martes, 24 de octubre de 2023

Nota sobre los incendios forestales en la Sierra de las Nieves

    La problemática de los incendios forestales de los montes de la provincia de Málaga viene de antaño. A final del siglo XIX los incendios forestales eran una de las principales causas de deterioro de la riqueza forestal malagueña (Pacheco, 1879)[1]. Durante el periodo 1874-1909 destacaron algunos municipios de la comarca de la Serranía de Ronda por el número de incendios (entre 11 y 25) y por la superficie afectada (entre 100 y 500 ha) (ver Imagen 1), aunque ésta notablemente inferior a la de los grandes incendios forestales actuales (Araque y otros, 1999)[2]. Valga como ejemplo de ello el incendio de 07/08/1991 que arrasó 8.074 ha y que destruyó total o parcialmente nueve bosquetes de pinsapo en los términos municipales de Istán, Parauta y Tolox (Ortiz y otros, 1994)[3 y 4]

Imagen 1

 Distribución municipal de superficie incendiada 1874-1909 (Araque y otros, 1999)

Imagen 1: Distribución municipal de la superficie incendiada en Andalucía en el epriodo 1874-1909. Fuente: E. Araque Jiménez, J.D. Sánchez Martínez, E. Moya García y R. Pulido Mérida. "Los incendios forestales en Andalucía y Extremadura durante el tránsito de los siglos XIX al XX" en Incendios históricos. Una aproximación multidisciplinar, pp. 163-217. Baeza: Universidad Internacional de Andalucía. 1999.

 

    Durante las últimas décadas varias son las circunstancias que han determinado la existencia actual en la Sierra de las Nieves de extensas superficies arboladas y de matorral con un alto riesgo de incendio:

  • la migración de población de las zonas rurales a la ciudad y a la costa, con el consiguiente abandono de cultivos agrícolas y de cambio de uso a forestal y la notable disminución de la actividad pecuaria extensiva y de su cabaña ganadera,

  • el extraordinario incremento de la superficie forestal pública debido a la repoblación forestal, y

  • la insuficiente inversión en gestión selvícola de las nuevas masas forestales.

    En la actualidad la aprobación de una normativa más rigurosa en incendios forestales ha venido a regular el empleo del fuego en tareas agrícolas y ganaderas, especialmente en la eliminación de restos vegetales, y en actividades recreativas, turísticas y fabriles en el monte. Ello, junto con la organización y puesta en funcionamiento de un dispositivo profesional de extinción, ha supuesto un avance muy importante en el control de este grave problema ambiental.

    No obstante lo anterior, los incendios forestales constituyen hoy en día la principal amenaza para los pinsapares (Cortés Molino y otros, 2023)[5]

    En la Imagen 2 se puede observar como la superficie recorrida por el incendio forestal del 19 y 20 de octubre de 1975 del Llano de los Jaguarzos se quedó justo en el límite del pinsapar de la cañada del Saucillo y muy próximo al pinsapar de  la cañada de los Mármoles.

Imagen 2

 Imagen aérea del vuelo de 1977 del Llano de los Jaguarzos en el Monte de Yunquera. Se observa la zona siniestrada en el incendio de octubre de 1975.

 Imagen 2: Fotografía aérea del vuelo de 1977 donde se observa la zona siniestrada por el incendio forestal de 1975 del Llano de los Jaguarzos. Autor: José Pino Díaz.

 

    Durante el periodo 1970-1984 los incendios forestales ocurridos en los montes del término municipal de Yunquera (Málaga) y sus proximidades, según los informes y partes de incendio que constan en el Archivo personal de José Pino Rivera[6], fueron los siguientes (ver Imagen 3): 

  • IF-13/09/1970 Cerro del Muelle, 
  • IF-29/09/70 La Rana, 
  • IF-08/1970 Peñoncito, 
  • IF-31/10/71 Cerro de los Porqueros, 
  • IF-05/04/1974 Querencias, 
  • IF-22/08/74 Puerto de las Abejas, 
  • IF-29/10/74 Las Lomas, 
  • IF-07/06/1975 Barranco del Monje, 
  • IF-10/1975 Llano de los Jaguarzos, 
  • IF-10/1976 Morenas de Briñuelas, 
  • IF-03/12/1979 Solana de las Camaretas, 
  • IF-18/03/1981 Roza del Escribano, 
  • IF-23-24/03/1981 Cerro del Médico, 
  • IF-9-10/08/1981 Monte Aguilera Pto. Janón, 
  • IF-22/08/1981 Los Buhos, 
  • IF-24/08/1981 Los Horcajos, 
  • IF-28-29/11/1981 Chaparralejo, 
  • IF-29-30/11/1981 Querencias, 
  • IF-12/06/1983 Morenas de Briñuela, 
  • IF-13/08/1983 Peñoncito, e 
  • IF-22-24/09/1984 Sierra Prieta.

 Imagen 3

 Incendios forestales del periodo 1970-1984 en los montes de Yunquera (Málaga) y cercanías, según el archivo personal de José Pino Rivera. Autor José Pino Díaz.

Imagen3: Incendios forestales del periodo 1970-1984 en los montes de Yunquera (Málaga) y cercanías, según el archivo personal de José Pino Rivera. Autor José Pino Díaz.

 

    En la imagen 3 se ha incluído además el incendio forestal "IF-01/08/1882 Cerro de la Cruz". El periódico "'La Lealtad, diario político de Granada", en su número 2803, de 1 de agosto de 1882, publicó la siguiente noticia sobre este incendio: la [Guardia Civil] de Yunquera, pueblo de la misma provincia, ha cooperado eficazmente á la extinción de un incendio que se declaró en el monte pinar del Estado, conocido por el Cerro de la Cruz, recorriendo el fuego unas 300 fanegas de tierra (unas 181 hectáreas de superficie).

 

Bibliografía

[1] F. de Asís Pacheco. "El Imparcial en Provincias. Málaga. XI. Guardería de montes y repoblación". El Imparcial Diario Liberal, viernes 28 de febrero de 1879.

[2] E. Araque Jiménez, J.D. Sánchez Martínez, E. Moya García y R. Pulido Mérida. "Los incendios forestales en Andalucía y Extremadura durante el tránsito de los siglos XIX al XX" en Incendios históricos. Una aproximación multidisciplinar, pp. 163-217. Baeza: Universidad Internacional de Andalucía. 1999.

[3] F.J. Ortiz Botella, J. Molina Vázquez, M. Romero, J. Jáuregui Arana, R. Maldonado Caro y L. Osuna Beviá.  "Impactos causados por el incendio de 1991 sobre formaciones de pinsapos de la Serranía de Ronda". Jábega, no 74, pp. 81-85, 1994.  

[4] F.J. Ortiz Botella, J. Molina Vázquez, M. Romero, J. Jáuregui Arana, R. Maldonado Caro y L. Osuna Beviá. "Mapa de los bosquetes de pinsapo afectados por el incendio forestal del 07/08/1991 de la Sierra de las Nieves" en  Archivo documental de José Pino Rivera, memoria digital de la vida profesional de un forestal en la provincia de Málaga. Accesible online en https://jpinod02.github.io/archivojosepinorivera/item.html?id=coll386, recuperado el 26/10/2023. 

[5] A. Cortés-Molino, I. Aulló-Maestro, I. Fernandez-Luque, A. Flores-Moya, J.A. Carreira y A.E. Salvo. "Using ForeStereo and LIDAR data to assess fire and canopy structure-related risks in relict Abies pinsapo Boiss" forests. PeerJ. Accesible online en https://peerj.com/articles/10158/, recuperado el 22/10/2023.

[6] J. Pino Díaz. "Incendios forestales del periodo 1970-1984 en los montes de Yunquera (Málaga) y cercanías" en Archivo documental de José Pino Rivera, memoria digital de la vida profesional de un forestal en la provincia de Málaga. Accesible online en https://jpinod02.github.io/archivojosepinorivera/item.html?id=coll283,  recuperado el 26/10/2023.
 


domingo, 22 de octubre de 2023

Nota sobre la restauración de los bosques de la Sierra de las Nieves

En la década de 1750 a 1760 los bosques de la Sierra de las Nieves bajo la jurisdicción del Departamento de Marina de Cádiz comenzaron a agotarse tras años de explotación (Ruíz García, 2018)[1]. La situación general de la riqueza forestal no mejoró a lo largo del siglo venidero, principalmente debido a las políticas públicas desamortizadoras. Y esto a pesar de que la clasificación de los montes públicos en enajenables y no enajenables, encargada en 1859 al Cuerpo de Ingenieros de Montes, significó la prohibición de la venta del 95% de la superficie forestal de propiedad municipal en la provincia de Málaga[2]. A final de siglo XIX las necesidades del sector forestal en Málaga según Francisco de Asís Pacheco (1879)[3] se reducían a dos: a la de conservar la que tenemos y a la de ir estudiando y planteando seriamente los medios de aumentarla. De aquí las reformas indispensables que reclama la guardería de montes y la urgencia con que es preciso proceder a la repoblación de los mismos. Para Pacheco las causas que menoscababan la riqueza forestal malagueña eran las cortas fraudulentas, los incendios, el desorden en el aprovechamiento de los pastos y la impunidad de los infractores.

En 1877 se aprobó la Ley sobre Repoblación, Fomento y y Mejora de los montes públicos con el objetivo principal de repoblar las cuencas hidrográficas para proteger los suelos y embalses. En 1901 se crearon las Divisiones Hidrológico-Forestales y en 1935 el Patrimonio Forestal del Estado. Fue a partir de 1941 cuando se inició una gran actividad repobladora. Alberto Garzón Blanco (1999)[4] calcula que entre 1940 y 1980 se repoblaron en la provincia de Málaga 40.088,5 ha. En la actualidad, como resultado de estas repoblaciones forestales y en lo referente a la Sierra de las Nieves, el 20,62% (4.151,21 ha) de la superficie del parque natural y el 14,68% (14.211,56 ha) de la superficie del ámbito territorial del Plan de Ordenación de Recursos Naturales[5] lo ocupan formaciones arboladas de coníferas (principalmente pinares de repoblación de Pinus pinaster y Pinus halepensis).

Sirva como ejemplo de esta actividad repobladora el Decreto de 14 de mayo de 1956 que declaró la utilidad pública y necesidad y urgencia de la ocupación, a efectos de su repoblación forestal, de diferentes terrenos situados en los términos municipales de El Burgo, Ronda y Yunquera, para evitar que por efectos de la erosión disminuyera ostensiblemente la capacidad de embalse del pantano del Conde de Guadalhorce, y que permitió que, entre 1968 y 1983, y sólo en lo referente al monte de Yunquera y al Abies pinsapo, se repoblaran 768 ha (Álvarez Calvente, 1996)[6]. Estas labores de repoblación y demás tratamientos selvícolas han favorecido la restauración natural del pinsapo y una dinámica positiva de regeneración (Salmoral Portillo y otros, 2008)[7].

APD en Pinsapar de Yunquera. Autor José Pino-Díaz, 2016.
 

Bibliografía

[1] V. Ruiz García. La provincia marítima de Segura (1733-1836): poder naval, explotación forestal y resistencia popular en la España del Antiguo Régimen. Granada: Universidad de Granada, tesis doctoral, 2018.

[2] Ministerio de Fomento. Clasificación General de los Montes Públicos hecha por el Cuerpo de Ingenieros del ramo en cumplimiento de lo prescrito por Real decreto de 16 de febrero de 1859 y Real orden de 17 del mismo mes y aprobada por Real orden de 30 de septiembre siguiente. Madrid: Imprenta Nacional, 1859.

[3] F. de Así Pacheco. “El Imparcial en Provincias. Málaga. XI. Guardería de montes y repoblación”. El Imparcial Diario Liberal, viernes 28 de febrero de 1879.

[4] A. Garzón Blanco. La repoblación forestal en Málaga (1940-1980). Málaga: Servicio de Publicaciones de la Diputación Provincial de Málaga,1999.

[5] Consejería de Medio Ambiente y Ordenación del Territorio. Decreto 162/2018, de 4 de septiembre, por el que se aprueban el Plan de Ordenación de los Recursos Naturales del ámbito de Sierra de las Nieves y el Plan Rector de Uso y Gestión del Parque Natural Sierra de las Nieves. Sevilla: BOJA, 2018.

[6] M. Álvarez Calvente. “Repoblaciones y trabajos de regeneración en el pinsapar de la Sierra de las Nieves (Málaga)” presentado en Jornadas técnicas internacionales sobre recuperación de pinsapares, Grazalema, 1996.

[7] G. Salmoral Portillo, R.M. Navarro Cerrillo, J.R. Guzmán Álvarez,y R. Sánchez Salguero. “Evaluación de los trabajos de repoblación para favorecer la restauración del pinsapar de la Sierra de las Nieves (1960-2007)” en Actas de la IV Reunión sobre repoblaciones forestales, Cuadernos de la Sociedad Española de Ciencias Forestales, no. 28, pp. 95-102, 2008.

miércoles, 8 de marzo de 2023

Observaciones sobre la diseminación y germinación del pinsapo en el pinsapar de Yunquera (1976).

En el cuadrante Sur-Oeste de la provincia de Málaga, incluida la Serranía de Ronda, se da un mosaico de microclimas, caracterizados por una gran falta de agua en verano y una evapotranspiración estival muy acusada. Circunstancias que condicionan la vegetación y que se hacen notar de manera extrema en las solanas y más débilmente en las umbrías [1].

En los tratados de selvicultura el pinsapo se clasifica como árbol de "media sombra" por sus requerimientos de luz durante la germinación y crecimiento inicial. En el monte de Yunquera (Málaga) las mejores masas de pinsapo se encuentran en las zonas de exposición Norte, que ofrecen mayor humedad y sombra (Pino Rivera, 1976).  

Una de las personas que más experiencia directa atesoró sobre los trabajos selvícolas realizados en el pinsapar de Yunquera fue José Pino, guarda forestal responsable del monte de Yunquera (Málaga) entre 1969 y 1983. De 1976 es su nota manuscrita [2] sobre la dispersión de las semillas de pinsapo. Anotó lo siguiente:

Según observaciones efectuadas, la reproducción natural se realiza después de la desintegración de la piña, quedando de ella solamente un eje o vástago interior, una vez separadas las brácteas que dejan en libertad el piñón o semilla, la cual por ser alada es dispersada por los vientos que en ese momento actúan.

La dispersión de las semillas, el área ocupada, depende de la velocidad del viento. El viento predominante en este área de la serranía es de componente Sur-Este, por ello las mejores masas de pinsapo se encuentran en las zonas de exposición Norte, que además ofrecen mayor humedad y sombra. Esta especie necesita mucha luz y poco calor. Si a la hora de la madurez de la piña el aire es suave y a su vez hay lluvias, la dispersión de la semilla se realizará en un área muy pequeña, por ello se vienen realizando siembras artificiales.

El área poblada natural está condicionada a la dirección de los vientos y a la pluviosidad anual, que debe ser del orden de los 800 milímetros anuales o más. Si en  verano cae algún chubasco las siembras o plantaciones están aseguradas.

Solamente puede asegurar su permanencia aquella semilla que ha tenido la posibilidad de germinar bajo la protección de una mata, arbusto o árbol, ha tenido contacto con el suelo lo suficiente para enraizar y ha vencido al principal enemigo natural de sus primeros años, el sol del periodo estival.

Las siembras hay que protegerlas bajo matas o taparlas con ramitas secas con el fin de que al germinar las semillas no sean quemadas por el sol. Igual ocurre con las plantaciones, hasta que las plantitas no tengan varios años de edad no puede quedar expuesta al sol del verano.

Imagen 1

Fotografía del manuscrito inédito de José Pino Rivera, de marzo de 1976, donde recoge observaciones sobre la diseminación y germinación del pinsapo en el pinsapar de Yunquera (Málaga). Fuente: Archivo de José Pino Rivera.
Imagen 1: Fotografía del manuscrito inédito de José Pino Rivera, de marzo de 1976, donde recoge observaciones sobre la diseminación y germinación del pinsapo en el pinsapar de Yunquera (Málaga). Fuente: Archivo de José Pino Rivera.
 

Entre 1976 y 1977 se abrió la pista forestal de la solana del Caucón, cuyo firme se mejoró con una capa de áridos. Transcurridos unos años, semillas de pinsapo germinaron y prosperaron en el margen de la pista a plena exposición al sol (ver Imagen 2).

Imagen 2

Fotomontaje realizado con dos imágenes del borde de la pista de la solana del Caucón, monte Pinar de Yunquera (Málaga). La imagen de la izquierda, de 1988, muestra un grupo de plantas de pinsapo alineadas en el margen de la pista. La imagen de la derecha, tomada en 2017, muestra el mismo grupo de pinsapos, casi treinta años después. Autor de la fotografías: José Pino-Díaz.
Imagen 2: Fotomontaje realizado con dos imágenes del borde de la pista de la solana del Caucón, monte Pinar de Yunquera (Málaga). La imagen de la izquierda, de 1988, muestra un grupo de plantas de pinsapo alineadas en el margen de la pista. La imagen de la derecha, tomada en 2017, muestra el mismo grupo de pinsapos, casi treinta años después. Autor de la fotografías: José Pino-Díaz.
 

Dos circunstancias favorecieron el arraigo, supervivencia y desarrollo de las plantitas de pinsapo. Pimera, el movimiento de tierras realizado al abrir la pista aumentó la capacidad de retención de agua del suelo, y, segunda, la capa de áridos con la que se mejoró el firme disminuyó la desecación y mantuvo suficiente humedad en el suelo. Tal como en los cultivos enarenados, la capa de áridos, de albedo alto, refleja una alta proporción de la radiación incidente (r = 0,26) y rompe la capilaridad del suelo bajo ella. 

Comentada tal circunstancia en la Jefatura Provincial del ICONA en Málaga, se realizó una experiencia de siembra en 1980 en la zona próxima al Hoyo de Millán (ver Imagen 3).

 Imagen 3

Fotomontaje realizado con dos imágenes del Hoyo de Millán, en el monte Pinar de Yunquera (Málaga). La imagen superior tomada en 1999, y la imagen inferior en 2017. Se observa la evolución de la vegetación árbórea de pinsapo y de pino carrasco en el periodo de 18 años transcurridos entre una y otra. Autores de las fotografías: Carlos Javier Pino Díaz y  José Pino-Díaz.

Imagen 3: Fotomontaje realizado con dos imágenes del Hoyo de Millán, en el monte Pinar de Yunquera (Málaga). La imagen superior tomada en 1999, y la imagen inferior en 2017. Se observa la evolución de la vegetación árbórea de pinsapo y de pino carrasco en el periodo de 18 años transcurridos entre una y otra. Autores de las fotografías: Carlos Javier Pino Díaz [3] y  José Pino-Díaz.
 
 
Se abrieron unos hoyos de repoblación, se cubrieron de capa de áridos finos de la zona y se sembraron con pinsapo. Actualmente la zona presenta un pinsapar joven y vigoroso (ver Imagen 4).

Imagen 4
 
La zona del Hoyo Millán en las fotografías de los vuelos de 1977 y de 2020. Se observa la pista forestal que discurre por la zona y la evolución de la vegetación después de los trabajos selvícolas y de repoblación y regeneración realizados. Autor del fotomontaje: José Pino Díaz.
Imagen 4: La zona del Hoyo Millán en las fotografías de los vuelos de 1977 y de 2020. Se observa la pista forestal que discurre por la zona y la evolución de la vegetación después de los trabajos selvícolas y de repoblación y regeneración realizados. Autor del fotomontaje: José Pino Díaz.
 

Bibliografía

[1] Pino-Díaz, J. (1991). El Abies pinsapo Boiss y sus limitaciones ecológicas. Boletín del Colegio Oficial de Ingenieros Técnicos Forestales, 9, pp. 20-25.

[2] Pino Rivera, J. (1976). Texto manuscrito que recoge observaciones del autor sobre el Abies pinsapo Boiss en Yunquera (Málaga). Inédito. 

[3] Pino Díaz, C. J. (1999). Proyecto de repoblación experimental de pinsapo (Abies pinsapo Boiss) con riego por goteo. Inédito.  

domingo, 12 de febrero de 2023

Observaciones sobre la cabra montés en la Reserva Nacional de Caza de la Serranía de Ronda (1976).

El origen del Coto Nacional de la Serranía de Ronda fue la finca "Sierra Blanca  de Ojén", coto privado de caza y propiedad de José Aurelio Larios y Larios, III marqués de Larios y II marqués del Guadiaro. En 1943 el Patrimonio Forestal del Estado compró la finca, prohibió la caza, la acotó al pastoreo y la dotó de Guardería Forestal [1]

El Coto Nacional de la Serranía de Ronda se creó (Ley de 23/1948, de 25 de diciembre) para conservar y aprovechar especies de caza mayor, especialmente cabra montés y corzo [2]. Posteriormente el Coto Nacional pasó a denominarse Reserva Nacional de Caza de la Serranía de Ronda (Ley 1/1970, de 4 de abril). Años más tarde, la Junta de Andalucía amplió con terrenos de montes de su propiedad los límites de la Reserva (Decreto 182/2005, de 26 de julio). Actualmente, tras la declaración del Parque Nacional de la Sierra de las Nieves (Ley 9/2021, de 1 de julio) la caza deportiva y comercial se considera incompatible en los terrenos del parque nacional. 

En marzo de 1976 José Pino, guarda forestal del ICONA en Yunquera (Málaga) y guía de caza de la Reserva Nacional de Caza de la Serranía de Ronda, escribió un texto sobre la cabra montés (Capra pyrenaica hispanica Cabrera) de una extensión de seis cuartillas por ambas caras (ver detalle en la Imagen 1), fruto de sus experiencias y observaciones en los montes de Yunquera (Málaga), en la Sierra de las Nieves.   

 Imagen 1

Primera cuartilla manuscrita del relato de José Pino Rivera, de 31/03/1976, sobre la cabra montés en la Reserva Nacional de Caza de la Serranía de Ronda. Fuente: archivo personal de José Pino Rivera.
Imagen 1: Primera cuartilla manuscrita del relato de José Pino Rivera, de 31/03/1976, sobre la cabra montés en la Reserva Nacional de Caza de la Serranía de Ronda. Fuente: archivo personal de José Pino Rivera.

Observaciones sobre la cabra montés en la RNC de la Serranía de Ronda

El macizo de la zona Norte de la Reserva Nacional de la Serranía de Ronda se encuentra enclavado en la Sierra de las Nieves, situada entre los términos municipales de Parauta, Ronda, Tolox y Yunquera, de la provincia de Málaga.  

En este entronque de riscos, tajos, canalizos, bosques de Abies pinsapo y calvas subalpinas nevadas, tiene su hábitat una población de cabras monteses (Capra pyrenaica hispanica Cabrera) que da excelentes ejemplares, como los cazados hasta la fecha por numerosos cazadores, debido primero a la extraordinaria labor desarrollada durante dos décadas por la Subsecretaría del Ministerio de Información y Turismo y la guardería de dicho organismo. 

Posteriormente, después de un lustro desde que la reserva pasó en 1970 bajo la dirección y control del Servicio Provincial del ICONA en Málaga, iniciada la gestión por el hoy Sr. Inspector Regional, Sr. Carrera Morales, que con tanto acierto y entusiasmo imprime a su labor, siendo no menos valiosa la labor desarrollada por el director de la reserva, Sr. Gómez-Guillamón, y absorbiendo parte de la guardería forestal del ICONA el desempeño del control, cuidados, conservación y realización de cacerías, en colaboración con el antiguo personal de guardería del Servicio  de Pesca Fluvial, Caza y Parques Nacionales, tienen como resultado el excelente rendimiento de la reserva, en cuanto a la cantidad y abundancia de trofeos.

En cuanto a la población actual de cabra montés se mantiene prácticamente inalterable, debido al trasvase, como un manantial, hacia todos los montes y sierras que rodean la reserva y que tienen condiciones de hábitat idóneas y de tranquilidad debido a la creación del Coto Social de El Burgo-Ronda y los cotos privados de los términos municipales de Yunquera, Alozaina, Casarabonela, Carratraca, Ardales, etc. Esto da lugar a que el área de dispersión geográfica ocupada por la cabra montés sea cada día mayor, augurándose un futuro para dicha especie cada día mejor.

La longevidad del macho montés puede calcularse entre 13 y 15 años y la de las hembras entre 17 y 20 años. La hembra puede dar crías hasta los 15 y 17 años. El macho montés puede dar un buen trofeo en el área de la Serranía de Ronda con nueve o diez años, siendo excelente a los 12 o 14 años. 

Los machos y hembras viejos deben ser eliminados porque por envejecimiento degeneran la descendencia y no dejan cubrir a los más jóvenes, luchando por el mando de los rebaños, siendo a veces a muerte, dependiendo de la capacidad de resistencia para la lucha, osadía y audacia, llegando a enriscar a su contrincante alevosamente si este se descuida.

Las hembras estériles y las hembras viejas plantean dos problemas a la proliferación de la especie, las estériles se pasan todo el ciclo de cubrición absorbiendo a los machos, hasta que estos las detestan, no faltándole siempre el macho joven que la cubra. La cabra vieja además de dar cabritillos degenerados o defectuosos, absorbe la atención de los machos que cubren, ejerciendo su autoridad jerárquica sobre las demás hembras, dando lugar a que en zonas en que no haya machos suficientes, la cubrición sea deficiente, y si es realizada por ejemplares viejos, habrá muchas cabras vacías. Los cabritillos degenerados físicamente son la dieta de águilas reales y alimañas, lo que da lugar a que se efectúe el control natural por dichos depredadores. 

Tanto las cabras monteses como las especies predadoras se mantienen normalmente en un territorio que puede dar alimento y seguridad. Cuando aumenta la población, tanto una especie como otras, emigran a otros lugares guiados por los más inteligentes. Este es el motivo por el que se produce la dispersión de especies, tanto en el área de la serranía como en otros enclaves. El motivo de la emigración en ocasiones es debido a la falta de pastos o a la falta de tranquilidad, por la intervención de cazadores o pastoreo de ganado caprino, bovino u ovino. Una reserva debe de extirpar estos perjuicios para que sea estable y sana ya que otras especies que estén domesticadas transmiten enfermedades y provocan su dispersión, dando lugar al descenso de la población en el área afectada.

La cabra montes tiene necesidad de dominar los picos y alturas de los riscos y montañas. ¡Qué cazador o aficionado no ha observado con la magnificencia que nos ofrece el macho montes con su silueta indiscutible sobre los riscos más altos de un filar o picos de la sierra, ofreciendo con arrogancia la majestuosidad de dicha silueta! Pues bien, es en las alturas donde la cabra montes se siente más segura, más alimentada, y es donde se consiguen los mejores trofeos de machos sanos. Diversas especies de gramíneas y otras hierbas que son muy nutritivas se encuentran en altitudes de 1500 m. hacia arriba, formando vivares tiernos y frescos hasta bien avanzado el verano. En la estación de invierno en la que las alturas están normalmente invadidas por ventiscas y nieves la cabra montés desciende a las zonas bajas de las laderas, donde los pastos tempranos del otoño han resurgido en la primavera y se les suele ver formando rebaños tomando dichos pastizales, si bien, por tener costumbres nocturnas pastan de noche, pasando todo el día durmiendo una siesta pesada y despreocupada en riscos de altura o bosques de pinsapares cerrados, donde siempre permanece vigilando alguna res avispada. 

Es curioso que, aunque el mando de los rebaños lo lleva un macho o una hembra de los más fuertes, sanos y viejos, hay animales jóvenes avispados que son los guías y vigías, que van a la cabeza de los rebaños. Éstos, cuando detectan peligro, lanzan la alarma poniendo en guardia al jefe del rebaño que, después de su apreciación, determina si hay peligro o no. Es el problema de guardas-guías de caza y cazadores en los recechos, y muy especialmente aquel macho al que se ha disparado varias veces, logrando escapar ileso o pintado. Al menor síntoma de peligro ponen kilómetros de por medio y solamente puede ser cazado de oportunidad y sorpresa, con el regusto normal que supone para el cazador afortunado.       

Los machos enfermos, débiles o envejecidos buscan los lugares más fáciles de pastar al borde de los bosques, lugares donde pueden pastar fácilmente y ocultarse a su vez. Es en estos lugares donde se encuentra el mayor número de trofeos por reses muertas o sacrificadas por alimañas que las han localizado en su refugio. 

La caza de la cabra montés es por naturaleza de alta montaña, es allí donde se plantea el desafío entre el buen ejemplar, la pericia del guarda-guía de caza y la experiencia del cazador, hecho a fuerza de pasar horas de inclemencias de tiempo, sed, hambre y agotamiento por desgaste de energía. Pero allí es donde se dan los más bellos lances de caza, de los que queda el mejor sabor de boca para guías y cazadores. A veces se suele presentar la oportunidad de que a media ladera se encuentra un buen ejemplar, especialmente en época de celo, en estos casos se resuelve la cacería con facilidad, a su vez que se goza de dicha satisfacción de comodidad, que supone un respiro, como no, para el guarda-guía de caza, que ha resuelto la papeleta. Es muy interesante para el cazador novato el que el lograr un buen trofeo le cueste todo el esfuerzo descrito anteriormente, jamás lo olvidará a lo largo de su vida. Así, resulta también interesante para el cazador con madurez el resolver la cacería lo más cómodo y fácil posible. Por ello resulta muy interesante para la guardería el conocer el deseo del cazador en cuestión y con antelación, si es posible localizar la cacería.

Yunquera, a 31 de marzo de 1976.

José Pino Rivera.

Notas

[1] Ver en Áreadoc: La finca "Sierra Blanca de Ojén", coto de caza y propiedad de José Aurelio Larios, origen del Coto Nacional de la Serranía de Ronda (1943).

[2] Ver en Áreadoc: Coto Nacional de la Serranía de Ronda. 

miércoles, 8 de febrero de 2023

Creado el sitio web "Archivo documental de José Pino Rivera; memoria digital de la vida profesional de un forestal en la provincia de Málaga."

Este archivo digital se ha creado:

Como reconocimiento de su labor, normalmente callada y que cuando es conocida merece alabanzas de todos. [1]

M. Álvarez Calvente (1980) [2]

 

Acerca del archivo digital

José Pino Rivera, Las Contadoras (Montes de Málaga) (1932) - Málaga (2018), de la Orden Civil del Mérito Agrícola, desarrolló su labor profesional como guarda forestal, agente forestal y agente de medio ambiente, en el Patrimonio Forestal del Estado (PFE), Instituto para la Conservación de la Naturaleza (ICONA) y Agencia del Medio Ambiente (AMA), en la provincia de Málaga [3].

A lo largo de su vida profesional creó y conservó un archivo documental, testimonio y memoria de un periodo, 1958-2002, de gran actividad forestal y de conservación de la naturaleza en la provincia de Málaga. Entre los documentos del archivo se encuentran certificados, correspondencia oficial, correspondencia privada, cuadernos de registro de trabajos, diplomas, documentos oficiales, fotografías, títulos profesionales, etc.

Pantallazo sitio web Archivo documental de José Pino Rivera

Tomando como fuente el archivo documental de José Pino Rivera, se ha creado este archivo digital que pretende poner a disposición de investigadores, profesionales y personas interesadas un original acervo documental. Destacan los documentos relacionados con:

a) La repoblación forestal de la Sierra de Enmedio de Alfarnate (Málaga). El 7 de noviembre de 1963 el PFE aprobó el consorcio forestal con el Ayuntamiento de Alfarnate de la Sierra de Enmedio. A finales de 1964 José Pino fue encargado de los trabajos de repoblación del monte. La plantación se realizó con pinos (carrasco, laricio y silvestre), siembra de almendros e injertos de almendros bravíos. La labor realizada fue exitosa y el Ayuntamiento de Alfarnate reunido en pleno acordó por unanimidad mostrarle su gratitud y reconocimiento.

b) La conservación y regeneración del pinsapar de Yunquera (Málaga). En 1969 José Pino se hizo cargo de los trabajos de conservación del pinsapar del monte Pinar de Yunquera. Álvarez Calvente (1996) en su comunicación “Repoblaciones y trabajos de regeneración en el pinsapar de la Sierra de las Nieves (Málaga)” escribe que fue en el monte Pinar de Yunquera donde se centraron los trabajos de reforestación y tratamientos selvícolas en lo que al pinsapar se refiere. Entre 1968 y 1983 se repoblaron 768 hectáreas de pinsapo y se realizaron claras (340 hectáreas), desbroces y podas (1625 hectáreas). Según Salmoral Portillo y otros (2008) los trabajos anteriores permitieron “la restauración natural del pinsapo y una dinámica positiva de regeneración”. Durante ese periodo se construyó en el monte de Yunquera una infraestructura de protección contra incendios formada por 14 km de fajas cortafuegos, 33 km de caminos y senderos y 21 km de pistas forestales.

c) La repoblación del monte Morenas de Briñuela en Yunquera (Málaga). El 8 de abril de 1969 el Patrimonio Forestal del estado compró la finca “Morenas de Breñuela” de 193,10 hectáreas por 713.134,25 pesetas. José Pino se reponsabilizó de los trabajos de la repoblación forestal del monte. En julio de 1970 se realizaron 105.475 metros lineales de terraza. Durante el invierno siguiente se realizó la plantación de 220.800 pinos en 110.400 hoyos, a dos plantas por hoyo. La repoblación forestal fue exitosa. El monte fue incluído en el catálogo de montes de utilidad pública en 1971. Hoy forma parte del parque nacional (2021) de la Sierra de las Nieves.

d) La conservacíon de la cabra montés en la Reserva Nacional de Caza de la Serranía de Ronda. Entre las funciones de José Pino se encontraban la policía, custodia y las actividades cinegéticas en los terrenos del Coto Nacional situados en el término municipal de Yunquera (Málaga). Fue creado en 1948 para la conservación y aprovechamiento de la cabra montés y el corzo. La Ley 1/1970 cambió la denominación de Coto Nacional de la Serranía de Ronda a la de Reserva Nacional de Caza de la Serranía de Ronda. Según Gómez-Guillamón (1973) en 1972 se censó una población de 1.385 ejemplares (590 machos, 625 hembras y 170 crías), cifras muy alejadas de los 2 machos, 7 hembras y 4 crías contabilizadas en la finca Sierra Blanca de Ojén, coto de caza propiedad de José Aurelio Larios, adquirida en 1943 por el Patrimonio Forestal del Estado, origen de la futura Reserva Nacional de Caza de la Serranía de Ronda.

 

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Notas 

[1] Frase tomada del oficio de Miguel Álvarez Calvente a José Pino Rivera, de 22 julio de 1982, al que adjunta la carta que F. Günther Christensen escribe a su regreso a Dinamarca, tras la visita de un grupo de forestales daneses al pinsapar. Fuente: Archivo Personal de José Pino Rivera (ver el documento en Áreadoc: "Visita de la Asociación Danesa de Dendrología al pinsapar de Yunquera en 1982".)

[2] Miguel Álvarez Calvente fue Ingeniero Jefe Provincial del Instituto para la Conservación de la Naturaleza en Málaga. 

[3] Ver en Áreadoc "Pepe Pino, la conservación de la naturaleza como vocación y profesión".    

 

jueves, 12 de enero de 2023

El viajero y naturalista Samuel E. Cook y el pinsapo, que no llegó a ver (1829 y 1843).

En 1839 apareció el artículo de Samuel Edward Cook, On the Pinus and Abies, with remarks on a New Species en Annals of Natural History or Magazine of Zoology, Botany, and Geology, vol. III [1]. En este artículo Cook expone, en referencia a la reciente descripción del Abies pinsapo por Boissier (1838), que la existencia en la serranía de Ronda de una nueva especie fue anunciada por él en su obra Sketches in Spain (vol. II, pág. 239), publicada en 1834 [2].

In the paper which was given in a preceding Number (vol. II, p. 163) the general distribution of the genera through Europe was stated, as far as my observations and information at that period enabled me to do. Since that time an addition to our knowledge of this branch has been made by the ascertaining a species which was first announced by me to exist in the mountains of Ronda, the bearings of which on the positions laid down as to the pinology of Europe are too important not to require its introduction into the system. My information respecting it was too vague, except as to the locality, and that it differed from all the species in the vicinity, to enable me to do more than suppose, that, as I had found the upper parts of the Sierra de Cuenca, which bear some analogy to the mountains of Ronda, clothed with P. sylvestris, that it might possibly be that species ; but having only conjecture to guide me, I pub lished the notice with the view of drawing the attention of other travellers to the subject "Sketches in Spain", vol. II, p. 239.

[[En el artículo publicado en el número anterior (vol. II, p. 163, de Annals of Natural History or Magazine of Zoology, Botany, and Geology) [3] se describía la distribución general de los géneros en Europa, en la medida en que mis observaciones e información me lo permitían. Desde entonces, el conocimiento sobre esta rama de la ciencia se ha ampliado con la determinación de una especie cuya existencia fue anunciada por mí en los montes de Ronda, ... Mi información al respecto era demasiado vaga, excepto en lo que se refiere a la localidad, y a que se diferenciaba de todas las especies de la vecindad, para permitirme hacer más que suponer que, como había encontrado las partes altas de la Sierra de Cuenca [ver Figura 1], que tienen cierta analogía con las montañas de Ronda, vestidas con P. sylvestris, que posiblemente se tratara de esa especie; pero teniendo sólo conjeturas para guiarme, lo publiqué con el fin de llamar la atención de otros viajeros sobre el tema en Sketches in Spain (vol. II, pág. 239).]] [4]

 

Figura 1

Distribución de los bosques según especie principal en la Península Ibérica en un corte Norte-Sur. Fuente: Cook, S. E. (1834). Sketches in Spain during the years 1829, 30, 31, & 32: containing notices of some districts very little known of the manners of the people, government, recent changes, commerce, fine arts, and natural history, vol. II, cap. XXIII (Natural History), pág. 243
Figura 1: Distribución de los bosques según especie principal en la Península Ibérica en un corte Norte-Sur. Fuente: Cook, S. E. (1834). Sketches in Spain during the years 1829, 30, 31, & 32: containing notices of some districts very little known of the manners of the people, government, recent changes, commerce, fine arts, and natural history, vol. II, cap. XXIII (Natural History), pág. 243.
 

Efectivamente, en la página 239 del volumen II de Sketches in Spain, capítulo XXIII (Natural History), [5] leemos que en las zonas altas de la Sierra de la Nieve y de San Cristóbal crece una especie de árbol, que no ha podido clasificar por falta de tiempo y que podría ser pino silvestre. 

The Serranía de Ronda terminates the southern section of the forests. In the barrancos and river courses is p. pinaster, which is used at Marbella for smelting the iron ore. Mixed with it, but lower down is halepensis, and to the western side, I believe, the pinea. High up, on the most elevated ridges of the Serranía, is a species I have not been able to classify, and know only by the vague descriptions of the natives, obtained too late to enable me lo visist the place. It grows on San Cristobal, and the Sierra de la Nieve, and is not improbably, from the description, p. sylvestris.

[[En la Serranía de Ronda acaba la sección sobre los bosques del Sur [de España]. En los barrancos y cursos fluviales se encuentra el p. pinaster, que se utiliza en Marbella para fundir el mineral de hierro. Mezclado con él, pero a menor altitud, está el halepensis, y en el lado occidental, creo, el pinea. En las cumbres más elevadas de la Serranía, hay una especie que no he podido clasificar, y que sólo conozco por las vagas descripciones de los lugareños, obtenidas demasiado tarde para permitirme visitar el lugar. Crece en San Cristobal, y en la Sierra de la Nieve, y no es improbable, por la descripción, que sea p. sylvestris.]] [6]

 

Primera visita de Cook a la serranía de Ronda (1829)

El inicio de su viaje a Ronda desde Coín en 1829 (Journey to Ronda.- Coin and La Junquera.- Description of Ronda.- The old and new towns.- Serranía de Ronda) lo describe así en el capítulo I del vol. I, pág. 20,  de Sketches in Spain:

From Coin I proceeded, after crossing the river, to a puerto, or pass, which closes in the Vega at the western end, and entering the Serrania de Ronda through a picturesque country, arrived at La Junquera. There was no posada, only a hovel without beds; but I obtained accommodntion in the house of a respectable man who had been sergeantmajor in the army of Romana and complained of the change of times. The population is composed wholly of labradores, or agricultural labourers, of all ranks. In the morning 1 descended to Borgo de Ronda, which stands in a deep vale, in a most picturesque sítuation, with a lofty mountain overhanging it to the north ...

[[Desde Coín me dirigí, después de cruzar el río, a un puerto, que cierra la vega en el extremo occidental, y entrando en la Serranía de Ronda a través de un pintoresco país, llegué a La Junquera. No había posada, sólo una casucha sin camas; pero conseguí alojamiento en la casa de un hombre respetable que había sido sargento mayor del ejército de la Romana [se refiere al ejército del Marqués de la Romana] que se quejaba de cómo habían cambiado los tiempos. La población está constituída en su totalidad por labradores de todas clases. Por la mañana bajé al Burgo de Ronda, que se encuentra en el fondo de un valle, en una situación muy pintoresca, con una alta montaña al Norte ...]] [7]

 

El árbol de la Serranía del que tuvo conocimiento Cook era el pinsapo, no el pino silvestre como él intuyó. 

Cook desconocía que la primera descripción documentada del pinsapo data de 1655 [8]. Aparece en el segundo tomo de la obra Reforma de Fray Fco. de Santa María, en el capítulo LXIII, titulado Antigüedad de la Santa Iglesia de nuestra Señora de las Nieves y origen de sus ermitaños.
En lo mas riguroso i empinado dellas se halla un arbol (no se si en otra parte de España ay otro semejante) que los Serranos llaman Pinçapo, Dizenme que lo ay en Flandes, i que es lo mesmo que pino blanco; porque la madera que debaxo de la corteça tiene, es blanquisima. Las ramas, que del comun tronco salen, crecen en manera de Cruz, porque de ellas nacen otras, conservando la misteriosa figura con tanta puntualidad, que el arte no le iguala. De estas ramas salen otras i de estas otras, sin perder nunca la figura de la Cruz. Las hojas son espinas, como las del Henebro : La color de la corteza en lo mas antiguo, es de sangre descolorida : En lo tierno de los cogollos es más clara, i viva : I aunque las ramas son estendidas, el tronco camina derecho hacia el cielo, i remata en punta, como el Cipres, que siempre es una Cruz. Por todo lo cual se ve, que la naturaleza no solo es hermosa con su variedad, sino religiosa con las memorias, que nos da de nuestra redempcion, que ha sido la causa porque me he detenido en la noticia de estos árboles, de que los Ermitaños sacan Cruces, que mueven a devoción.
Parece que Cook desconocía también que Simón de Rojas Clemente recorrió la serranía de Ronda [9] acabando la primera década del siglo XIX. Sus apuntes sobre el pinsapo fueron publicados en la edición de 1818 del tratado "Agricultura General" de Gabriel Alonso de Herrera. En sus notas Clemente describió el pinsapo, aunque erróneamente creyó que se trataba del abeto común.
,, El abeto común, llamado pinsapo en el reino de Granada, y también pinabete por los artistas (Pinus picea. Lin. Abies pectinata. Decand.), abunda espontáneo en la sierra del Pinar, en la de Tolox y la de los Reales sobre Estepona, á la altura de unas mil novecientas hasta dos mil cuatrocientas varas sobre el nivel del mar; siendo su zona favorita la subalpina. Gusta de los terrenos calizos y de serpentina; mas no del granito. El tronco es derecho, y se eleva hasta mas de ciento veinte pies. Las ramas salen casi perpendiculares al horizonte, y se encorvan ó arquean hacia el suelo por las estremidades, formando el todo del árbol una especie de cono corto, y ancho por la base. La corteza es blanquecina, débil, quebradiza, y la madera tierna y resinosa. Las piñas son rojizas en su madurez, muy anchas por la base, y su punta mira constantemente al cielo. Es muy célebre y hermoso el pinsapo, que se encuentra en el camino de Ronda á Tolox cerca del puerto de las ánimas, llamado de las siete vigas por sus siete larguísimas ramas ó brazos principales, casi iguales, y distribuidos en derredor del tronco con maravillosa simetría.
Vicente Martínez Montes (1852) [10] sitúa el nacimiento y desarrollo de la ciencia botánica en Málaga a principios del siglo XIX, con los farmacéuticos Félix Haenseler y Pablo Prolongo.
El estudio de los vegetales que espontáneamente crecen en este suelo privilegiado [se refiere al municipio de Málaga], puede decirse que data, de una manera metódica y científica, desde principios de este siglo [se refiere al siglo XIX], en que D. Félix Hanseler comenzó á dedicarse á él, bajo la dirección de nuestro Rojas Clemente, autoridad muy respetable,... A Haenseler siguió, por los años de 1830, D. Pablo Prolongo, quien ha trabajado con grande esmero é inteligencia en la determinación de infinitas especies. [11]
Pues bien, Haenseler y Prolongo, que conocían el pinsapo, continuaron en el error de Simón de Rojas, que el pinsapo era el abeto común. Tuvo que ser Boissier [12], puesto al tanto y ayudado por los dos botánicos malagueños, quien determinara en 1838 que el pinsapo era una nueva especie.

Revenu à la fin de septembre des Alpes de Grenade, je proposai à M. Haenseler une promenade à la Sierra de la  Nieve. Déjà à Yunquera, au pied de la montagne, on nous dit que nos recherches seraient couronnées de succès, et que les cônes étaient presque à leur maturité. En effet, à une hauteur de 3500' environ, nous rencontrâmes les premiers  pieds de pinsapo,  et  notre joie  fut bientôt à son comble à la vue  d'un de ces arbres dont le sommet était chargé de fruits.

[[De regreso a finales de septiembre de Sierra Nevada (Granada), propuse al Sr. Haenseler una excursión a la Sierra de la Nieve. Ya en Yunquera, al pie de la montaña [13], nos dijeron que nuestra búsqueda tendría éxito y que las piñas estaban casi maduras. En efecto, a una altura de unos 3500', nos topamos con los primeros pies de pinsapo, y nuestra alegría no tardó en llegar al ver uno de estos árboles, cuya copa estaba cargada de piñas.]] [14]

El árbol de la Serranía no era el abeto común como creían Simón de Rojas, Haenseler y Prolongo, ni era el pino silvestre como intuyó Cook, sino que era una nueva especie de abeto, el Abies pinsapo Boiss. 

Cook en Annals of Natural History, vol. III, apunta a la reducida extensión del área natural del pinsapo como la causa de que haya sido desconocido [para la ciencia] durante tantos siglos. 

That the Pinsapo should have remained so long unnoticed is less singular than that of many other points connected with the natural history of the same country, which have been left equally unobserved . The locality which it occupies is of small extent ; and it is not only unnoticed by the Moorish writer of Arab agriculture who wrote in the twelfth century, and was well acquainted with the arboreal vegetation of Andalusia, but I believe it was unknown in the Arsenal at Cadiz, where, from the dearth of timber, it would have been invaluable, though its total destruction would have probably been the result of the discovery.

[[El hecho de que el Pinsapo haya pasado tanto tiempo desconocido no es menos singular que muchos otros relacionados con la historia natural del mismo país, que han pasado igualmente desconocidos. La localidad que ocupa es de escasa extensión; y no sólo fue desconocida por los médicos y botánicos árabes del siglo XII [15] que escribieron tratados sobre plantas y agricultura, y que conocía bien la vegetación arbórea de Andalucía, sino que creo que era desconocida en el Arsenal de Cádiz [16], donde, por la escasez de madera, habría sido inestimable, aunque probablemente su destrucción total habría sido el resultado del descubrimiento.]] [17]

 

Segunda visita de Cook a la serranía de Ronda (1843)

Durante 1843 Cook viajó de nuevo por España y al año siguiente publicó su relato con el título Spain an the Spaniards, in 1843 [18]. Durante su visita a la Serranía de Ronda recorrió el camino de Ronda a Marbella por el puerto del Robledal. 

I had travelled by the opposite direction of this route in 1829, but it was very late in the season, and I was desirous of seeing the vegetation at a more agreeable and suitable period of the year. 

[[Había viajado en dirección opuesta en 1829, pero era muy tarde en la temporada, y yo estaba deseoso de ver la vegetación en un período más agradable y adecuado del año.]] [19]

Quiso Cook en esta segunda ocasión visitar el pinsapar "para poder examinarlo a fondo", pero sus informaciones no eran correctas y llegado al puerto del Robledal lo vió muy al Este, en las laderas escarpadas de la cumbre de la Sierra de la Nieve, muy alejado de su posición.      

I had been told that the road passed by the side of the forest of Pinus Pinsapo , and that it crowned the heights above the puerto . In order to be able fully to examine it , I had taken the guide , who was to accompany me in the scramble I had anticipated making amongst the rocks ; but alas ! I was doomed to disappointment ; there were only the traces of a few Pinasters , the last remnants of the forest that had recently been cleared away , and I saw the blackened remains of it at Marbella . The forest of Pinsapos was distinctly visible on the whitened and precipitous sides of the highest peak of the chain ( the Sierra de las Nieves ) , but far to the east , and quite out of reach.

[[Me habían dicho que el camino pasaba al lado del bosque de Pinus Pinsapo, y que coronaba las alturas sobre el puerto [se refiere al puerto del Robledal]. Para poder examinarlo a fondo, me había llevado un guía, que debía acompañarme en la escalada que había previsto hacer entre las rocas; pero, ¡ay! estaba condenado a la decepción; sólo había rastros de unos pocos Pinasters, los últimos restos del bosque que había sido recientemente talado, y del que vi los restos ennegrecidos en Marbella. El bosque de Pinsapos era claramente visible en las laderas blanqueadas y escarpadas del pico más alto de la cadena (la Sierra de las Nieves), pero muy al Este, y bastante fuera de alcance...]] [20]

 

Samuel Edward Cook, "escritor sobre España"  

En el Dictionary of National Biography (vol LXI, pág. 182) [21] se encuentra una biografía sobre Samuel Edward Widdrington, cuyo autor es E. Irving Carlyle. De ella entresacamos que ingresó en la Marina Real inglesa en 1802 y se retiró en 1824, alcanzando el grado de capitán. En 1829 viajó a España. Tras residir durante más de tres años, publicó en 1834 "Sketches in Spain during the years 1829-32". La obra fue el relato más completo sobre España que se había publicado hasta entonces en lengua inglesa. En 1840 asumió el apellido Widdrington, y en 1843 realizó una segunda visita a España, y a su regreso publicó sus experiencias bajo el título "Spain and the Spaniards in 1843". Widdrington fue elegido miembro de la Royal Society el 22 de diciembre de 1842, y también fue miembro de la Royal Geographical Society. Murió en Newton Hall el 11 de enero de 1856.


Bibliografía y notas

[1] Cook, S. E. (1839). On the Pinus and Abies, with remarks on a New Species, en Annals of Natural History (Magazine of Zoology, Botany, and Geology), vol III, pp. 296-303.

[2] Cook, S. E. (1834). Sketches in Spain during the years 1829, 30, 31, & 32: containing notices of some districts very little known of the manners of the people, government, recent changes, commerce, fine arts, and natural history, vol II. Londres, ed. Thomas and William Boone.

[3] Cook, S. E. (1839). On the Genera Pinus and Abies, with Remarks on the Cultivation of some Species, en Annals of Natural History (Magazine of Zoology, Botany, and Geology), vol. II, pp. 163-178.

[4] Párrafo de On the Genera Pinus and Abies, with Remarks on the Cultivation of some Species, en Annals of Natural History (Magazine of Zoology, Botany, and Geology) (vol. III, pág. 296) traducido por el autor del blog.

[5] Cook, S. E. (1834). Sketches in Spain during the years 1829, 30, 31, & 32: containing notices of some districts very little known of the manners of the people, government, recent changes, commerce, fine arts, and natural history, vol I. Londres, ed. Thomas and William Boone.

[6] Párrafo de Sketches in Spain, capítulo XXIII (Natural History) (vol. II, pág. 239), traducido por el autor del blog.

[7]  Párrafo de Sketches in Spain, capítulo XXIII (Natural History) (vol. I, cap I, pág. 20), traducido por el autor del blog.

[8] ] Pino Díaz, J. (2021). "Pinzapo, árbol que solo en este sitio se conoce en España" (Fray Fco. de Santa María, 1655), en Áreadoc. Accesible online en https://areadoc.blogspot.com/2021/02/pinzapo-arbol-que-solo-en-este-sitio-se.html, recuperado el 12/01/2022.

[9] ] Pino Díaz, J. (2020). Visita del naturalista Simón de Rojas Clemente a la Sierra de las Nieves, septiembre de 1809, en Áreadoc. Accesible online en https://areadoc.blogspot.com/2020/05/visita-de-simon-de-rojas-clemente-la_1.html, recuperado el 12/01/2022.

[10] Martínez Montes, V. (1852). Topografía Médica de la ciudad de Málaga. Ed. en Málaga por Ramón Franquelo.

[11] Párrafo de Topografía Médica de la ciudad de Málaga (1852), cap. Botánica, pág. 64.

[12] Boissier, E. (1838). Notice sur l'Abies pinsapo. Bibliothèque Universelle de Genève, Genève. Accesible online en https://bibdigital.rjb.csic.es/records/item/9536-notice-abies-pinsapo, recuperado el 12/01/2023.

[13] Pino Díaz, J. (2019). La Yunquera que conoció el botánico suizo Edmond Boissier en septiembre de 1837, en Áreadoc. Accesible online en https://areadoc.blogspot.com/2019/08/la-yunquera-que-conocio-el-botanico.html, recuperado el 12/01/2022.

[14] Párrafo sobre Notice sur l'Abies pinsapo (pág. 4) traducido por el autor del blog.

[15] Pino Díaz, J. (2022). ¿Por qué el pinsapo no aparece en los tratados andalusíes?, en Áreadoc. Accesible online en https://areadoc.blogspot.com/2022/02/por-que-el-pinsapo-no-aparece-en-los.html, recuperado el 12/01/2022.

[16] Pino Díaz, J. (2021). La visita de inspección de Ciprián Autrán en 1734 a los bosques de la Serranía de Ronda y los montes de Málaga., en Áreadoc. Accesible online en https://areadoc.blogspot.com/2021/02/la-visita-del-capitan-ciprian-autran-al.html, recuperado el 12/01/2022.

[17] Párrafo de Annals of Natural History (vol. III, pág 298) traducido por el autor del blog.

[18] Widdrington, S.E. (1844). Spain and the Spaniards, in 1843, vol. 1. Ed. en Londres.  

[19] Párrafo del capítulo XIII de Spain an the Spaniards, in 1843 (cap. XIII, pág. 261) traducido por el autor del blog.

[20] Párrafo del capítulo XIII de Spain an the Spaniards, in 1843 (Forest of Pinsapos, pág. 284) traducido por el autor del blog.

[21]  Sidney, Lee (1900). Dictionary of National Biography (1900). Ed. en Londres por Smith, Elder & CO.

domingo, 11 de diciembre de 2022

Presentación del texto "Cosas de Tolox" de Manuel Vázquez del Río.

El jueves ocho de diciembre de 2022 ha tenido lugar, en el salón de actos del antiguo mercado de Tolox, la presentación del libro "Cosas de Tolox", de Manuel Vázquez del Río. Escrito entre 1973 y 1975, ha sido publicado gracias al esfuerzo del Ayuntamiento de Tolox, encabezado por Paqui, su alcaldesa, y editado por Ediciones La Serranía. El texto editado corresponde a la transcripción literal del original realizada por José Luis Merchán Puerto en 1994.

"Cosas de Tolox", tal como indica su autor en el prólogo, no es más que un compendio de todas las cosas, de cualquier clase, que yo he sabido de mi pueblo a lo largo de mi vida. ... Todo lo que en él se cuenta, y en esto pudiera consistir algo de su interés, es rigurosamente cierto, aunque a veces pueda parecer exagerado y hasta inverosímil.

La edición de Ediciones La Serranía se inicia con el capítulo, "Semblanza de mi abuelo, Manuel Vázquez del Río", de Ana Lola Moreno Vázquez, que firmo yo también en calidad de investigador del perfil profesional de su abuelo.  

El texto original de Manuel Vázquez consta de tres partes: la primera, que llama “Narraciones”, describe la vida de Tolox a primeros de este siglo XX con sus fiestas, feria, procesiones, los antiguos y célebres Pasos de Semana Santa, el no menos célebre suceso de los Iluminados de Tolox, y después, semblanzas de gentes más o menos notable o chistosa, y un buen número de anécdotas; la segunda parte trata de la historia y de su término municipal; y por último, el “Vocabulario toloxí”, listado de palabras propias del habla de las gentes de Tolox, que se empleaban a finales de l siglo XIX y principios del XX.

Portada y contraportada de Cosas de Tolox de Manuel Vázquez del Río. Editorial La Serranía.

En el 2018 inicié una investigación sobre personas que han intervenido y colaborado a lo largo de los siglos XIX y XX en la conservación y recuperación del pinsapo en la Sierra de las Nieves. Fruto de ella encontré el artículo de Manuel Vázquez del Río "La Sierra de Tolox", publicado en agosto de 1921 en la revista España Forestal (núm. 76, pp. 94-95).

Me pareció de justicia, trás su lectura, reinvidicar la figura de Manuel Vázquez de Río, que yo entendí en ese momento como olvidada, por no citada por otros ilustres compañeros que con posterioridad, más de una década después, visitaron los pinsapares de Tolox y de Yunquera y que en la actualidad son conocidos y reconocidos por su trabajo, y me puse a investigar sobre su persona.  

El 6 de enero de 2020 escribí en Áreadoc una entrada que titulé "... no nos queda más que la esperanza remota de que algún día se declaren Parque Nacional las sierras de Tolox, Junquera, Ronda y Parauta (M. Vázquez del Río, 1921)”.

A esta siguió otra, de 7 de marzo de 2020, titulada “Reivindicando a Manuel Vázquez del Río como uno de los artífices de la recuperación de los pinsapares de Tolox y Yunquera en el primer tercio del siglo XX”.

Ambas entradas en el blog Áreadoc fueron el punto de partida de mi amistad con Ana Lola. Amablemente compartió conmigo documentos y fotografías de su abuelo que me fueron de gran ayuda en la investigación sobre la trayectoria y el legado profesional como ingeniero de montes de Manuel Vázquez.

Como resultado de mis investigaciones escribí en Malagapedia la página Manuel Vázquez del Río. También escribí su biografía en formato Wikipedia. La puedes descargar en el repositorio de la Universidad de Málaga (RIUMA).

Durante 2022 también he participado en el libro de referencia "Sierra de las Nieves Parque Nacional" (2022), de Lunwerg Editores, colección Parques Nacionales de España. Soy el autor del capítulo "La apasionante evolución histórica de los pinsapares de la Sierra de las Nieves durante los siglos XIX y XX". Escribí:

... Manuel Vázquez del Río, ingeniero de montes natural de Tolox, autor del texto “La Sierra de Tolox” publicado en España Forestal en agosto de 1921, apuntó a las continuas cortas y al sobrepastoreo como las principales causas de su destrucción, dejó testimonio de la impotencia con la que trabajaban los forestales durante aquellos años y abogó para que “algún día se declaren Parque Nacional las sierras de Tolox, Junquera, Ronda y Parauta”.

Por último, acabando el año 2022, ha tenido lugar el acto de presentación del texto "Cosas de Tolox". Junto a Paqui y a Ana Lola, he tenido el honor de presentar el libro.

Organizado por el Ayuntamiento de Tolox, ha resultado un emotivo y brillante acto cultural. La ocasión lo requería y el pueblo de Tolox ha destacado por su calurosa bienvenida, asistencia e interés. El salón de actos rebosaba de expectación y de gente de todas las edades. 

Presentando el libro Cosas de Tolox junto a Paqui, Alcaldesa de Tolox, y Ana Lola, nieta de Manuel Vázquez. Tolox 08/12/2022.

 

El salón de actos del antiguo mercado durante la presentación del libro Cosas de Tolox.

A continuación el texto de mi presentación:

Manuel Vázquez del Río (1895-1983), un toloxeño amante de su pueblo y de su profesión forestal.

En estos tiempos el relato de la historia nos llega a veces mediante titulares efímeros o informaciones incompletas o de credibilidad endeble o poco contrastada. Esta es la razón que me llevó a iniciar en 2018 mis investigaciones historiográficas sobre la Sierra de las Nieves y sus gentes.

Así, a resultas de mis primeras averiguaciones, descubrí que, en lo publicado sobre la Sierra de las Nieves, el parque nacional o el pinsapo, no existía referencia alguna sobre el artículo “La Sierra de Tolox” de Manuel Vázquez del Río, publicado en La España Forestal en agosto de 1921.  En mi opinión un interesante artículo, informativo, descriptivo, reinvidicativo e incluso de denuncia. Hagamos un ejercicio de empatía y situémonos en su tiempo.

A mitad del siglo XIX, durante el bienio progresista, reinando Isabel II, se aprueba la conocida como Desamortización de Madoz. Esta ley afectó notablemente al patrimonio forestal del país.

Se encargó al Cuerpo de Ingenieros de Montes una relación de las propiedades forestales cuya venta no era conveniente para el Estado. El 30 de septiembre de 1859 se publicó en la Gaceta de Madrid la Clasificación general de los montes públicos. En el caso de Tolox, quedaron exceptuados de la desamortización cuatro montes:

  • Baldíos                .........    773 ha       Pino carrasco y encina.
  • Janón                  .........    193  “        Pino carrasco y alcornoque.
  • Sierra Bermeja     .........    644  “        Enebro, jara y aliaga.
  • Sierra Blanquilla   .........    644  “        Quejigo, pino carrasco y encina. 
         TOTAL .......................  2.254 ha

Y se incluyeron como enajenables tres montes:

  • Alfaguara          .........     129 ha       Alcornoque.
  • Caballos            .........       64  “              “
  • Rejertilla           .........       32  “              “ 
        TOTAL .......................      225 ha

En este primer listado de montes los datos de superficie eran bastante inexactos y los de especies arbóreas muy genéricos. 

El Catálogo de montes de 1901 vino a corregir muchos errores de la Clasificación General. Así, el monte de Tolox aparece en el Catálogo con una superficie 7.429 ha, frente a las 2.254 ha que le asignaba la Clasificación General.

La situación de los montes de la provincia de Málaga en la segunda mitad del siglo XIX fue denunciada por el periodista y político Francisco de Asís Pacheco en el Imparcial, diario liberal, el 25 y 28 de febrero de 1879. Pacheco denunció la inexistencia de datos fiables sobre los montes, el incumplimiento de la normativa, los desmanes y el desorden producidos en los aprovechamientos, las actuaciones caciquiles y la escasez de medios del distrito forestal de Málaga.

A juicio de Pacheco las necesidades de la provincia de Málaga, en cuanto a riqueza forestal se refiere, podían resumirse en dos: conservar la que tenemos y aumentarla. Y para ello proponía reformar la guardería y proceder con urgencia a repoblar los montes.

Este es el contexto sociopolítico económico del artículo “La Sierra de Tolox”. En línea con lo dicho por Pacheco en 1879, Manuel Vázquez propone conservar y aumentar la riqueza forestal de la sierra y escribe:

... lástima grande que esta sierra no sea objeto de un trabajo especial que conservara esta riqueza de especies, aumentando sus áreas respectivas. 

Y para evitar que continúen las cortas y aprovechamientos abusivos, aboga por la protección de las sierras de Tolox, Yunquera, Ronda y Parauta: 

... a los amantes de ellas no nos queda más que la esperanza remota de que algún día se declare parque nacional.

Acabados sus estudios regresa a Tolox en 1922 agregado a las repoblaciones forestales de las sierras de Tolox, Mijas, Alhaurín el Grande y Gobantes. 

En 1928 se instala en Málaga, encargado del estudio de repoblación de la cuenca del río Guadalmedina. Poco duró su estancia en esta ciudad, el 1 de junio de 1929 se le concede destino en la Alta Comisaría de España en Marruecos. 

En el Protectorado Español, donde llega a ocupar la Jefatura del Servicio de Montes, permanece hasta febrero de 1943. Organiza los viveros para las repoblaciones en Larache y formula por primera vez un plan cuyo objetivo era mejorar las masas forestales del Protectorado. Ejerce de alcalde español en Larache varios años, consigue la erradicación del paludismo endémico de la zona y mejora la conducción y saneamiento del agua. En agradecimiento las autoridades locales le conceden la medalla y diploma de Oficial de la Orden de Mehdauia.

De regreso a la Península ocupa diferentes destinos en la administración forestal: ingeniero jefe de segunda clase en Guadalajara (1943) y Segovia (1948) e ingeniero jefe de primera clase en Cuenca (1958).

En 1964 es nombrado inspector general del Cuerpo de ingenieros de montes. Al año siguiente, en abril de 1965, se jubiló. Ocupaba entonces el puesto de consejero del Consejo superior de montes.

José Pino-Díaz.
Tolox, 8 de diciembre de 2022.