viernes, 23 de agosto de 2019

La Yunquera que conoció el botánico suizo Edmond Boissier en septiembre de 1837.


El botánico suizo Edmond Boissier en su obra Voyage botanique dans le midi de l'Espagne pendant l'année 1837, en su tomo I, Narration et géographie botanique, describe en su capítulo XIV, "Excursion à la Sierra de la Nieve", su llegada a Yunquera, las visitas a Río Grande y al Convento y la subida a la Sierra de las Nieves para buscar y recolectar semillas de pinsapo. En esta entrada del blog se recoge la traducción que he realizado de la parte del capítulo XIV en la que se hace mención a Yunquera y su sierra, y se incluyen varias imágenes y detalles tomadas de la monografía.

Para situarnos en contexto, es conveniente recordar que en 1.887 Yunquera alcanzó los 4.798 habitantes (Bardón Garcés, 2016), cifra no superada desde entonces. En aquellos años Yunquera vivió una de las épocas más prósperas de su historia en la que la población creció de forma paralela a su economía. Esta prosperidad se debió a la agricultura, fundamentalmente gracias el cultivo de la vid y la producción de mosto, a la elevada producción de aguardiente y a la floreciente industria textil lanera (Juan Bardón Garcés estima una superficie cultivada de viñedo de 2000 has y una produccion de 70.000 arrobas, en 1.888). En 1.837, año de la visita de Boissier, el casco urbano de Yunquera, la distribución y los nombres de las calles, debió ser muy similar al que se muestra en este plano del año 1894.

Imagen 1
Detalle del plano callejero de Yunquera en 1894. Fuente: Instituto Cartográfico de Andalucía.
Imagen 1: Detalle del plano callejero de Yunquera en 1894. Fuente: Instituto Cartográfico de Andalucía.

Edmomd Boissier fue el primero en publicar la descripción botánica del pinsapo y por ello su apellido es el que, junto con el género y la especie, completa la nomenclatura científica del pinsapo, es decir, Abies pinsapo Boiss.

Imagen 2
Lámina correspondiente al Abies pinsapo Boiss. Fuente: Edmond Boissier, "Voyage botanique dans le midi de l'Espagne pendant l'année 1837".
Imagen 2: Lámina correspondiente al Abies pinsapo Boiss. Fuente: Edmond Boissier, "Voyage botanique dans le midi de l'Espagne pendant l'année 1837".

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VIAJE BOTÁNICO AL SUR DE ESPAÑA DURANTE EL AÑO 1837
TOMO I (RELATO Y GEOGRAFÍA BOTÁNICA)
CAPÍTULO XIV
Excursión a la Sierra de la Nieve,
por Edmond Boissier (traducción del autor del blog).

Aunque la temporada estaba muy avanzada para herborizar, tenía muchas ganas de visitar la Sierra de la Nieve o de Tolox, situada a ocho leguas de Málaga, donde esperaba encontrar el Pinsapo, el famoso pino de las montañas de Estepona sobre el que todavía tenía un conocimiento imperfecto. Acompañado por los Sres. Haenseler y Prolongo, con quienes decidí hacer esta visita, salí en una hermosa mañana a finales de septiembre. Esta época del año es deliciosa para viajar por Andalucía, el tiempo sigue siendo estable, el calor moderado y las noches frescas, en todas partes hay uvas tan exquisitas que por sí solas pueden ser empleadas como alimento; su variedad es infinita en cuanto a color, tamaño, sabor, estado de madurez y uso al que están destinadas: algunas sólo se utilizan para hacer vino, otras para secar, otras para comer frescas. La naturaleza empezaba a despertar de ese sueño al que está condenada al final del verano en España;...

Después de la venta de Cartama, un gran edificio situado a media milla al norte del pueblo del mismo nombre, y donde el camino que conduce a los populares baños de Carratraca se encuentra a la derecha, dejamos el llano para ir subiendo imperceptiblemente por los suelos arcillosos que ocupan la base de las montañas. Se contemplan olivares y trigales que en años demasiado secos no producen. Solo algunos Asparagus, Teucrium spinosum y Phlomis herbaventi cubren este paisaje monótono, cubierto de tallos secos de Cynara horrida, Cardunculus y Echinops strigosus. Dejamos dos leguas más al oeste, el gran pueblo de Casarabonela, que estaba pintorescamente enclavado al pie de las montañas, y llegamos a Alozaina, desde donde una subida bastante rápida de una hora y media a través de las colinas nos llevó a Yunquera donde tuvimos que hacer una parada; es un pueblo ubicado a más de 2000 pies* de altura [más de 650 metros sobre el nivel del mar] en las faldas de la Sierra, en medio de una llanura fértil y bien regada; su aire vivo y su hermosa vista lo convierten en uno de los lugares más agradables de toda la provincia. Nos alojamos en la vivienda de uno de sus habitantes más importante, un amigo del Sr. Prolongo, y pasamos tres días allí muy agradablemente, ocupados en visitar los alrededores. Cerca del pueblo, en el fondo de una pintoresca garganta, se encuentra una de las fuentes del Guadalhorce o Río Grande de Málaga; este lugar encajado entre montañas estaba todavía tapizado de un verdor encantador.

Sobre Yunquera hay una antigua torre sobre una colina de terreno arenoso donde recogí dos plantas muy raras pero muy avanzadas, Jurinea pinnata y Erodium guttatum. Allá se abre un valle entre la Sierra de la Nieve a la izquierda y otra montaña más baja de naturaleza calcárea, llamada Sierra de Yunquera [se refiere a la que hoy conocemos como Sierra Blanquilla]. Es por este camino, siguiendo el piedemonte de la sierra, por donde tomamos para visitar, hacia el norte, el Desierto de las Nieves, un bonito y solitario valle plantado de viñas en sus zonas bajas y rodeado por todos sus lados de terrenos elevados boscosos o arbustivos. En el fondo del valle, en una finca rodeada por un muro y plantada de todo tipo de árboles, se eleva el conjunto de construcciones abandonadas, de lo que hasta hace poco fue el Convento de Nuestra Señora de las Nieves. Este nombre se refiere probablemente a las nieves que cubren durante cinco meses las cimas de la Sierra; porque en el valle situado solamente a 3.500 pies de altura [1.137 m.s.n.m.], no deben cubrir el suelo durante mucho tiempo; en cualquier caso, el emplazamiento del monasterio había sido admirablemente elegido, soledad completa, aire puro y fresco, lugar variado y romántico, todo se encontraba allí reunido. Nos paramos en un lagar que estaba en actividad; al igual que en los otros países del Sur, los viticultores pisan las uvas con sus pies desnudos en una gran superficie de piedra antes de llevarla a la prensa. Allí nos separamos, y mientras mis compañeros iban a explorar los terrenos cercados del Convento, de donde trajeron una notable variedad de Odontites viscosa, subí hacia la izquierda al pie de los tajos. Por los restos que encontré, pude imaginar la riqueza botánica que esta localidad debe proporcionar en una mejor estación, el Sarcocapnos enneaphylla formaba allí grandes manchones aún en flor, así como un bonito Galium con hojas brillantes que me pareció nueva especie. Un poco más abajo, las hendiduras de las rocas estaban decoradas con Dorycnium suffruticosum, Cephalaria leacantha y por el elegante Bupleurum gibraltaricum que, por primera vez, encontré en una posición accesible para mi.

Al día siguiente por la tarde comenzamos el ascenso a la Sierra. Hasta el primer tercio del camino de subida, las laderas están cubiertas de matorrales, la vegetación; en cuanto a las especies existentes, presenta mucha analogía con la Sierra de Mijas; el terreno es de la misma naturaleza, caliza compacta y brillante mexclada con arena. A lo largo de las viñas que, en esta ladera, se encuentran hasta muy alto, observé los tallos secos de una salvia con hojas muy olorosas y recogí sus semillas, y desde entonces me han proporcionado una de las plantas ornamentales más hermosas que me he traído desde España.

Imagen 2
Límites de altitud de la vegetación más característica del Reino de Granada (Fuente E. Boissier).
Imagen 2: Gráfico de los límites de altitud de la vegetación más característica del Reino de Granada. Fuente: Edmond Boissier, "Voyage botanique dans le midi de l'Espagne pendant l'année 1.837".

Imagen 3
Detalle del gráfico de los límites de altitud de la vegetación más característica del Reino de Granada, donde se aprecia Junquera (Yunquera) por encima de los 2000 pies y el Abies pinsapo entre 3500 y 5600 pies de altitud. Fuente: Edmond Boissier, "Voyage botanique dans le midi de l'Espagne pendant l'année 1837".
Imagen 3: Detalle del gráfico de los límites de altitud de la vegetación más característica del Reino de Granada, donde se aprecia Junquera (Yunquera) por encima de los 2000 pies y el Abies pinsapo entre 3.500 y 5.600 pies de altitud. Fuente: Edmond Boissier, "Voyage botanique dans le midi de l'Espagne pendant l'année 1.837".

En la parte alta de esta zona de arbustos comienza el Cistus laurifolius, que es muy abundante durante el segundo tercio de la subida; muy cerca de allí, el guía nos mostró a lo lejos el primer pinsapo; gritando de alegría corrimos llenos de emoción, pero desgraciadamente, el árbol no tenía piñas; un segundo, un tercero, me daban sucesivamente falsas esperanzas; por fin, vimos uno con sus ramas superiores cargadas de conos erectos, lo cual me hizo muy feliz. Nos apresuramos a recogerlos, y ya no tenemos ninguna duda sobre el género de este árbol único. Era ciertamente una especie de Abies, cercana a nuestro abeto blanco; pero muy distinta por la longitud corta y la disposición de sus hojas y por las brácteas de sus piñas, más cortas y no más largas que las escamas carpelares. El objetivo principal de mi excursión se había cumplido, y me dirigí a la cima de la montaña con nuevo coraje, a pesar de que la lluvia ligera y la niebla no me permitía verla desde lejos; este neblina era para nosotros, en Andalucía, una novedad muy agradable. Una vez que entré en la región alpina, encontré una gran cantidad de viejos conocidos de las sierras Tejeda y Nevada, Phlomis crinita, Erodium trichomanefolium, una variedad muy peluda de Astragalus aristatus, Ononis dumosa, Erinacea, etc. Mis compañeros, especialmente el Sr. Prolongo, que sólo tenía hierbas de las zonas bajas, se sorprendieron por la riqueza de esta flora, y ya estaban impacientes por volver a estudiarla en una estación más favorable. En la parte alta de esta Sierra, las laderas son muy suaves, la zona es muy extensa y está ocupada por pequeñas mesetas y cuencas o depresiones poco profundas. Se ven arboledas de una encina que, por su aspecto, se asemeja a un manzano, pero que alcanza los 30 o 40 pies de altura [de 10 a 13 metros de altura]; la forma curiosa y muy variable de sus hojas, su estación superior en más de 2.000 pies [más de 650 metros] a la de Quercus faginea y algunos otras características me hacen considerarla como una especie distinta, y las muestras de floración que he recibido desde entonces, me han mostrado que era la misma especie que observé en primavera entre Igualeja y Ronda. El estudio de la encina española dista mucho de estar completo, debido a las numerosas variedades que presenta y a la diferencia de sus hojas según el momento de su recolección. Sólo un botánico establecido en el país puede resolver estas dificultades y enseñarnos, entre otras cosas, si la encina de bellota dulce es realmente una especie distinta o simplemente una variedad de la encina. El Abies pinsapo formaba pequeños bosquetes diseminados, también encontré algunos pies aislados de tejo, serbal y Acer opulifolium. Nos instalamos a dormir en una cabaña de ramas, construida por neveros de Ronda y desocupada en esa ocasión, los restos de un ventisquero nos proporcionaron la nieve y el agua para preparar la comida, y pasamos alegremente una noche lluviosa. El sitio me recordaba algunos lugares de los bosques del Jura, eran roquedos calizos casi escarpados pero agrietados, cubiertos de musgo y sombreados por los pinsapos que habían crecido en sus grietas, a sus pies había una ladera cubierta también de pinsapos más grandes, algunos de los cuales tenían una altura de unos 60 pies [casi 20 metros]. Este árbol tiene en su juventud una forma piramidal; pero luego se vuelve cilíndrica, porque las ramas comienzan muy abajo en el tronco y son casi todas de la misma longitud. Los conos sólo se encuentran en los pies más viejos y sólo en las ramas terminales; se sabe que entre las especies de este género nunca caen, pero sus escamas se desprenden a finales de otoño dejando sus ejes pelados; esto me indicó por qué en primavera no pude encontrar ningún rastro de piña en Sierra Bermeja. Recogí una gran cantidad de piñas que ya alcanzaban su tamaño, pero que estaban verdes aún, no obstante terminaron de madurar en la caja donde los tenía guardados, y de vuelta a Suiza, muchas semillas me proporcionaron el medio para extender este árbol que, espero, soporte los inviernos de la Europa central, ya que crece aquí hasta una altura de 5.600 pies [1.819 metros].

A la mañana siguiente, dejamos el lado oeste de la montaña, y después de una hora de caminata por las mesetas y valles, sin subir. mucho, llegamos al lugar llamado Pilar de Tolox, ubicado cerca de un bosque muy grande y muy antiguo de pinsapos, que alcanzan allí su límite superior; es un sitio encantador, aunque no tiene vistas; de una pared de roca agrietada, surten muchos manantiales que son recogidos en grandes pilares rústicos para el uso de los rebaños que habitan la Sierra durante el verano. Estas cuevas, donde la humedad fertilizante rezuma, están cubiertas de varias plantas, Erinus alpinus, Jasione foliosa y una encantadora Asperula con tallos colgantes y flores de color amarillo anaranjado. También crecen en las hendiduras Rhamnus pumilus y una curiosa forma atrofiada de Rhamnus alaternus. En lo alto del Pilar se levanta un montículo desnudo con una fuerte pendiente que forma el punto más alto de toda la montaña, conocido como las Plazolelas, y su altitud es de 6.000 pies [1.949 m.s.n.m.]. Subí y encontré restos de una multitud de plantas, algunas de las cuales eran nuevas para mí, y que desde entonces me han sido enviadas por mis dos compañeros. La vista se extiende por toda la Vega de Málaga y toda la costa desde las montañas de África y Gibraltar, hasta el Picacho y el Cerro del Caballo, que se distingue en la distancia. La llanura y la ciudad de Ronda, aunque muy cerca, están ocultos por la montaña de piedra caliza situada al sureste de esta ciudad y detrás de la cual se alza el pico de San Cristobal; sin embargo no perdemos ningún detalle del valle de Igualeja. De la vista panorámica lo más nuevo para mí, era lo que estaba al norte, donde se extendían las sierras peladas de Antequera y Loja, y más allá, las inmensas llanuras estériles de Osuna y Estepa, con varios lagos salados que brillaban al sol.

Bajamos al pueblo de Tolox por un camino escarpado, por el cual abandonamos muy rápidamente la zona boscosa. A una altura de unos 4.000 pies [1.299 m.s.n.m.], llegamos al Tajo de la Caína, una pared rocosa muy alta y escarpada, orientada al sur y en la cual, según algunas indicaciones dadas anteriormente por Clémente al Sr. Haenseler, esperaba encontrar algunas plantas raras. Es bastante difícil aproximarse al pie de estas rocas, sólo se puede hacer siguiendo un camino muy estrecho; pero estamos encantados de descubrir una magnífica Centaurea con un tronco tan grande como el brazo y hojas plateadas en forma de las de la Centaurea ragusina y mucho más grandes; desafortunadamente, la floración había pasado hace tiempo, pero gracias a mis dos amigos que regresaron al año siguiente, tengo unos pies vivos jóvenes y las colecciones de naranjos se enriquecerán con una planta que se convertirá en uno de sus ornamentos más bellos. Rhamnus lycioides, Stachys circinnala, Jasminum fruticans, Bupleurum gibraltaricum adornaban las inaccesibles paredes rocosas. A partir de entonces comenzaban de nuevo los viñedos que cubrían el resto de la ladera. Cansados y sedientos, tuvimos el placer de encontrarnos con un hombre que, con su escopeta al hombro, velaba por la seguridad de las uvas y que fue a buscarnos unos buenos racimos sin querer aceptar ninguna retribución de nuestra parte. Tolox, donde pasamos la noche, está situado mucho más abajo que Yunquera, a dos leguas al sur de esta última localidad, en otro afluente del Río-Grande.

Al día siguiente, día en el que regresamos a Málaga, bajamos atravesando olivares que se extendían hasta los arroyos que bajaban de los alrededores de Monda, donde recogí los Cyperus globosus y turfosus. Toda esta zona es pintoresca, fértil y debe ser encantadora en primavera. Encontré, tanto en suelos arcillosos como pedregosos,  flores de Colchicum lusitanum, grandes, rosadas, rayadas con vetas cruzadas y pálidas, parecidas a las Fritillarias, dos o tres en el mismo tallo; es difícil entender como estas tiernas plantitas logran perforar un suelo tan seco y duro, donde apenas podía cavar mi piocha.
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*) 1 pie de Rey o pie de Paris, es la sexta parte de una toise o toesa (la toise o toesa fue la unidad fundamental de medida de longitud en Francia hasta la creación y adopción del Sistema Métrico Decimal), es decir, aproximadamente 32,48 cm. (Fuente: http://fuentepalmera.org/cast/peu.htm).
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NOTA DEL AUTOR: En mi trabajo "La evolución de los pinsapares malagueños" de 1988, premiado en 1989 con el primer premio sobre Conocimiento y Protección de la Serranía de Ronda, describo como el declive del viñedo en Yunquera a finales de siglo XIX, ocasionado por la plaga de la filoxera (1878), provocó una aguda crisis económica y demográfica (Justicia A, y Ruiz J. D., 1987) y tuvo una enorme trascendencia en la evolución del pinsapar de Yunquera. Aún hoy día se pueden encontrar restos de los muros realizados en los bancales de las laderas de la sierra; un ejemplo de ello lo encontramos en la umbría de "Los Lajares", hoy cubierta de un denso bosque de pinsapar joven (más información aquí).

viernes, 16 de agosto de 2019

Reencuentro con el Dr. Laurent Minoux en Villefranche-Sur-Mer el 22 de julio de 2019

Los trabajos forestales en el pinsapar de Yunquera en las memorias de José Pino Rivera (Parte XIII)

El pasado 22 de julio de 2019 he tenido el privilegio de reunirme con el Dr. Laurent Minoux en Niza (Francia), casi cuarenta y cuatro años después de su visita al pinsapar de Yunquera (ver la entrada de este blog Visita del Dr. Laurent Minoux el 9 de septiembre de 1975). En tal ocasión, yo, mozalbete de doce años de edad, me uní al grupo guiado por mi padre. Las imágenes 1, 2 y 3 fueron tomadas durante esa excursión a la sierra.

Imagen 1
Vista de Yunquera desde la finca del Pimentón. Fotografía tomada por Laurent Minoux el 9 de septiembre de 1975, de regreso de la visita al pinsapar. Fuente: Archivo personal de José Pino Rivera.
Imagen 1: Vista de Yunquera desde la finca del Pimentón. Fotografía tomada por Laurent Minoux el 9 de septiembre de 1975, de regreso de la visita al pinsapar. Fuente: Archivo personal de José Pino Rivera.

Imagen 2
Vista de El Convento y alrededores. Fotografía tomada por Laurent Minoux el 9 de septiembre de 1975. Fuente: Archivo personal de José Pino Rivera.
Imagen 2: Vista de El Convento y alrededores. Fotografía tomada por Laurent Minoux el 9 de septiembre de 1975. Fuente: Archivo personal de José Pino Rivera.

 Imagen 3
Vista de el pinsapar de la umbría de  Los Lajares, cabecera de la Cañada de la Violeta y cabecera del Caucón; en el centro la Loma de Cabello. Fotografías tomadas por Laurent Minoux el 9 de septiembre de 1975. Fuente: Archivo personal de José Pino Rivera.
Imagen 3: Vista de el pinsapar de la umbría de  Los Lajares, cabecera de la Cañada de la Violeta y cabecera del Caucón; en el centro la Loma de Cabello. Fotografías tomadas por Laurent Minoux el 9 de septiembre de 1975. Fuente: Archivo personal de José Pino Rivera.

Unas semanas antes, y con motivo de un viaje familiar a Niza (Francia), le propuse reunirnos y comer juntos. Grande fue mi alegría cuando el Sr. Minoux me escribió mostrándo tambien gran interés. Se fijó el encuentro para el mediodía del lunes 22 de julio de 2019, en Villefranche-Sur-Mer, preciosa localidad costera cercana a Niza, ciudad donde reside.

 Imagen 4
Laurent Minoux y el autor de este blog en nuestro encuentro en Villefranche-Sur-Mer el pasado 22 de julio de 2019. Fuente: Archivo personal de José Pino Díaz.
Imagen 4: Laurent Minoux y el autor de este blog en nuestro encuentro en Villefranche-Sur-Mer el pasado 22 de julio de 2019. Fuente: Archivo personal de José Pino Díaz.

La comida en el Restaurante Trastevere de Villefranche-Sur-Mer,  invitados por el Sr. Minoux, deliciosa y entrañable se alargó por varias horas. Tuvimos ocasión de recordar su visita al pinsapar de Yunquera en 1975 y de hablar de mi padre y de tantos otros que, con su trabajo y dedicación, han contribuído enormemente a la recuperación de los pinsapares de la Sierra de las Nieves. Fue un verdadero placer conversar con el Sr. Minoux, persona muy culta y de educación exquisita, su buen conocimiento de nuestro idioma, lo hizo más fácil; le estoy enormemente agradecido por sus atenciones. Al finalizar la comida dimos un pequeño paseo por Villefranche-Sur-Mer y conocer el encanto de esta localidad mediterránea de la Costa Azul.

Como doctor en Geología, buen botánico y amante de Andalucía, que lo es, le llevé el libro "Guía de la flora y vegetación del Andévalo: faja pirítica España-Portugal", editado por la Consejería de Medio Ambiente y coordinado por Consuelo Santa-Bárbara Carrascosa, Benito Valdés Castrillón y Guillermo Ceballos Watling (2008) (en este enlace se puede descargar por capítulos en PDF). El Sr. Minoux tuvo a bien regalarme y dedicarme un libro de su biblioteca personal, adquirido en Almería en 1984 (Ex Libris L. Minoux), titulado "Malas hierbas de Almería y su importancia socio-económica", de G. Kunkel (ver la entrada del blog Parte VIII), editado por la Editorial Cajal en 1983, con 60 láminas de Anne, esposa de Kunkel, (ver imágenes 5 y 6).

Imagen 5
Portada del libro "Malas hierbas de Almería y su importancia socio-económica", de G. Kunkel, editado por la Editorial Cajal en 1983. Fuente: Archivo personal de José Pino Díaz.
Imagen 5: Portada del libro "Malas hierbas de Almería y su importancia socio-económica", de G. Kunkel, editado por la Editorial Cajal en 1983. Fuente: Archivo personal de José Pino Díaz.

Imagen 6
Dedicatoria de Laurent Monoux del libro "Malas hierbas de Almería y su importancia socio-económica", de G. Kunkel, editado por la Editorial Cajal en 1983; recuerdo de nuestro encuentro-comida en el Restaurante Trastevere de Villefranche-Sur_Mer, el 22 de julio de 2019. Fuente: Archivo personal de José Pino Díaz.
Imagen 6: Dedicatoria de Laurent Monoux del libro "Malas hierbas de Almería y su importancia socio-económica", de G. Kunkel, editado por la Editorial Cajal en 1983; recuerdo de nuestro encuentro-comida en el Restaurante Trastevere de Villefranche-Sur-Mer, el 22 de julio de 2019. Fuente: Archivo personal de José Pino Díaz.


sábado, 10 de agosto de 2019

Dificultades en las primeras siembras de pinsapo en el monte de Yunquera (años 1970-1972)

Los trabajos forestales en el pinsapar de Yunquera en las memorias de José Pino Rivera (Parte XII)

Los resultados de las primeras experiencias de siembra de semilla de pinsapo en el pinsapar de Yunquera fueron muy dispares. En su escrito de 3 de junio de 1972 (Imagen 1) José Pino Rivera, refiriéndose al estado de las siembras efectuadas el otoño de 1970 y la primavera de 1971, comenta que las:


... siembras de semillas efectuadas bajo mata con una rascadura producida sobre el suelo con azadilla, se mantienen sobre el 15% en Cabecera de Bellina y Puerto de Bellina; en la Umbría del Barranco de Enmedio, el 35%; en Puerto de las Palomas y Cuevas de las Palomas, en siembra bajo mata pero con una cavada profunda con la misma herramienta, se mantienen el 65% de las plantitas nacidas con vigorosidad, se observa que a mayor profundidad mejor sobreviven las plantitas, siendo sus principales enemigos, el terreno seco, el ratón de monte y el conejo. 

Imagen 1
Escrito de José Pino Rivera dirigido al Ingeniero Jefe del Servicio Hidrológico-Forestal de Málaga, de 3 de junio de 1972, sobre siembras de pinsapo.  Fuente: Archivo personal de José Pino Rivera.
Imagen 1: Escrito de José Pino Rivera dirigido al Ingeniero Jefe del Servicio Hidrológico-Forestal de Málaga, de 3 de junio de 1972, sobre siembras de pinsapo.  Fuente: Archivo personal de José Pino Rivera.

José Pino venía observando el escaso éxito de las siembras de pinsapo, ya fueran la de piñas completas como las de piñón, principalmente según él, debido a los daños causados por los roedores. Ideó un sistema de siembra de semillas de pinsapo que empleaba botes reciclados de hojalata (del tipo de leche condensada) que protegían la semilla hasta su germinación. Lo puso en práctica en los primeros días de febrero de 1970 en los alrededores de la Cueva del Agua y en el Prado del Caballo (ver imagénes 2, 3 y 4)

Imagen 2
Escrito de José Pino Rivera dirigido al Ingeniero Jefe del Servicio Hidrológico-Forestal de Málaga, de 6 de febrero de 1970, sobre siembra de semilla de pinsapo empleando botes de hojalata (1).  Fuente: Archivo personal de José Pino Rivera.

 Imagen 3
Escrito de José Pino Rivera dirigido al Ingeniero Jefe del Servicio Hidrológico-Forestal de Málaga, de 6 de febrero de 1970, sobre siembra de semilla de pinsapo empleando botes de hojalata (2).  Fuente: Archivo personal de José Pino Rivera.

Imagen 4
Escrito de José Pino Rivera dirigido al Ingeniero Jefe del Servicio Hidrológico-Forestal de Málaga, de 6 de febrero de 1970, sobre siembra de semilla de pinsapo empleando botes de hojalata (3).  Fuente: Archivo personal de José Pino Rivera.
Imágenes 2, 3 y 4: Escrito de José Pino Rivera dirigido al Ingeniero Jefe del Servicio Hidrológico-Forestal de Málaga, de 6 de febrero de 1970, sobre siembra de semilla de pinsapo empleando botes de hojalata.  Fuente: Archivo personal de José Pino Rivera.

Se habían realizado con anterioridad repoblaciones con plantitas, más bien a modo de ensayo y con carácter testimonial, por la falta de conocimientos y de experiencia previa, que no como solución en repoblaciones de amplias superficies. Según Calvente ("Repoblaciones y trabajos de regeneración en el Pinsapar de la Sierra de las Nieves", 1996), el Patrimonio Forestal del Estado, después de la compra al Ayuntamiento de Ronda en 1945 de los montes "El Pinsapar de la Sierra de las Nieves" y "Los Quejigales", realiza una pequeña repoblación en la zona baja de " La Cañada del Cuerno", mediante  planta de cepellón en maceta, con desigual resultado.

En el ABC de Sevilla de 9 de septiembre de 1959, páginas 5 y 7, en un reportaje titulado "Pinsapos, pinos y eucaliptos; árboles nobles y árboles plebeyos" firmado por Luis Ceballos, se lee respecto al pinsapo:

Los forestales españoles saben muy bien la rareza y el valor que tiene este abeto mediterráneo, cuya área, aunque muy reducida, no se limita a la sola masa de Grazalema, de propiedad particular; pues hay otras masas más importantes en la Sierra de la Nieve, términos de Tolox, Ronda y Yunquera, que en gran parte pertenecen al Estado, el cual se preocupa de su defensa y mejora (este mismo año se han colocado 20.000 pinsapos de tres años, criados en maceta, en las zonas del pinsapar donde son mayores las dificultades de obtener repoblación) y recoge todos los años las semillas para repartir a los servicios de repoblación.

En otra mancha natural de pinsapo que existe en la sierra Bermeja de Genalguacil y Estepona, que por cierto es la localidad clásica de la especie, se ha logrado, con especiales trabajos de rozas y binas, favorecer la expansión del abeto a expensas del pino negral, que puebla el resto del monte; este pequeño pinsapar, el de aspecto más majestuoso, tiene hoy casi duplicada su área inicial. 

Una vez en explotación el vivero de la Cueva del Agua (ver la entrada del blog, Parte IX), creado en la primera quincena de 1972, el plan de repoblación de Juan Rodríguez de Velasco y Rodríguez, para el periodo  de 15 de octubre a 15 de noviembre, preveía la plantación de 22.000 golpes de Abies pinsapo en bolsa, directamente debajo de las matas (ver imagen 5).

Imagen 5
Plan de repoblación del año 1972 del Monte Pinar de Yunquera, firmado por Juan Rodríguez de Velasco Rodríguez y dirigido a José Pino Rivera.  Fuente: Archivo personal de José Pino Rivera.
Imagen 5: Plan de repoblación del año 1972 del Monte Pinar de Yunquera, firmado por Juan Rodríguez de Velasco Rodríguez y dirigido a José Pino Rivera.  Fuente: Archivo personal de José Pino Rivera.

José Pino en su parte quincenal de trabajos de la primera quincena de noviembre de 1972 (ver imagen 6) recoge los trabajos efectuados en el Monte Pinar de Yunquera, estos fueron: plantación de 11.350 bolsitas de pinsapo y recolección de 800 kg de semillas de pinsapo, y 11.250 bolsitas en el Monte Morenas de Briñuelas de Yunquera (ver la entrada  de blog, Parte III). 

 Imagen 6
Parte quincenal de trabajos de la primera quincena de noviembre de 1972 de José Pino Rivera.  Fuente: Archivo personal de José Pino Rivera.
Imagen 6: Parte quincenal de trabajos de la primera quincena de noviembre de 1972 de José Pino Rivera.  Fuente: Archivo personal de José Pino Rivera.
 
Según Calvente (1996) hasta 1983 la superficie repoblada en el Monte Pinar de Yunquera alcanzó las 768 hectáreas, de las cualés: 358 has de siembra, 270 ha de planta en bolsa y 140 ha de planta a raíz desnuda (ver la entrada del blog, Parte I). 
 

Empleo en repoblaciones ornamentales y en jardinería.

El pinsapo ha sido empleado desde su descripción científica ("Notice sur l'Abies pinsapo"), además de en repoblaciones forestales, en repoblaciones ornamentales y en jardinería. 
 
A. Barbey, nieto de Boissier, en "A travers les forêts de Pinsapo d'Andalousie" (1931), el pinsapo más viejo en jardines de Europa lo plantó su abuelo en su finca de Valeyres-sous-Rances, situada en el cantón suizo de Vaud; ver "El pinsapo más antiguo de Europa Central proviene de semillas de Yunquera".
 
Por su parte Soto García, García Viñas y Pérez Bujarraba, en "Descripción del híbrido Abies x masjoannis" (2004) comentan que:
A finales del s. XIX se introdujeron ejemplares de pinsapo en Europa, América y Asia (en 1838 E. Boissier sistematizó el Abies pinsapo). Buena parte de nuestras provincias de los pisos mediterráneo húmedo y seco albergan pies de pinsapo con edades de 50 a 150 años; algunos de ellos con orígenes sorprendentes. También se realizaron pequeñas plantaciones en Espinelves (Girona, 1860-1911), El Escorial (Madrid, 1905), Viznar (Granada, 1905), Orcajo (Zaragoza, 1920), Ternero (enclave burgalés en La Rioja, 1945), Lanjarón (Granada, 1958-1965), Leza (La Rioja, 1975), Sotillos de Caracena (Soria, 1975) y Canillas de Albaida (Málaga, 1977).
En jardinería se han obtenido varios híbridos del pinsapo. Según Soto García, García Viñas y Pérez Bujarraba:

Un año antes de la sistematización de A. pinsapo E. Boissier entregó a Vilmorin (de la sociedad mercantil Vilmorin-Andrieux, propietaria del jardín botánico, vivero y campo de experiencias dendrológicas más importantes del mundo en aquella fecha) media docena de piñones de esta especie recogidos en Yunquera (España) en otoño de 1837, que fueron sembrados en Verrières donde nació el primer ejemplar descrito y considerado como el decano de los pinsapos cultivados. El primer ensayo de hibridación artificial en el género Abies fue obtenido también en Verrières con resultado positivo en 1867 por Louis de Vilmorin, entre A. cephalonica macho y A pinsapo hembra consiguiendo el híbrido A. x Vilmorini Mast. con el cual pudo constatar, además, su fertilidad a través de nuevas observaciones en pies de la generación filial (Vilmorin, 1906).
Otro híbrido de pinsapo, en este caso, con abeto blanco es el híbrido Abies x masjoannis = A. alba Mill. x A. pinsapo Boiss. cuya existencia era conocida  
desde el año 1910 aproximadamente (Parque de El Retiro, Madrid, y Señorío de Bértiz, Oyeregui-Oronoz, Navarra), pero en los catálogos divulgativos de ambos lugares se consideró siempre como A. pinsapo Boiss. hasta que en el 2000 fueron identificados y dados a conocer comoAbies x masjoannis
Como curiosidad, comentar que en el ABC de Madrid de 19 de enero de 1930, en su página 65, figura un anuncio publicitario de El Cultivador Moderno (Barcelona) con precios de venta de árboles forestales, entre ellos, Abeto pinsapo de 2 años, de 20 a 25 cms, a 200 pesetas el millar.
 

lunes, 5 de agosto de 2019

Visita del fotógrafo checo Rudolf Janda en el verano de 1983

Los trabajos forestales en el pinsapar de Yunquera en las memorias de José Pino Rivera (Parte XI)

Rudolf Janda, fotógrafo checo de la naturaleza, visitó los pinsapares de Yunquera y Ronda el verano de 1983. Se alojó en la casa forestal de Yunquera (imagen 1) y lo acompañó José Pino Rivera, Agente Forestal del ICONA (imagen 2). En una carta fechada el 16 de noviembre de 1983 en Ostrava, Rudolf Janda le decía:

Estimado Sr. Pino, crea usted por favor que le quedamos sinceramente reconocidos no sólo por su hospitalidad, sino también por lo instructivo de las informaciones técnicas que nos estuvo dando a lo largo de nuestras excursiones.

Fruto de su visita al pinsapar es un extenso albúm fotográfico. Algunas de las instántaneas que realizó las podemos ver al final de esta entrada del blog. El pie de foto de cada una de ellas es la transcripción de las anotaciones originales de José Pino en los albumes de fotos de su archivo personal.

Imagen 1
Rudolf Janda en el salón de la casa forestal de Yunquera (1983). Fuente: Archivo personal de José Pino Rivera.
Imagen 1: Rudolf Janda en el salón de la casa forestal de Yunquera (1983). Fuente: Archivo personal de José Pino Rivera.

Imagen 2
Rudolf Janda y José Pino Rivera (1983). Fuente: Archivo personal de José Pino Rivera.
Imagen 2: Rudolf Janda y José Pino Rivera (1983). Fuente: Archivo personal de José Pino Rivera.

Rudolf Janda nació el 26 de septiembre de 1907 en Frenštát pod Radhoštěm y falleció el 26 de septiembre de 2000 en Ostrava, ciudad de la región de Moravia (República Checa). Hoy en día es reconocido como un prestigioso artista especializado en fotografía de la naturaleza.

El 13 de septiembre de 2007 el Museo de Ostrava inauguró la exposición "Paisajes", en el centenario del nacimiento de Rudolf Janda (en este enlace a la página de la web de Radio Praga en español encontrarás una breve semblanza bibliográfica de Rudol Janda en texto y en audio).

Según Jiri Siostrzonek, del Instituto de Fotografía de la Universidad de Silesia en Opava, "Rudolf Janda produjo cerca de 15000 negativos en blanco y negro y 8000 en color, y su nombre aparece en algunas enciclopedias internacionales, pero su obra es relativamente poco conocida. ¿Por qué este hombre, que conoció a los principales exponentes de la vanguardia de entreguerra, decidió seguir trabajando completamente solo y permanecer en su región natal, en lugar de buscar que su nombre se hiciese célebre? La respuesta probablemente esté en el hecho de que para él sus fotografías eran anotaciones de su diario personal, las hacía principalmente para sí mismo y no consideraba la necesidad de exponerlas. Si él ganó alguna riqueza, esta no fue económica, sino la de haberse podido encontrar en este mundo con aquello que podemos llamar belleza" (Fuente: Radiodifusión Checa 7, Radio Praga, 2007). Un ejemplo de su obra es la fotografía Bílá Opava que se muestra a continuación.

Imagen 3
Bílá Opava - Rudolf Janda. Fuente: OriginalArte https://www.originalarte.com/en/auction/61-ceskoslovenska-fotografie/23-bila-opava-rudolf-janda
Imagen 3: Bílá Opava - Rudolf Janda. "...para él sus fotografías eran anotaciones de su diario personal, las hacía principalmente para sí mismo y no consideraba la necesidad de exponerlas. Si él ganó alguna riqueza, esta no fue económica, sino la de haberse podido encontrar en este mundo con aquello que podemos llamar belleza" (Jiri Siostrzonek, del Instituto de Fotografía de la Universidad de Silesia en Opava).
Fuente de la fotografía: OriginalArte.

Galería fotográfica que recoge una muestra de imágenes de Rudolf Janda tomadas durante sus visitas a los pinsapares de Yunquera y Ronda en el verano de 1983.

Imagen 4
Vista desde el Puerto del Saucillo hacia el Filar de Los Mármoles, con cortafuegos sobre pinar de halepensis, a la izquierda cañada del pinsapar de El Saucillo; al fondo el Cerro del Cuco, a 1660 m de altitud (verano de 1983). Autor Rudolf Janda. Fuente: Archivo personal de José Pino Rivera.
Imagen 4: Vista desde el Puerto del Saucillo hacia el Filar de Los Mármoles, con cortafuegos sobre pinar de pino halepensis, a la izquierda cañada del pinsapar de El Saucillo; al fondo el Cerro del Cuco, a 1660 m de altitud (verano de 1983). Autor Rudolf Janda. Fuente: Archivo personal de José Pino Rivera. 

Imagen 5
Vista desde la salida del Llano de La Casa por la vereda que conduce hacia el Puerto de Bellina; pinsapar de la Cañada del Saucillo a derecha e izquierda; abajo Loma de la Macetilla; al fondo en lontananza Sierra Blanquilla y Sierra Prieta (verano de 1983). Autor Rudolf Janda. Fuente: Archivo personal de José Pino Rivera.
Imagen 5: Vista desde la salida del Llano de La Casa por la vereda que conduce hacia el Puerto de Bellina; pinsapar de la Cañada del Saucillo a derecha e izquierda; abajo Loma de la Macetilla; al fondo en lontananza Sierra Blanquilla y Sierra Prieta (verano de 1983). Autor Rudolf Janda. Fuente: Archivo personal de José Pino Rivera. 

 Imagen 6
Vista tomada más adelante que la anterior, viendo con más amplitud  la masa de pinsapar del Barranco del Saucillo (verano de 1983). Autor Rudolf Janda. Fuente: Archivo personal de José Pino Rivera.
Imagen 6: Vista tomada más adelante que la anterior, viendo con más amplitud  la masa de pinsapar del Barranco del Saucillo (verano de 1983). Autor Rudolf Janda. Fuente: Archivo personal de José Pino Rivera. 

Imagen 7
Vista desde el Puerto del Hoyo de Bellina: pinsapar, pinar de silvestres, Tajo de Las Albercas y Puerto de Bellina; al fondo Sierra de Alcaparain y Cuenca del Río Turón hacia Ardales (verano de 1983). Autor Rudolf Janda. Fuente: Archivo personal de José Pino Rivera.
Imagen 7: Vista desde el Puerto del Hoyo de Bellina: pinsapar, pinar de pino silvestre, Tajo de Las Albercas y Puerto de Bellina; al fondo Sierra del Caparain y Cuenca del Río Turón hacia Ardales (verano de 1983). Autor Rudolf Janda. Fuente: Archivo personal de José Pino Rivera. 

Imagen 8
Vista desde el Puerto del Hoyo de Bellina, plantas de Lavándula lanata, pinsapos guachapones y pinos silvestres (verano de 1983). Autor Rudolf Janda. Fuente: Archivo personal de José Pino Rivera.
Imagen 8: Vista desde el Puerto del Hoyo de Bellina, plantas de Lavándula lanata, pinsapos gachapones y pinos silvestres (verano de 1983). Autor Rudolf Janda. Fuente: Archivo personal de José Pino Rivera. 

 Imagen 9
Dando vista a la Cueva del Agua, en primer plano el camino forestal a la Cueva del Agua entre tallos de pino pinaster, más adelante pinar del Llano de Las Palomas, más adelante Tajo del Arca con pinar alrededor de pinaster; en el fondo la Sierra de Alcaparaín, con una humareda procedente de incendio, a su derecha Sierra Blanquilla y terrenos de la finca de El Chorrito  (verano de 1983). Autor Rudolf Janda. Fuente: Archivo personal de José Pino Rivera.
Imagen 9: Dando vista a la Cueva del Agua, en primer plano el camino forestal a la Cueva del Agua entre tallos de pino pinaster, más adelante pinar del Llano de Las Palomas, más adelante Tajo del Arca con pinar alrededor de pino pinaster; en el fondo la Sierra del Caparaín, con una humareda procedente de incendio, a su derecha Sierra Blanquilla y terrenos de la finca de El Chorrito  (verano de 1983). Autor Rudolf Janda. Fuente: Archivo personal de José Pino Rivera.

 Imagen 10
Dando vista a la Cueva del Agua, en primer plano el camino forestal a la Cueva del Agua entre tallos de pino pinaster, más adelante pinar del Llano de Las Palomas, más adelante Tajo del Arca con pinar alredor de pinaster; en el fondo la Sierra de Alcaparaín, con una humareda procedente de incendio, a su derecha Sierra Blanquilla y terrenos de la finca de El Chorrito  (verano de 1983). Fotogafía igual a la anterior pero desde una cota más elevada. Autor Rudolf Janda. Fuente: Archivo personal de José Pino Rivera.
Imagen 10: Dando vista a la Cueva del Agua, en primer plano el camino forestal a la Cueva del Agua entre tallos de pino pinaster, más adelante pinar del Llano de Las Palomas, más adelante Tajo del Arca con pinar alrededor de pino pinaster; en el fondo la Sierra del Caparaín, con una humareda procedente de incendio, a su derecha Sierra Blanquilla y terrenos de la finca de El Chorrito  (verano de 1983). Fotogafía igual a la anterior pero desde una cota más elevada. Autor Rudolf Janda. Fuente: Archivo personal de José Pino Rivera. 
 
 Imagen 11
Peña promontorio en el Canalizo de las Tres Puertas; a su entrda y al pie, plantación y siembra de semilla de pinsapo entre aulagar (verano de 1983). Autor Rudolf Janda. Fuente: Archivo personal de José Pino Rivera.
Imagen 11: Peña promontorio en el Canalizo de las Tres Puertas; a su entrada y al pie, plantación y siembra de semilla de pinsapo entre aulagar (verano de 1983). Autor Rudolf Janda. Fuente: Archivo personal de José Pino Rivera. 

Imagen 12
Pinsapo de Las Escaleretas (T.M. de Parauta); perímetro del tronco 3,40 m (verano de 1983). Autor Rudolf Janda. Fuente: Archivo personal de José Pino Rivera.
Imagen 12: Pinsapo de Las Escaleretas (T.M. de Parauta); perímetro del tronco 3,40 m (verano de 1983). Autor Rudolf Janda. Fuente: Archivo personal de José Pino Rivera.

 Imagen 13
Fotografía del entrecasco del Pinsapo El Moreno (T.M. de Yunquera) (verano de 1983). Autor Rudolf Janda. Fuente: Archivo personal de José Pino Rivera.
Imagen 13: Fotografía del entrecasco del Pinsapo El Moreno (T.M. de Yunquera) (verano de 1983). Autor Rudolf Janda. Fuente: Archivo personal de José Pino Rivera. 


Imagen 14
Imagen 14: Pinsapo "El Moreno" en la Cañada de Bellina, entre pimpollos de pinsapo (verano de 1983). Autor Rudolf Janda. Fuente: Archivo personal de José Pino Rivera.