El 28 de octubre de 1961 el diario ABC de Madrid publicaba el reportaje titulado La Sierra de las Nieves, Parque Nacional, y la Costa del Sol. Desde la caña de azúcar a los bosques de pinsapos y el pico de La Torrecilla (1.919 metros), firmado por Diego Marín Sepúlveda, abogado nacido en Alozaina y residente en Cártama y en Madrid.
Ya en el título del reportaje el Sr. Marín da por hecho que la Sierra de las Nieves es, por aquel entonces, Parque Nacional. El autor insiste y repite el error a lo largo de texto, quizás por la idea, extendida en algunos círculos sociales, de que el Parque Nacional de la Sierra de las Nieves fue creado años antes, trás la visita al Pinsapar de Ronda en 1934 de una Comisión Ministerial en colaboración con la Universidad de Madrid, tal como refiere en el texto el Sr. Marín.
En la segunda mitad del siglo XIX, a resultas de visitas de ilustres forestales al pinsapar de Ronda, se inician conversaciones entre el Estado y el propietario, el Ayuntamiento de Ronda, para su adquisición. Manuel M. Fernández de Castro
escribe el reportaje "Paisajes Forestales, Sierra de las Nieves, El
pinsapar de Ronda" en el periódico ABC (edición de Madrid), publicado el
seis de octubre de 1933, donde explica que en 1867 se inician las
primeras negociaciones del Estado con el Ayuntamiento de Ronda para la
adquisición del pinsapar de Ronda, que no fructificaron por la coyuntura
política del momento, y que años más tarde, en 1926, hubo unas segundas
negociaciones que tampoco prosperaron por "las dificultades que la ley imponía para realizar económicamente el traspaso".
Los antecedentes "oficiales" de protección del pinsapar de Ronda los encontramos en la Gazeta de Madrid (núm. 55, de 24 de febrero de 1917). La Gazeta publica el Decreto del Ministerio de Fomento por el cual se adoptaban unas disposiciones de carácter general para promover y asegurar el cumplimiento de la Ley de Parques Nacionales, publicada el 8 de diciembre de 1916 (Gazeta de Madrid, núm. 343). En la exposición de motivos se indicaba que:
Ciertamente que esta Ley puede tener adecuada aplicación en España, donde existen, aunque sean poco conocidos, aquellos sitios ó parajes excepcionalmente pintorescos, forestales ó agrestes con riqueza de fauna y ñora y particularidades geológicas o hidrológicas que requiere la Ley para poder convertirlos en Parques Nacionales, asi como infinidad de otros notables y aún sobresalientes que, sin poder convertirse en Parques, constituyen verdaderos Sitios Nacionales que merecen especial protección. La protección es la conservación de la Naturaleza virgen en toda su gala y esplendor, que en España se muestra exuberante en ciertos sitios y en todos los órdenes de la misma, como lo prueban en el orden de lo abrupto y de las bellezas panorámicas y forestales armonizadas con los recuerdos históricos y religiosos: Covadonga y su Montaña, los Picos de Europa; en el orden de lo agreste, solitario y selvático: el valle de Ordesa, en el Pirineo; en el orden geológico: la Ciudad Encantada, de Cuenca; en el botánico: el Pinsapar, de Ronda; en el zoológico: la Sierra de Gredos con su célebre capra hispánioa; en el atractivo que a los paisajes dan las cascadas: los verjeles del Monasterio de Piedra, y en ia grandiosidad de las selvas, cuantos rincones de nuestras ásperas sierras ha respetado el hacha desde el Pirineo á Mulhácen.
El citado Decreto obligaba en su artículo primero a los Ingenieros Jefes de los Distritos Forestales a elevar a la Dirección General en el plazo de dos meses:
1.º Una relación de los sitios más notables de sus respectivas demarcaciones, que, por lo pintorescos, forestales ó agrestes, por la riqueza de su fauna ó de su flora ó por las particularidades geológicas ó hidrológicas que encierren, merezcan una especial protección, consignando en ellas además:
a) Si alguno de estos sitios merece, á su juicio, por lo extraordinario de sus condiciones naturales ó por la aureola que pueda prestarles la Historia, la Religión ó la leyenda, el que se declare Sitio Nacional.
b) Si alguno de estos sitios, no ya por lo notable ó sobresaliente de sus condiciones naturales, sino por lo excepcional y completo de las mismas, merece que se le declare Parque Nacíonal.
Por entonces ocupaba la Jefatura en Málaga del Distrito Forestal el ingeniero Eladio Caro y Velázquez de Castro. Es muy probable que Eladio Caro incluyera al pinsapar de Ronda en su relación de
"sitios más notables" de Málaga merecedores de una especial protección (Sitio Nacional o Parque Nacional). Aunque pasaron los años y no hubo ningún tipo de protección legal expresa.
Manuel Vázquez del Río, ingeniero de montes oriundo de Tolox, escribe en 1921 el artículo "La Sierra de Tolox" en la revista España
Forestal (núm. 76, pp. 94-95). En él describe el pinsapar de Tolox y de
Yunquera y apunta a las continuas cortas y al sobrepastoreo como las
principales causas de destrucción del pinsapar de Yunquera.
... Los
pinsapares de Tolox y de Junquera son relativamente nuevos, y el de
Tolox, a todo lo largo de la cañada de las Carnicerías, está bastante
bien conservado; no puede decirse lo mismo del de Junquera, casi
destrozado por las cortas continuas que realizan los naturales de dicho
pueblo en medio de la indiferencia general del resto de sus vecinos y de
las autoridades; todos guardan sus energías para utilizarlas contra el
ingeniero; el día en que, acordado un trabajo de repoblación, se lleve a
cabo el más ligero acotamiento, que perjudique a uno o dos cabreros,
¡entonces sí que ha llegado la hora de movilizar todos los resortes y de
ensayar todas las resistencias a pretexto de cualquier inventado
perjuicio! ...
Otras
partes de esta sierra tienen ya hecha la repoblación natural de
pinsapos, y pasan los años sin que éste pueda levantar un metro del
suelo a causa del ganado cabrío; en la fotografía del pinsapar de
Junquera se ven, en medio de unos rasos, las
manchitas obscuras de los repoblados de pinsapo. Lástima grande que esta
sierra no sea objeto de un trabajo especial que conservara esta riqueza
de especies, aumentando sus áreas respectivas; solamente en el término
municipal de Tolox conozco yo las siguientes especies, formando masas
más o menos importantes: el pino halepensis, el pinaster, el pinsapo,
monte de algarrobo en la Parra (cuenca del río Verde), quejigos en las
mayores altitudes, castaños en las intermedias, y hay también manchones
de pinea. Aun hay quien recuerda montes de alcornoque en la parte antes
citada de Janón...
Vázquez
del Río es el primero en proponer la declaración de las sierras de Yolox, Yunquera, Ronda y Parauta como Parque Nacional. Hasta entonces sólo se mencionaba al pinsapar de Ronda; como se ha comprobado en los párrafos anteriores (
ver entrada en Áreadoc).
...no
nos queda más que la esperanza remota de que algún día se declaren
Parque Nacional las sierras de Tolox, Junquera, Ronda y Parauta. ¿Se
realizará la idea cuando ya el parque sea un erial, sin quejigos, sin
pinsapos, sin pinos y hasta sin tierra para volverios a criar.
El
artículo aparece ilustrado con una magnífica fotografía del pinsapar de
Yunquera del propio Manuel Vázquez del Río. Esta fotografía es de enorme valor por ser quizás la más antigua del pinsapar
de Yunquera.
En el Archivo Municipal de Ronda se encuentra la carta que dirige la Comisaría de Parques Nacionales al Ayuntamiento de Ronda en la que da acuse de recibo del acuerdo de la corporación municipal de 12 de enero de 1934, y en la que expresa al Ayuntamiento el agradecimiiento "por el entusiamo y facilidades recibidas de esa corporación para que sea declarado Parque Nacional el pinsapar de Ronda" (A. M. Romero, Diario Sur, 23 de abril de 2018).
Según el diario de Madrid "Ciudad", en su edición de 30 de noviembre de 1935, fue José María Escobar, cazador y montañero, quien se dirigió en 1932 al Sindicato de Iniciativas de Málaga alarmado por la situación del pinsapar de Ronda.
El Sindicato de Iniciativas se dirige al Patronato Nacional del Turismo, y éste, bajo la inteligente dirección del Sr. Moreno Calvo y de D. Alfredo Bauer, organiza la defensa del pinsapar de Ronda. Es entonces cuando interviene la Comisión de Parques Nacionales, y se organiza la expedición científica al pinsapar de Ronda, bajo la dirección personal de D. Fernando Baró, director general de Montes, y con el asesoramiento científico de persona de tanto prestigio en todo el mundo como D. Eduardo Hernández Pacheco, profesor de Geología y catedrático de la Universidad de Madrid.
La Junta de la Comisaría de Parques Nacionales envió a Ronda, además de a su Vicepresidente, Eduardo Hernández-Pacheco, a los Vocales, Cándido Bolívar, Félix Gallego y Ricardo de Jaspe. Por su parte el Presidente del Sindicato de Iniciativas de Málaga, Pablo Homs, organizó una comisión para, en representación de las instituciones malagueñas interesadas en el turismo, recibir en Ronda a la comisión gubernamental.
En el seno de la Junta de la Comisaría de Parques Nacionales ya existía una opinión favorable respecto a la protección del pinsapar de la Sierra de las Nieves. Eduardo Hernández-Pacheco en la guía número 3 (1933), titulada "La Comisaría de Parques Nacionales y la Protección a la Naturaleza en España", de la serie de Guías de los Sitios Naturales de Interés Nacional, publicadas por la Comisaría de Parques Nacionales, escribe:
...es el interés científico el que aconseja la conservación de interesantes y hermosos ejemplares de la vegetación arbórea o de inofensivas y también bellas especies de animales salvajes, no como codiciables piezas de caza, sino para encanto de la vista del hombre culto y de paz.
Tal acontece respecto a la vegetación con el pinsapar de la serranía de Ronda; pequeño y único resto de bosque de la espléndida especie arbórea...
La visita de los comisionados al pinsapar en diciembre de 1934 fue recogida por la prensa escrita y por la Sociedad Excursionista de Málaga.
La revista Blanco y Negro, edición de Madrid del tres de febrero de 1935, recoge un reportaje de Manuel Prados y López, con fotografías de Fernando Suviri, sobre la visita de la comisión ministerial.
Por su parte, la Memoria de la Sociedad Excursionista de Málaga de 1934-1935 recoge el texto de su presidente, Fernando Suviri, en el que describe la excursión al Pinsapar de Ronda de los comisionados de Madrid y de sus anfitriones malagueños. Del mismo se deduce que la visita fue muy exitosa.
Imagen 1
Imagen 1: El Pinspapar de la Sierra de las Nieves. Fotografía de F. Suviri, en "Una visita a la Sierra de las Nieves; el Pinsapar que yo he visto"; Memoria de la Sociedad Excursionista de Málaga 1934-1935.
La impresión de los miembros de la comisión formada por el Director General de Montes, Fernando Baró, y los miembros de la Junta de la Comisaría de Parques Nacionales, Eduardo Hernández-Pacheco, Félix Gallego, Cándido Bolívar, Ricardo de Jaspe, debió ser excelente, tal como se desprende de la lectura de la carta que D. Ricardo de Jaspe, Vocal de la Comisaría de Parques Nacionales, dirigió a D. Fernando Suviri, fechada el 9 de enero de 1935. El Sr. de Jaspe escribe:
La declaración de Sitio de Interés Nacional está solamente detenida porque estudiamos una fórmula que lleve directamente a la declaración solemne de PARQUE NACIONAL, sin que por ello se paralicen las gestiones para la permuta de la deuda del Ayuntamiento por el Pinsapar. Las gestiones marchan divinamente y un buen día, próximo, pudiera aparecer todo resuelto en una pieza. Las circunstancias son tan favorables que tenemos que concentrar las peticiones máximas porque pueden obtenerse.
Querido Suviri: Los sueños pueden convertirse en realidades, cuando se sabe lo que se hace. No soñamos, proyectamos.
En su carta el Sr. Jaspe le comenta al Sr. Suviri:
El Pinsapar de Ronda, convertido en PARQUE NACIONAL (el tercero, y el Parque Nacional del Sur de España), con vías de acceso para su visita y lugar donde poder reposar y comer en pleno Parque, es idea cuya paternidad no me atribuyo, pero perseguida por mí desde hace años para ver la forma de llevarla a la realidad, sin desperdiciar ocasión propicia que pudiera ofrecerse y cuidando mientras tanto de ir convenciendo a los que en cada momento conviene convencer.
Imagen 2
Imagen 2: Fotografía obtenida por la comisión Baró-Hernández Pacheco en el Pinsapar de Ronda, en el mes de diciembre de 1934, cedidas al diario CIUDAD de Madrid por el "Sindicato de Iniciativas de Málaga". Publicada en el reportaje titulado "Se ha salvado el Pinsapar de Ronda" de 30 de noviembre de 1935.
En los años siguientes, debido a la Guerra Civil, se volatilizaron todas
las actuaciones previstas por la Comisaría de Parques Nacionales
respecto a la declaración como Parque Nacional del pinsapar de la Sierra
de las Nieves.
El Sr. Jaspe, en su carta al Sr. Suviri, habla de la "permuta de la deuda del Ayuntamiento [de Ronda] por el Pinsapar" (de Ronda). Años más tarde, mediante el Decreto de 19 de abril del Ministerio de Hacienda, publicado en el BOE de dos de mayo de 1941, "se
acepta la cesión al Estado del monte «Pinsapar» o «Sierra de Nieves»
del Ayuntamiento de Ronda, propuesta por éste en compensación de la
suma que le adeuda desde 1º de enero de 1917 a 31 de marzo de 1924". El monte fue tasado por un importe de un millón ochenta y ocho mil ciento catorce pesetas con treinta y ocho céntimos.
En 1948 se crea el
Coto Nacional de la Serranía de Ronda, mediante la Ley de 23 de diciembre; constituye la primera figura legal específicamente protectora que incluye el área la Sierra de las Nieves, cuyo objetivo era la conservación y el aprovechamiento de especies de caza mayor, especialmente cabra montés y corzo. Posteriormente, en 1970, por Ley, el Coto Nacional pasó a denominarse Reserva Nacional de Caza de la Serranía de Ronda.
El reportaje de Diego Marín en el ABC de octubre de 1961, aunque da erróneamente por hecha la declaración del Parque Nacional, tiene un loable tono reinvindicativo, la exigencia a las autoridades públicas de una mayor atención a la Sierra de las Nieves:
Esta Sierra y estos bosques merecen que se les preste mucha atención, dadas las razones por las cuales se les declaró parque nacional: por su belleza, el lugar privilegiado que ocupan en la orografía de la Costa del Sol y por ser únicos en su especie. Este parque nacional es malagueño como su Costa del Sol y de gran interés turístico. Y es necesario al interés nacional concederle la importancia que tiene, cuidando y mejorando sus bellezas naturales y facilitando su disfrute como corresponde a uno de los más bellos parajes de España, que Málaga ofrece a hora y media de la Costa del Sol.
Diego Marín Sepúlveda estuvo muy unido a la Sierra de las Nieves. El 25 de julio de 1975 el ICONA en Málaga organizó un acto colectivo para instalar en el Pilar de Tolox, cerca de la cumbre, la imagen de Santa María de la Victoria,
donación al Parque Nacional de la Sierra de las Nieves (frase anterior en cursiva citada tal como figura en una de las inscripciones del pedestal de la Virgen) del Sr. Marín y de su esposa Carmen Arcos Carvajal. Mi padre y mi hermano Antonio colaboraron junto a otras personas en las tareas. En una fotografía tomada ese día, de la misma colección que la que se muestra como imagen 3, se lee esta dedicatoria de Diego Marín a mi padre,
José Pino Rivera, Agente Forestal del ICONA en Yunquera:
Para el Sr. Pino en recuerdo de su buen amigo Diego Marín. Parque Nacional de la Sierra de las Nieves, Nuestra Señora Santa María de la Victoria de las Nieves, 23 de Julio de 1975.
Imagen 3
Imagen 3: Diego Marín y su esposa Carmen Arcos Carvajal (pareja situada a la derecha de la imagen, junto al Guarda Forestal Pedro Aguilar Miranda) el día en el que quedó instalada la imagen de la Virgen de la Victoria en el Pilar de Tolox, próxima a la Torrecilla en la Sierra de las Nieves, el 25 de julio de 1975, día de Santiago Apostol. Fuente Archivo personal de José Pino Rivera.