Por Natalia Arroyo Vázquez (http://blog.sedic.es/?p=1726).
Los estudios sobre el uso de las redes sociales están proliferando en los últimos años, dado el interés que suscitan no sólo por la que fuera su intención originaria, facilitar las conexiones sociales, sino especialmente por otras utilidades derivadas que se les están encontrando en todos los sectores y entre las que se encuentra la promoción de productos y servicios y en el aumento de visibilidad. Las empresas que realizan métricas sobre Internet están centrando una buena parte de su atención en las redes sociales, de hecho periódicamente recibimos a través de los medios de comunicación datos sobre su uso.
Sin embargo, la visión que dichos estudios nos ofrecen no es todo lo completa que fuera deseable. En primer lugar, no todos esos estudios miden lo mismo ni de la misma forma. La primera razón de ello es la vaguedad del término redes sociales, que se emplea por igual para designar al todo y a una parte; así, podemos encontrar bajo el apelativo de redes sociales los denominados “sitios de redes sociales” (Facebook, Tuenti, MySpace…), pero también todos aquellos servicios web que incluyen la posibilidad de crear redes de contactos (Twitter, YouTube, Flickr…) y que hoy en día son muchos. La segunda reside en los datos analizados, que no siempre son los mismos, pues las encuestas de cada estudio son diferentes, y por lo tanto es difícil encontrar datos comparables, excepto si son recabados por la misma empresa.
Una dificultad añadida es la escasa accesibilidad de algunos de estos estudios, puesto que al ser realizadas por empresas privadas que suelen obtener beneficios de su venta, sólo unos pocos datos salen a la luz, normalmente los más llamativos. Así, los datos que nos llegan suelen ser a través de la prensa, siendo por lo tanto la información fragmentaria al no poder disponer en ocasiones no ya de estadísticas o gráficos, sino también acerca de la realización de la encuesta y la recogida de datos. Y es que las propias redes sociales apenas difunden sus datos de uso. A ello se le une el hecho de que las redes sociales estén en plena efervescencia: la rapidez con que cambian supera la capacidad de seguimiento de cualquier estudio, máxime cuando su carácter es anual. Sin embargo, a partir de algunos de ellos podemos obtener una visión aproximada del panorama más o menos actual de las redes sociales.
Dicho esto y con todas las precauciones posibles, el panorama que nos presentan las encuestas más recientes sobre las redes sociales (en su sentido más amplio) en nuestro país es el de una penetración social creciente: según la última encuesta a usuarios de internet de la AIMC algo más de la mitad de los internautas españoles declaró el pasado año emplear redes sociales, el 31% con cierta frecuencia. Esto indica que se han convertido en uno de los servicios más populares de la web, como demuestran también los rankings de popularidad de Alexa. El tiempo que se dedica a ellas es también mayor, un 12,5% del dedicado a navegar, cuando el pasado año era del 6,7% (Nielsen Online). La red social más empleada desde febrero de este año es Facebook (comScore), con 5,7 millones de visitas únicas y casi un 1.000% de crecimiento respecto al pasado año. Le sigue Tuenti, que según The Cocktail Analysis triunfa entre los más jóvenes (14-20 años), mientras que Facebook es preferido por los veinteañeros. Parece ser que las redes sociales son quienes están favoreciendo el desarrollo de la web móvil, especialmente en nuestro país, donde el 46,5% de los usuarios de Internet móvil sólo emplearon redes sociales.
Si bien en el ámbito de las bibliotecas y la documentación no existen datos de uso de redes sociales, la experiencia de empleo diario en el último año transmite un espectacular aumento de los perfiles profesionales en sitios de redes sociales de carácter general, concretamente en Facebook, donde las páginas de bibliotecas o centros de documentación se vienen multiplicando en el último año.
Todo ello nos lleva a pensar que al menos en el próximo año las redes sociales seguirán su ascenso a la cumbre de la web, no sólo en número de adeptos, sino también en términos de tiempo dedicado. Todos los indicios llevan a pensar además que aumentará el número de usos en movilidad. Su éxito como medio de comunicación (modas aparte) parece indiscutible, si consiguen superar las nubes que las ensombrecen (como el tema de la privacidad, las cláusulas abusivas, etc.) sin duda podrán también con ese nicho de usuarios que aún se las resiste.