2024

Los Pinsapos de Ronda (R. Ducamp, 1929).

Roger Ducamp [1], ingeniero francés jubilado, Conservador de las Aguas y Bosques de Nîmes, creador del movimiento forestal denominado Escuela de Nîmes [2], visitó en abril de 1929 los pinsapares de Ronda, la Nava de San Luis y la Sierra del Pinar.

Como resultado de su visita publicó el artículo Une visite aux pinsapos de Ronda en el Boletín de la Sociedad Dendrológica de Francia [3]. En su artículo comenta la razón de su viaje y sus impresiones sobre los pinsapares. El texto viene acompañado de quince fotografías, catorce de Ducamp y una de Barbey [4], testimonio gráfico de gran valor.

A continuación se traducen al español algunos de los párrafos más significativos del artículo, ilustrados con algunas de fotografías del autor.


En abril de 1929, animado por el propio Barbey, y no sin antes haber contactado con los ingenieros de montes españoles Luis Ceballos y Manuel Martín Bolaños [5], visité con ellos y con el Sr. Bezares [6], del Servicio Entomológico Español, los pinsapos de la Serranía de Ronda situados al sur en la Sierra de la Nieve y al norte en el duro macizo del Pinar, hogar de los grandes buitres.

En realidad, la razón por la que fui a Ronda fue que, sabiendo lo que ya sabía, en términos muy generales, sobre los bosques de España, quería hacerme una idea de cómo están las cosas en esta zona montañosa del sur de la península y de la situación actual de estos núcleos de abetos meridionales. No me arrepiento de estos duros días en la montaña, que se hicieron amenos por la gran cortesía y conocimiento de nuestros colegas españoles.

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Imagen 1: Fotografía nº 1: Vertiente Norte de la Sierra de la Nieve. Al fondo a la izquierda primer grupo de pinsapos. La lepra de los Ulex, el pastoreo. Autor R. Ducamp.
 

En estas montañas, como en otros muchos lugares del mundo, la deteriorada cubierta vegetal, condenada a todo tipo de abusos, ha llegado a la fase final de regresión.

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Imagen 2: Composición fotográfica. Fotografía nº 6. Vertiente Norte del Pinar; buenos fustes de abetos; en primer plano a la derecha carbonera. Fotografía nº 7. El reino de las cabras, garriga de encinar y Ulex, Abies con zonas desbrozadas. Fotografía nº 8. Los Abies en las Lavandas, Nava de San Luis; al fondo, Sierra de la Nieve con quejigos relictos. Fotografía nº 9. A lo lejos, en lo alto, a la izquierda, Abies relictos; en el medio, sobre la cuesta, quejigos en regresión; aquí, pinsapo con su  collarín, atacado por Dioryctria. Fotografía nº 10. En una mancha de musgo, Crataegus, jóvenes Abies, Paeonia y plántulas de encina. Autor R. Ducamp.
 

¿Dirá algún día la historia futura de España que por alguna decisión milagrosa el Gobierno, alertado por fin por la opinión pública, pudo detener el declive de los últimos relictos de Quercus y Abies, etc. en la zona en cuestión? Lo deseo con todas mis fuerzas de silvicultor, pero viendo lo que he visto y lo que está ocurriendo en otros lugares, tengo no pocos temores. ...

Para salvar el Quercus alpestris en la Sierra de la Nieve, ya es muy tarde; la zona está arruinada hasta la médula. Para que el Abies de Boissier no ceda ni un palmo del terreno que aún ocupa, sólo veo un remedio: abolir radicalmente, por mil años, para siempre, los abusos de todo tipo (mediante Parques Nacionales o Reservas Forestales) y, sobre todo, el pastoreo de cabras.

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Imagen 3: Composición fotográsfica. Fotografía nº 3. Grupo de pinsapos en la Nava de San Luis; garriga de Lavanda, Ulex, Crataeugus, Cistus, Thymus y Juniperus. Fotografía nº 4. Sierra de la Nieve: viejos pinsapo sin regenerado. Autor R. Ducamp.
 

No creo en la posibilidad de una repoblación forestal artificial a gran escala. En cambio, si eliminamos las causas de la destrucción, es decir, la cabra, la tala abusiva, etc., hay muchas esperanzas de reforestación. De hecho, hemos comprobado que si bien el Abies de Boissier al igual que el Abies pectinata tolera la sombra de la cubierta vegetal, soporta mejor que este la exposición directa a los rayos del sol.   

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A mis colegas de más allá de los Pirineos, a los de Ronda que se han convertido en mis camaradas, les confiaré lo que han sido mis pensamientos obsesivos durante los últimos cuatro meses: Salvad el Quercus alpestris, cueste lo que cueste, recolectando sus últimas semillas. Mantened todas las frondosas presentes en los pinsapares. No menosprecieis en ningún caso la encina, intentad que crezca lo más alto posible, al igual que el Castaño, en los terrenos aptos para ellos.

  

Bibliografía y notas

[1] Roger Ducamp (1861-1938), ingeniero forestal francés, ex Director del Servicio Forestal de Indochina, Conservador de las Aguas y Bosques de Nîmes (1920-1927), creador de la Escuela de Nîmes, movimiento forestal que se diferenciaba de la Escuela de Nancy en que sus ideas se acercaban a lo que hoy se denomina desarrollo sostenible. Hasta su muerte en 1938, abogó por el reconocimiento de los bosques mediterráneos, por las reforestaciones para alcanzar los bosques climácicos en lugar de las plantaciones forestales y por la creación de reservas forestales o parques nacionales. 

[2] Mure, V. y Lepart, J. (2006). L’Ecole de Nîmes Les conceptions de la gestion forestière en région méditerranéenne de Roger Ducamp, Conservateur des Eaux et Forêts (1861-1938). En Forêt Méditerranéenne, XXVII (3), pp.275-284. Accesible online en https://hal.science/hal-03565259, consultado el 26/08/2024

[3] R. Ducamp (1929). Une visite a los pinsapos de Ronda en Bulletin de la Société dendrologique de France, 72, noviembre de 1929, pp. 93-97.

[4] Auguste Barbey (1872-1948), ingeniero y entomólogo forestal suizo. En su obra A travers les forêts de pinsapos d'Andalousie, de homenaje a su abuelo Edmond Boissier, analiza las condiciones de existencia de los bosques de pinsapo y describe las características biológicas de sus insectos plaga, de los que descubrió cinco especies nuevas para la ciencia. Fuente: Obituario de Auguste Barbey, por Paul Bovey; accesible online en https://www.e-periodica.ch/digbib/view?pid=sng-005%3A1949%3A129#380, consultado el 27/08/2024.

[5] Luis Ceballos y Fernández de Córdoba, ingeniero de montes de la 65ª (1920) y Manuel Martín Bolaños Ceballos, ingeniero de montes de la 70ª promoción (año 1924). Autores del artículo: Ceballos L. y Martín Bolaños, M. (1928). El pinsapo y el abeto de Marruecos. Boletín del Instituto Forestal de Investigaciones y Experiencias, nº 2, pp. 47 -101.

[6] Eugenio Bezares y Barrena Sarobe, ingeniero de montes de la 70ª promoción (año 1924). Autor del artículo: Bezares, E. (1928). Los escolitidos del pinsapo en la Serranía de Ronda. En Revista de Fitopatología, VI, n.° 6, pp. 38-42.


jueves, 8 de agosto de 2024

Alegato en favor del pinsapo (J. Prioton, 1964)

"Alegato en favor del pinsapo" es la traducción de "Plaidoyer pour le sapin d’Espagne", título del artículo de Jean Prioton publicado en la Revista Forestal Francesa en 1964 [1].

En su artículo, Prioton [2] cita los estudios de Martín Bolaños y Ceballos (1929) y Mayer (1962) y coincide con este [3] en afirmar que "el pinsapo parece lo suficientemente vigoroso como para mantenerse de forma natural en la Cordillera Bética, siempre que el pastoreo y el fuego le den la oportunidad de hacerlo".

Prioton visitó el Pinsapar de Ronda en 1957 y pudo observar in situ las dificultades en las que vegetaba la especie.

Nous n'en saurions douter un seul instant, car lorsque nous avons vu le Sapin d'Espagne pousser vigoureusement dans les falaises calcaires de la Sierra de la Nieve, et donner des semis naturels en plein rocher, nous l'avons classé sans hésitation parmi les essences les plus coriaces, un peu comparables aux pins d'Alep dans les falaises calcaires de Gémenos (Bouches-du-Rhône) et aux pins Laricios de Salzmann dans la dolomie de Saint-Guilhem-le-Désert (Hérault). Prioton (1964).

"No lo dudamos ni un instante, pues cuando vimos al pinsapo crecer vigorosamente en los farallones calcáreos de la Sierra de la Nieve, y las plantitas en plena roca, lo clasificamos entre las especies más resistentes, algo comparable a los pinos carrascos de los tajos calcáreos de Gémenos (Bouches-du-Rhône) y a los alerces de Salzmann de la dolomía de Saint-Guilhem-le-Désert (Hérault)". Prioton (1964).

 

Imagen de un viejo pinsapo de la Sierra de las Nieves (Ronda, Andalucía) en torno a los 1850 m; abajo, pinsapar aclarado; al fondo, montes pelados. Imagen tomada del artículo "Plaidoyer pour le sapin d’Espagne" (1964). Fotografía de Jean Prioton (1957)
Imagen de un viejo pinsapo de la Sierra de las Nieves (Ronda, Andalucía) en torno a los 1850 m; abajo, pinsapar aclarado; al fondo, montes pelados. Imagen tomada del artículo "Plaidoyer pour le sapin d’Espagne" (1964). Fotografía de Jean Prioton (1957).


Continúa Prioton indicando que: 

"Gracias a la construcción de una carretera de 12 km y de una casa forestal, el Pinsapar de Ronda está ahora a salvo de los estragos de las cabras, un rebaño de un millar de las cuales pastaba cerca, en el momento de nuestra visita, ¡en un paisaje rocoso calizo más accidentado que la más desnuda de nuestros causses cévenols [4]! 

Las laderas están cubiertas de bosquecillos de Pinsapo, testimonio de la antigua extensión del bosque primario. Bajo las laderas rocosas por las que subimos, debajo del pedregal, el suelo es arcilloso, marrón oscuro y agrietado por la sequía de julio de 1957.

Llama la atención la irregularidad de las edades, con ausencia de árboles de tamaño medio, lo que se explica fácilmente por su protección tardía. Hay densos grupos de árboles viejos, algunos de los cuales tienen más de 1 m de diámetro, con poca o ninguna regeneración por debajo.

Muchos de los tallos están retorcidos, dañados y a veces medio muertos. En otros lugares, hay grandes árboles aislados, con plántulas alrededor. Los restos de grandes abetos caídos en el suelo dan protección a jóvenes plántulas, al igual que los tocones de Quillan o de Luchon [5]. Por todas partes crecen plantas espinosas o amargas, no consumidas por las cabras (espino blanco, hiedra, eléboro, gordolobo, adelfilla, etc.).

Otra reliquia, viva y coleando, ennoblece estos parajes. Gracias al guarda forestal que nos guiaba, asistimos al espectáculo de una cabra montés alerta a nuestro avance y a un desfile de otras once en un sendero al pie de los tajos. Se trataba de Capra iberica, más pequeña que la Capra ibex encontrada en el Gran Paradiso italiano en 1955, y que Jean Sermet no pasó por alto en 1953 [6].

Ya es hora de que Francia siga el ejemplo de sus "hermanas latinas", capaces a veces de ponerse a la altura de los mejores conservacionistas anglosajones. Démonos prisa en crear otros «Últimos Refugios» [7] ¡antes de que sea demasiado tarde!" [8].

Particularmente interesante es la tabla Quelques stations du pinsapo en France (Algunas estaciones del pinsapo en Francia [9]), que aparece al final del artículo (para verla a mayor tamaño debes hacer click sobre ella). En ella el autor identifica quince estaciones selvícolas del pinsapo en Francia: Les Barres (Loiret), L'Aigoual (Gard), Nîmes (Gard), La Valbonne (Gard), Le Rialsesse (Aude), Barbaira (Aude), Digne (Basses Alpes), Forcalquier (Basses Alpes), Crussol (Ardeche), Petit Lubéron (Vaucluse), Périgueux (Dordogne), Lodève (Hérault), Aniane (Hérault), Loupian (Hérault) yMontpellier (Hérault). De cada estación proporciona datos de: altitud, exposición, vegetación, edad o dimensión, siembra natural y observaciones diversas.


Tabla "Quelques station du pinsapo en France", de J. Prioton (1964).

Tabla "Quelques station du pinsapo en France", de J. Prioton (1964).

 

Como conclusión Prioton indica que "hay que abandonar el prejuicio habitual contra el pinsapo y estudiarlo en profundidad, tanto desde el punto de vista de la producción de madera, como desde el punto de vista de su uso en la forestación de los matorrales y garrigas de Provenza y Languedoc en particular, donde prospera aquí y allá y se reproduce espontáneamente".


Bibliografía y notas

[1] Prioton Jean. Plaidoyer pour le sapin d’Espagne. Revue forestière française, 1964, 2, pp.99-114. 10.4267/2042/24627. hal-03390006.

[2] Una biografía en francés de Jean Prioton está accesible online en https://histoire-environnement.org/PRIOTON-Jean-1898-1985 , consulta realizada el 08/08/2024.

[3] Mayer H. Le Sapin pinsapo (Boiss.) dans la Cordillère bétique du sud de l'Espagne. Analyse de P. Fourchy. Revue Forestière Française, enero de 1963.

[4] El autor se refiere a los paisajes de los Causses y Cévennes, territorio situado al sur del Macizo Central, en la Occitania. Para más información se puede consultar la web https://causses-et-cevennes.fr/

[5] Quillan y Luchon son poblaciones francesas de la región de Occitania. 

[6] Sermet J. L'Espagne du Sud. Arthaud, 1953.

[7] UICN. Derniers refuges. Atlas des Réserves naturelles dans le Monde. Elsevier. Paris Amsterdam, 1956.

[8] Prioton en este párrafo muestra su admiración por España e Italia, que años antes habían protegido y conservado extensas áreas naturales creando sus primeros parques nacionales. En cambio, en Francia la ley de Parques Nacionales no fue aprobada hasta 1960. El primer parque nacional fue creado en 1963, el Parque nacional de la Vanoise.

[9]  "... lo que en Ecología se denomina biotopo, o acción conjunta de los factores ecológicos, en Selvicultura se conoce como estación (site en inglés, statión en francés)". Definición tomada de los Apuntes de Selvicultura de Rafael Serrada (2011). Accesible en internet en https://distritoforestal.es/images/Apuntes_de_Selvicultura_completo_2011.pdf , consultado el 08/08/2024.