My good: todo está lleno de tags
de Web social para profesionales de la información de Catuxa Seoane
La popularización en la Web de herramientas de bookmarking social popularizan un nuevo modelo para organizar, describir y compartir recursos web, denominado tagging o etiquetado social.
Tal y como afirma Emanuele Quintarelli en Folksonomies: power to the people el tagging es aquel proceso distribuido en el que los recursos u objetos son descritos o caracterizados por medio de tags, (etiquetas, palabras claves en lenguaje natural usadas libremente por cualquier consumidor de esa información sin que exista control de vocabulario). El resultado de ese proceso de clasificación libre, hecha por los usuarios se llama folksonomía, “clasificación hecha por el pueblo”.
Tags, etiquetas, clasificaciones sociales, categorización colaborativa, folksonomias, etc son términos que forman parte ya del voculario propio de la web social y en la actualidad no existe ningún servicio de la denominada Web 2.0 que no permita, ofrezca y además invite a los usuarios a etiquetar sus contenidos por medios de tags (etiquetas): Delicious, Flickr, Youtube, Slideshare…
Una de las razones de su gran éxito que llevo a que la gente enseguida empezara a etiquetar los contenidos en la Web Social es precisamente por la propia naturaleza de la información en formato electrónico (un volumen ingente de información se genera día a día y que se puede encontrar de forma ubicua en diferentes lugares) y por la imperante necesidad que tenemos de describir la información para poder recuperarla en cualquier ocasión por medio de palabras (etiquetas) que signifiquen algo para el consumidor de esta información y que le auxilien en sus buceos por la red.
El etiquetado (descripción de un objeto por medio de etiquetas) conlleva dos motivaciones: la personal y la colectiva o lo que es lo mismo engloba en sí mismo dos antagonismos: el egoismo y la generosidad; lo que que quiere decir que la gente etiqueta por propia necesidad (para poder recuperar los recursos posteriormente) y por un sentimiento colectivo ser partícipe de la comunidad de la que formamos parte (para que otros recuperen recursos que consideramos de interes).
¿Estamos preparados los profesionales de la información para permitir que los usuarios etiqueten, con sus propias palabras clave, los contenidos que nosotros ponemos a su disposición? ¿Seremos capaces de conjugar la rigidez y exactitud de las categorias y los descriptores junto a la flexibilidad y alternativas de las folksonomías y el etiquetado? ¿Qué opinais de esta tendencia, barata, rápida y muy fácil, que hecha por tierra la tradicional tarea del clasificador de elaborar vocabularios controlados, asignar descriptores y categorizar univocamente cada documento?
.: Para entrar en materia y ampliar el concepto del etiquetado social recomiendo la lectura de “Indización Social y Recuperación de Información” publicado por Yusef Hassan Montero en No Solo Usabilidad.