viernes, 15 de noviembre de 2024

De la Costa a Ronda (G. Martín, 1901)

El texto que sigue es una traducción parcial del relato Un coin d'Andalousie de Málaga a Gibraltar et de la côte a Ronda, incluido en el Annuaire du Club Alpin Français [1],  publicado en 1901, y cuyo autor es Georges Martin [2]. 


Un buen día de principios de mayo de 1900, mi compañero y yo salimos de San Pedro a las seis y media de la mañana, escoltados por un guarda privado armado con un fusil y montado en una mula, y un arriero cuya bestia llevaba nuestro equipaje. 

No seguimos la carretera, sino un sendero que sube hasta el origen del valle del Guadaiza, situándonos, durante la mayor parte del camino, más o menos en una cresta que separa la cuenca de este arroyo de la de un río algo mayor, el Río Verde, y de su afluente el Río del Bote. El camino es muy accidentado. Para recorrerlo con seguridad, se necesita el paso seguro de mulas y caballos criados en las montañas. La vista es amplia. A la izquierda, limita con la cresta de la montaña Palmitera, donde se dice que la cabra montés es más pequeña que la de las altas cumbres de los Alpes; a la derecha, por la montaña de La Concha, que domina Marbella; delante, por varios picos, el más destacado de los cuales es la cumbre caliza del Cerro de las Plazoletas, en la Sierra de la Nieve, que alcanza los 1.960 metros; en las laderas de esta montaña, un hermoso manantial brilla al sol y se precipita en cascada al Río del Bote. Junto a este pico hay un puerto, el Puerto de la Refriega, un lugar histórico. Fue aquí donde en 1485 se libró una de las últimas batallas entre los cristianos y los moros que habían sido expulsados de Ronda. A nuestras espaldas, la vista bajaba gradualmente hacia los cultivos de San Pedro y el mar, y en el lejano horizonte se divisaban las nieves del Rif marroquí. En un punto, podíamos ver estas nieves al mismo tiempo, y en otra dirección las de Sierra Nevada. En primer plano, las laderas del valle estaban cubiertas de matorral, dominado por la jara, con sus grandes flores blancas con manchas marrones, y también por bosques de alcornoques, encinas y pinos, cada vez más escasos a medida que aumentaba la altitud.

 

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Imagen: Valle del Guadaiza. Autor Georges Martin. Fuente:  Un coin d'Andalousie de Málaga a Gibraltar et de la côte a Ronda. En Annuaire du Club Alpin Français.   


La ruta es ahora muy segura, pero no siempre fue así. No hace muchos años, una banda de bandoleros se instaló en la zona, saqueando a los escasos viajeros y a los pueblos de los alrededores. Al lado de la carretera, aún se puede ver la casa, ahora en ruinas, donde tenían su escondite y desde donde asaltaban a los viajeros. Estos bandoleros hacían prácticamente imposible viajar entre la costa y Ronda, siendo inútiles todos los esfuerzos de la Guardia Civil, hasta que varios lugareños, asaltados por ellos, regresaron al día siguiente y mataron hasta el último de ellos, tomándose así la justicia por su mano.

A las doce y media llegamos a Puerto Robledal, situado a 1.350 metros, al final del valle del Guadaiza. Aquí hay una mina de hierro magnético, ahora llamada Fuenfría, que nos proporciona agua clara y sabrosos berros para el almuerzo. 

Hay un gran contraste entre los dos lados del puerto Al sur, el rápido valle del Guadaiza, con sus laderas cubiertas de arbustos y árboles, conduce al mar, y las montañas son de origen antiguo, en su mayoría porfídicas. Al norte, las montañas calizas son más escarpadas y pesadas, y el país parece menos accidentado y más duro que el que acabamos de atravesar. Esta impresión persiste a medida que se desciende. El pequeño torrente formado por la Fuenfría y otros manantiales cercanos desaparece pronto entre las rocas, y se camina por mesetas calizas, con ondulaciones cubiertas de arbustos. Aquí recogí un gran ramo de peonías silvestres, para disgusto de mis compañeros nativos. Llamaban a la flor «hierba maldita». Cuando les pregunté por qué la llamaban así, me contestaron: «Es porque provoca erisipela». Desconozco el origen de esta creencia, que parece extendida por toda Andalucía.

En estas mesetas no hay más agua que la de algunos pequeños estanques que deben secarse en verano. Los únicos habitantes que encontramos fueron dos o tres pastores al frente de pequeños rebaños de cabras, bueyes y vaquillas, y algunos pobres campos de cereales separados por varios kilómetros. A veces surgen rocas de entre la maleza, formando montones que recuerdan, con menos variedad y tamaño, a los de Montpellier le Vieux, en las Causses francesas.

Dejamos la sierra una hora antes de llegar a Ronda, y entramos en la ciudad al anochecer, muy contentos con esta expedición a un país pintoresco y casi desconocido. Es cierto que no es muy fácil llegar, al estar lejos de las carreteras principales. Pero no siempre los lugares más visitados son los más interesantes, y espero haber contribuido a demostrarlo con esta breve descripción.

 

Bibliografía y notas

[1] Georges Martin, 1901. Un coin d'Andalousie de Málaga a Gibraltar et de la côte a Ronda. En Annuaire du Club Alpin Français, pp 302-318. Accesible online en https;//gallica.bnf.fr

[2]  Miembro del Club Alpino Francés (Sección de París).


miércoles, 13 de noviembre de 2024

La excursión de 1926 del XIV Congreso Geológico Internacional a la Serranía de Ronda.

Durante el XIV Congreso Geológico Internacional se realizó una excursión a la Serranía de Ronda (ver Imagen 1). El texto descriptivo de la excursión, cuyos autores fueron Domingo de Orueta y Duarte y E. Rubio, fue publicado por el Instituto Geológico de España en 1926 [1]. 


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Imagen 1: Serranía de Ronda. Primer término, gneis; segundo término, peridotitas; tercer término, calizas dolomíticas de Sierra Blanca. Fuente: La Serranía de Ronda por D. Orueta y E. Rubio. Excursión A - 2. XIV Congreso Geológico Internacional, Madrid 1926.
 

El programa de la excursión, de una duración de cinco días, fue el siguiente:

  1. Primer día. La meseta de Ronda. Está rodeada de sierras jurásicas, salvo en esta última dirección. Al Sur, por la Sierra de Cartajima; al Este, por las de los Merinos y Gialda, y al Oeste, por la de los Castillejos y las últimas estribaciones de la de Libar, que corren por el lado occidental del Guadiaro. Por el Norte la prolongan una serie de suaves lomas, que se extienden hasta la divisoria entre el Guadalete y el Guadiaro, al Noroeste de Arriate.
  2. Segundo día. Estudio de las rocas peridóticas y visita a los terrenos comprendidos entre el mioceno, sobre el que reposa la ciudad de Ronda, y el borde de la masa hipogénica, situado a 21 kilómetros de esta población, en la carretera que va a San Pedro Alcántara.
  3. Tercer día. Visita a los Llanos de la Nava y la Torrecilla, con el examen de las calizas cambrianas, y especialmente ver desde la cumbre de la Torrecilla, punto culminante de la Serranía (1.918 metros), la erupción peridótica en su conjunto, y también el cambio de dirección de la cordillera bética, y el gran manchón de pizarras cambrianas de los montes de Málaga.
  4. Cuarto día. Viaje en ferrocarril desde Ronda a Málaga, aprovechando para hacer el corte geológico a lo largo de la vía desde Gobantes a El Chorro.
  5. Quinto día. Visita a los llanos del Juanar, para el estudio y recolección de muestras de las dolomías metamórfícas de aquel paraje.

 

Los autores de la guía consideraron los siguientes límites de la Serranía (ver imagen 2):

 

... por el Norte, el valle del río Guadateba; por el Sur, el mar Mediterráneo; por el Este, el río Guadalhorce, y por el Oeste, el río Guadiaro. Queda así limitada una superficie de forma próximamente trapezoidal, comprendida entre las latitudes 36° 17', paralelo de la desembocadura del Guadiaro, y 36° 57' 30'' , que es, aproximamente, el paralelo del valle del Guadateba, y entre las longitudes 0º 52' y 1º 36' al Oeste del meridiano de Madrid, que son las que corresponden poco más o menos a la parte central de los valles del Guadalhorce y el Guadiaro. La superficie encerrada entre estos límites es, aproximadamente, de unos 2.800 kilómetros cuadrados.

... nos atendremos a la definición que hemos expuesto: en primer lugar, porque entre las sierras que componen dicho conjunto hay una ligazón orográfica muy íntima, que se traduce en otra más íntima todavía en la composición geológica, y en segundo lugar, porque todos nuestros predecesores en el estudio de la Serranía han adoptado para ella los mismos límites que quedan señalados.


 Imagen 2

Croquis orográfico de la Serranía de Ronda. Escala 1:400.000. XIV Congreso Geológico Internacional, Madrid 1916.
Imagen 2: Croquis orográfico de la Serranía de Ronda. Escala 1:400.000. Fuente: La Serranía de Ronda por D. Orueta y E. Rubio. Excursión A - 2. XIV Congreso Geológico Internacional, Madrid 1926.


La guía consta de la "Descripción geográfica y principales rasgos geológicos" de la Serranía (ver el mapa geológico en la Imagen 3), tomada, aunque corregida y ampliada, del texto del "Bosquejo geológico de la parte Sud-Oeste de la provincia de Málaga" (Domingo de Orueta y Aguirre, 1875) [2]. En ella además se describen y clasifican las principales rocas desde el punto de vista petrográfico. Así se describe la Sierra de la Nieve: 

 

La Sierra de la Nieve es un conjunto de elevados cerros que se interpone entre la Sierra de Tolox y la de Burgo. Está abruptamente cortada por su borde Noroeste, que cae al arroyo de la Higuera, afluente del río Turón, y, en cambio, por su borde opuesto, las laderas de sus cerros se unen por gradaciones poco pronunciadas al fondo del páramo. En esta sierra se encuentran los mayores bosques de pinsapos de la comarca. Este curioso árbol (Abies pinsapo) alcanza allí un desarrollo notable, y en los tajos y profundos barrancos del arroyo de la Higuera hay bosques con ejemplares cuya altura llega a 15 metros. El pinsapo de la Serranía sólo se desarrolla a alturas superiores a 1.000 metros y crece preferentemente en las calizas, y sólo en dos sitios (Sierra del Real y Reales de Genalguacil) lo hemos visto desarrollarse en las peridotitas. Este árbol, algunos quejigos y la poca hierba que crece en las hondonadas, son la única vegetación del páramo central.

Todo el conjunto de sierras, desde el puerto del Chaparralejo, Torrecilla, Sierra de la Nieve y meseta central, está formado por caliza blanca de los terrenos cambriano y jurásico, yendo el contacto entre ambos por el arroyo de la Higuera y el borde Noroeste de la meseta. Todo el paisaje allí es, pues, de un color blanco intenso, excepto en un punto, en el extremo Sur del páramo, donde se eleva el cerro de Abanto, primer asomo de la gran masa de rocas peridóticas, que se destaca con su color pardo rojizo de los cerros que lo rodean. Esta masa de peridotitas, que, como veremos más adelante, es uno de los rasgos geológicos más importantes de la Serranía, rodea al páramo central por su base meridional y parte de la oriental. En la primera llega hasta las orillas del río Verde, y en la segunda forma la Sierra Parda, que se destaca de la Torrecilla en el puerto de Coronas.

El cerro de Abanto es el primer jalón de la cordillera principal a partir del páramo. Pasado este cerro desciende la cumbre a la depresión conocida con el nombre de puerto del Robledal, que, aunque no tan alto como el del Pilar, al canza, sin embargo, la cota de 1.340 metros sobre el mar. Por él pasa el camino de arriería que conduce desde Ronda a Istán y Marbella. Geológicamente es notable este puerto por el criadero de magnetita que en él hay, y que está situado precisamente en el contacto de los gneises y dolomias estratocristalinas con la roca eruptiva.

 

   Imagen 3

Imagen 3: Mapa geológico de la Serranía de Ronda . Escala 1:200.000. XIV Congreso Geológico Internacional. Fuente: La Serranía de Ronda por D. Orueta y E. Rubio. Excursión A - 2. XIV Congreso Geológico Internacional, Madrid 1926.


Bibliografía y notas

[1] D. Orueta y E., 1926. La Serranía de Ronda. Excursión A-2, XIV Congreso Geológico Internacional. Instituto Geológico de España. Madrid. Accesible online en https://www.bibliotecadelaserrania.es/download/documentos_pdf/La Serranía de Ronda por D. Orueta y E. Rubio.pdf consultado el 13 de noviembre de 2024.

[2] Orueta y Aguirre, Domingo de (1875). Bosquejo geológico de la parte sud-oeste de la provincia de Málaga. Extracto de las Actas de la Sociedad Malagueña de Ciencias Físicas y Naturales. Málaga. Imprenta de la Revista de Málaga. 33 pp.


viernes, 1 de noviembre de 2024

La Serranía de Ronda, los pinsapares, la Sierra de las Nieves y Sierra Bermeja según la Memoria de la Exposición General Agrícola de 1857.

Del 24 de septiembre al 4 de octubre de 1857 se celebró en Madrid el Concurso-Exposición de los productos agrícolas de la Península, islas adyacentes y provincias de Ultramar (ver Imagen 1). 

El anuncio y convocatoria del Concurso-Exposición se realizó mediante un Real Decreto de Isabel II de 11 de marzo de 1857, a propuesta del Ministro de Fomento Claudio Moyano.  

Con este certamen se pretendía fomentar la agricultura en España, como lo venían haciendo desde el primer tercio del XIX diferentes países de Europa occidental, básicamente Francia e Inglaterra, los ejemplos paradigmáticos a seguir. El lugar donde se celebró esta exposición fue la Montaña del Príncipe Pío. El certamen contaba con diferentes galerías destinadas a contener muestras de semillas, toda clase de frutos, colecciones de maderas, instrumentos de agricultura, corchos, raíces, cortezas, carbones, ciscos, cenizas productos y jugos resinosos, caballos, aves raras, etc. Atención especial mereció el pabellón árabe que se presentó como la obra más notable e importante. Este pabellón estaba destinado a la celebración de los actos oficiales y a la exposición de las flores, plantas y frutos delicados  [1] (ver Imagen 2).

 

 Imagen 1

Artículo extraído de la revista El Museo Universal del 15 de octubre de 1857. Fuente: https://www.memoriademadrid.es/buscador.php?accion=VerFicha&id=35803&num_id=1&num_total=58#
Imagen 1: Artículo de la revista El Museo Universal del 15 de octubre de 1857. Fuente: https://www.memoriademadrid.es/

 
Celebrada la exposición general agrícola se publicó la Memoria y Catálogo [2]. En el apartado "Subclase octava: croquis, reconocimientos forestales, planos, detalles de inventarios de montes, de sus ordenamientos y de aprovechamientos generales" [3], figura una breve descripción forestal de la Serranía de Ronda, los pinsapares, la Sierra de las Nieves y Sierra Bermeja [4], dentro del "Distrito de la terraza de Granada, que comprende las provincias de Málaga, parte de Jaén, Granada y Almería".
 
 
 Imagen 2

Interior del pabellón de actos oficiales y exposición de flores.
Imagen 2: Interior del pabellón de actos oficiales y exposición de flores. 
 
 

La Serranía de Ronda, los pinsapares, la Sierra de las Nieves y Sierra Bermeja

La Serranía de Ronda es poco forestal y por tanto muy seca. Sólo las regiones superiores de la sierra de Yunquera tienen algunos montes de pinsapos (Abies Pinsapo). Estos bosques principian a los 850 metros a 1.140 de altitud; la mayor parte visten la parte superior y suben por el Pico de las Plazoletas. Los pinsapares más espesos y hermosos se hallan en los orígenes del rio Seco y rio Verde; parece que este árbol cubrió en otro tiempo casi toda la Serranía. En la cima se encuentran bosques de una especie peculiar de aquel país, llamada por Boissier Quercus alpestris, y que se halla a la altitud de 1.300 metros. 

La sierra de las Nieves está casi desarbolada, salvo las cercanías del Convento donde abundan los bosques de hoja plana. Tan seca, pero menos desarbolada, se halla la Sierra de Ronda. Del reconocimiento practicado por el Ingeniero D. Antonio Laynez en el pinsapar de la sierra de las Nieves, perteneciente á los Propios de la ciudad de Ronda, resulta que este monte se halla situado a 12 kilómetros al S.E. de dicha ciudad. La superficie que ocupa es de unas 760 ha 65 áreas, de la cual sólo se puede considerar como forestal la de 265 ha 46 áreas, siendo el resto un calvero de roca lavada, sin vegetación alguna. El pinsapo forma los rodales de este monte y crece con bastante lozanía, llegando á adquirir grandes dimensiones, sin embargo de que no se cría en la espesura conveniente. Sus rodales se encuentran en las últimas clases de edad. Carece el monte de vías de comunicación; y esta falta, unida a lo quebrado del terreno, causa que la demanda sea escasa, y que sea muy bajo el precio de las maderas. A los pinsapos les cortan las guías de jóvenes para palas de hornos y otros usos. El famoso del puertecillo de las Animas, camino de Ronda a Tolox, se llama de las Siete hijas, por tener siete ramas, altas, perpendiculares y casi iguales, partiendo en cerco y con simetría, alrededor del centro del tronco, fenómeno hermoso y notable. 

Coronando la sierra Bermeja, de Estepona, Casares, Genalguacil y Tolox se hayan individuos aislados de pinsapo. En la parte inferior forma grandes rodales el pino carrasco (P. halepensis) en los montes de Estepona, Genalguacil, Jubrique, Pujerra, Yunquera, Ronda, Tolox, Casarabonela y Carratraca y superior á esta especie se halla el pino bermejo (P. sylvestris. v. rubra?) particularmente en los montes de Sierra Bermeja. 

Los pueblos de castaña son Júzcar, Parauta, Cartagima, Igualeja, Pujerra no tanto, Parauta muy poco y Jubrique, Alpandeire y Benadalid. Los castaños pueblan por aquí mucha tierra hacia los barrancos, dejando al alcornoque cubrir lo más alto y los intermedios con su verde peculiar. En Júzcar es donde ingertan mas castaños y por eso se lleva este pueblo la palma; generalmente lo hacen de embudillo en Mayo y a veces en Agosto; trasplantan los bravíos o que nacen en los castañares y rara vez los siembran de intento. Por Levante no hay más castaña hasta Sierra Nevada ni por O. hasta el Condado de Niebla. 

En la región inferior aparece la encina dominando a las demás especies, del mismo género, con que suele estar asociada; tal se ve en las laderas del término de Jimera, próximas al rio Guadiaro, en Ronda al Sur del rio de esta villa, en Igualeja al E. del rio Genal y N. y O. del arroyo de Algarra, en Benaojan al O. del rio Guadiaro, en Casares al E. del Genal en Jubrique a las márgenes de los arroyos de Andabalote y en Archidona cerca del arroyo de los Borbollones. 

Inmediatamente después y a mayores alturas se encuentran el alcornoque, y los quejigos: el límite de la región del alcornoque, coincide casi con el del cultivo de la vid y llega hasta unos 400 metros Pasado este límite el alcornoque se presenta como subordinado al quejigo, vegetando éste con mucha lozanía en los montes de Cortes, Gaucín, Benarrabá, Algatocín y O. del término de Tolox en Sierra Blanquilla.

 

Bibliografía y notas

[1] Texto tomado de la descripción de la medalla de concurrencia conmemorativa de la Exposición General Agrícola de 1857. Disponible online en https://ceres.mcu.es/ consultado el 09/11/2024.

[2] Memoria sobre los productos de la agricultura española reunidos en la Exposición General de 1857, presentada al Excelentísimo Señor Ministro de Fomento por la Junta Directiva de aquel concurso. Madrid, Imprenta Nacional, 1859-1861. Disponible online en https://repositorio.bde.es/handle/123456789/5542 consultado el 09/11/2024.

[3] Página 237 de la Memoria sobre los productos de la agricultura española reunidos en la Exposición General de 1857.

[4] Páginas 253 y 255 de la Memoria sobre los productos de la agricultura española reunidos en la Exposición General de 1857.

miércoles, 30 de octubre de 2024

El bosquejo geológico de la parte Sud-Oeste de la provincia de Málaga (D. de Orueta y Aguirre, 1875)

Domingo de Orueta y Aguirre (Málaga, 1833 -1895) [1] es el autor del "Bosquejo geológico de la parte sud-oeste de la provincia de Málaga" [2], presentado en la sesión del día 14 de Setiembre de 1874 de la Sociedad Malagueña de Ciencias Físicas y Naturales. El trabajo es resultado de las excursiones científicas realizadas por el autor y su amigo José Macpherson por la zona Occidental de la provincia de Málaga, empleando como base cartográfica una copia del mapa que el cartógrafo Francisco Coello [3] había enviado a este último. 

Tal como el autor indica en su disertación a la Sociedad Malagueña de Ciencias Físicas y Naturales [4], animado por disponer de una copia del mapa de Coello, que venía a suplir la carencia hasta esa fecha de cartografía fiable, emprendió una serie de excursiones a la zona para estudiar su geología, en la que estaba interesado desde años antes.

 

Hace algunos años que interesado en el estudio de la constitución geológica de esta provincia deseaba recorrer sus diferentes distritos. Conocía la estructura y terrenos de varias localidades y había notado fenómenos que parecían ser de gran importancia, pero como ya os hice presente en una previa ocasión, carecemos aun de carta alguna geográfica de esta parte de Andalucía, que trazada siquiera con mediana exactitud pueda, utilizarse en un estudio científico.

...

Hallábame en este caso cuando mi amigo el Sr. D. José Mac-Pherson, tan ventajosamente conocido en el mundo científico por su admirable descripción geológica de la provincia de Cádiz, me remitió el calco de un mapa de la parte Occidental de la nuestra, cuyo original le habia enviado el Sr. D. Francisco Coello de Madrid. Si bien no era mas que el resultado de los primeros apuntes de dicho inteligente geógrafo, ofrecía en su conjunto tal grado de exactitud, que nos hace doblemente deplorar no haya obtenido todavía dicho señor el número de datos suficientes para dar á la prensa el plano geográfico de esta parte de España. Animado sin embargo con tal adquisición, emprendí una série de escursiones acompañado del mismo Sr. Mac-Pherson, las cuales me han sido muy satisfactorias, tanto por haber tenido ocasión de apreciar la buena amistad y altos conocimientos de mi dicho amigo, como por los admirables y complicados fenómenos geológicos que en ellas he notado.

 

El mapa que Francisco Coello envió a José Macpherson le sirvió a este de base cartográfica para su Croquis Geológico de la Serranía de Ronda, que aparece en su Memoria sobre la estructura de la Serranía de Ronda (1874) [5] (ver Imagen 1). Se intuye además que también sirvió de base para el Mapa Orográfico de la Serranía de Ronda, del Estudio Geológico y Petrográfico de la Serranía de Ronda, de Domingo de Orueta y Duarte (1917) [6] (ver Imagen 2), dada la similitud de ambos.

 

 Imagen 1

Croquis geológico de la Serranía de Ronda de la "Memoria sobre la estructura de la Serranía de Ronda", por José Macpherson Hemas (1874). Imagen editada por José Pino-Díaz.

Imagen 1: Croquis geológico de la Serranía de Ronda de la "Memoria sobre la estructura de la Serranía de Ronda", por José Macpherson Hemas (1874). Imagen editada por José Pino-Díaz.

 

Imagen 2

Mapa Orográfico de la Serranía de Ronda, escala 1:400.000. Fuente: Estudio Geológico y Petrográfico de la Serranía de Ronda, de Domingo de Orueta Duarte. Memorias del Instituto Geológico de España.

Imagen 2: Mapa Orográfico de la Serranía de Ronda, escala 1:400.000. Fuente: Memorias del Instituto Geológico de España. "Estudio Geológico y Petrográfico de la Serranía de Ronda", por Domingo de Orueta Duarte (1917).


Orueta y Aguirre en su disertación a la Sociedad Malagueña de Ciencias Físicas y Naturales, en la sesión del día 14 de Setiembre de 1874, realiza una breve descripción orográfica y geológica de la parte SO de la provincia de Málaga. 

He considerado interesante transcribir a continuación los siguientes párrafos sobre el pinsapo, los pinsapares y los principales accidentes geográficos de la zona: Sierra Blanquilla, Sierra Prieta, Sierra de Tolox, Sierra de la Nieve y Río Grande. En ellos, además de la orografía de la zona, describe la vegetación y el paisaje y hace referencias a las actividades económicas, tal es el caso de los huertos de naranjos, los molinos y las fábricas de paños de Yunquera en río Grande.


El pinsapo

En sus vertientes crece principalmente el bellísimo pino peculiar de nuestra provincia llamado Abies pinsapo, que puede competir en hermosura y gallardía con las Araucarias. Antiguamente se extendía por una zona mucho mas dilatada, formando bosques de grandísima espesura y además de lo que adornaba las montañas era un germen de riqueza para los partidos comarcanos. En el dia, sin embargo, existen muy pocos ejemplares de la dicha especie, que es de temer desaparezca en época cercana, pues a pesar de que según tengo entendido, existen leyes prohibitivas, que impiden su exterminio, toda vez que nadie muestra marcado interés en propagarla, en alguno de nuestros continuos trastornos sociales y políticos pueden seguir dichos árboles la suerte de los demás, que han cubierto nuestros montes.

En esta sierra se encuentran los mayores bosques de pinsapos de la comarca. Este curioso árbol (Abies Pinsapo) alcanza allí un desarrollo notable, y en los tajos y profundos barrancos del arroyo de la Higuera hay bosques con ejemplares cuya altura llega a quince metros. El pinsapo de la Serranía sólo se desarrolla a alturas superiores a 1.000 metros y crece preferentemente en las calizas, y sólo en dos sitios (Sierra del Real y Reales de Genalguacil) lo hemos visto desarrollarse en las peridotitas. Este árbol, algunos quejigos y la poca hierba que crece en las hondonadas son la única vegetación del páramo central.

 

Sierra Blanquilla y Sierra Prieta

El puerto del Chaparralejo, por el que pasa el camino de Puerto del Yunquera a Burgo, y cuya altura es de 829 metros sobre el mar, separa a las Sierras Blanquilla y Prieta de otras que con diversos nombres locales se elevan progresivamente hasta incorporarse a las Sierras de la Nieve y de Tolox, que forman ya parte del nudo central de la Serranía. Este nudo central es una meseta o páramo elevado al que convergen las principales sierras de la región.

 

La Sierra de Tolox

[En la] Sierra de Tolox, ... está situado el punto más alto de la Serranía (1.918 metros), el llamado cerro de las Plazoletas o Torrecilla, que es vértice trigonométrico principal. Este cerro está en realidad un tanto fuera de la cresta de la cordillera, destacándose aislado al Oriente de ella. Sus laderas por este lado descienden bruscamente hacia la Hoya de Málaga, con enormes tajos cortados a pico; y para formarse idea de la magnitud de este salto, basta comparar la cota 1.918 metros de la Torrecilla con la de 473 metros del paraje llamado Los Peñones, a orillas del río de los Horcajos, y observar que la distancia horizontal entre ambos puntos es tan sólo de cuatro kilómetros. 

Dos desfiladeros profundos, de paredes abruptas, se abren entre estos tajos. El situado más al Sur da nacimiento al río de los Horcajos, y el más septentrional al río Grande, que brota de una cuenca muy pintoresca y es extraordinariamente torrencial en la parte superior de su curso, circunstancia que se aprovecha para la producción de fuerza motriz que mueve a varios molinos y a las tan renombradas fábricas de paños de Yunquera. Estos desfiladeros ofrecen al viajero la extraña combinación de un paisaje alpino con otro genuinamente andaluz.

 

La Sierra de la Nieve

La Sierra de la Nieve es un conjunto de elevados cerros que se interpone entre la Sierra de Tolox y la de Burgo. Está abruptamente cortada por su borde Noroeste, que cae al arroyo de la Higuera, afluente del río Turón, y, en cambio, por su borde opuesto las laderas de sus cerros se unen por gradaciones poco pronunciadas al fondo del páramo.

La Sierra de Tolóx, os diré que su parte N se conoce en Ronda con el nombre de Sierra de las Nieves, la cual se eleva en el cónico Peñón de los Enamorados á 1.837 metros sobre el mar, que es la mayor altura de este distrito, después del Cerro de las Plazoletas.

 

 Río Grande

En los estribos meridionales de estas alturas, por el O. y á muy corta distancia de Yunquera, nace Rio Grande, brotando del fondo de una cueva muy salvaje en lo mas recóndito de un profundo y grandioso desfiladero, sirviendo sus aguas de fuerza motriz á numerosas fábricas de paño burdo que se han edificado en dicho sitio, cuya industria es uno de los principales gérmenes de riqueza del referido pueblo. Estos desfiladeros ofrecen al viajero la extraña combinación de un paisaje alpino con otro genuinamente andaluz.

Las cumbres de la Torrecilla, que los limitan por Occidente, están cubiertas de nieve buena parte del año, y en ellas crecen los célebres pinsapos, tan parecidos a los abetos de los Alpes, que coronan los blancos y abruptos tajos de caliza de las paredes del desfiladero. Este salvaje conjunto alpino contrasta de un modo sorprendente con el detalle típicamente andaluz del lecho del río, pues donde quiera que éste forma un remanso y deposita un poco de tierra vegetal, hay un huerto de naranjos, con su pequeña acequia, su casita blanca y sus bancales. Y todo esto brillando con aquella luz intensa y única del cielo de Málaga.

¡Lástima grande que sea tan incómodo y hasta difícil llegar a estos sitios, tan dignos de ser admirados por el turista!

 

Bibliografía y Notas

[1] Domingo de Orueta y Aguirre (Málaga, 15/10/1833 - 19/02/1895). Se dedicó de forma autodidacta al estudio de la Geología, de la que llegó a ser un experto. Sus excursiones geológicas y paleontológicas por la provincia de Málaga dieron como resultado sus cuatro importantes aportaciones sobre la Geología de la misma. En 1872 fundó la Sociedad Malagueña de Ciencias Físicas y Naturales, siendo su primer presidente. Fuente: Biografía de Jesús Castellanos Guerrero, disponible online en https://dbe.rah.es/biografias/27276/domingo-de-orueta-y-aguirre , consultado el 29/10/2024.

[2] Orueta y Aguirre, Domingo de (1875). Bosquejo geológico de la parte sud-oeste de la provincia de Málaga. Extracto de las Actas de la Sociedad Malagueña de Ciencias Físicas y Naturales. Málaga. Imprenta de la Revista de Málaga. 33 pp.

[3] Francisco Coello de Portugal y Quesada (Jaén, 26/04/1822 - Madrid, 30/09/1898). Geógrafo, cartógrafo e ingeniero militar. El Atlas de España y sus posesiones de Ultramar, hito en la historia de la cartografía moderna española, fue su obra más importante. Suministró también la cartografía de base para numerosos mapas temáticos de todas clases, como diversos mapas geológicos de Casiano de Prado, Amalio Maestre, Vilanova, Botella de Hornos y Macpherson. Fuente: Biografía de Francisco Quirós Linares, disponible online en https://dbe.rah.es/biografias/14844/francisco-coello-de-portugal-y-quesada , consultado el 29/10/2024.

[4] La Sociedad Malagueña de Ciencias Físicas y Naturales, creada en 1872, se denomina Academia Malagueña de Ciencias desde el año 2002. Disponible online en https://amciencias.com/ , consultado el 29/10/2024.

[5] Macpherson Hemas, José (1874). Memoria sobre la estructura de la Serranía de Ronda. Imprenta de la Revista Médica, Cádiz. 105 pp., un mapa y siete cortes longitudinales y transversales.

[6] Orueta y Duarte, Domingo de (1917). Estudio Geológico y Petrográfico de la Serranía de Ronda. Memorias del Instituto Geológico de España. Imprenta de Julián Palacios, Madrid. 571 pp., dieciseis láminas, dos mapas y seis cortes geológicos.

sábado, 26 de octubre de 2024

Estudios entomológicos forestales del pinsapo de la Sierra de Ronda (H. Strohmeyer, 1930)

Heinrich Strohmeyer [1], entomólogo forestal alemán, realizó en 1927 un viaje de estudios a las principales sierras españolas, entre ellas la Serranía de Ronda. 

Según escribe en su artículo "Estudios entomológicos forestales del pinsapo de la Sierra de Ronda" (1930) [2]:

 

En las cumbres de la Sierra de Ronda, también conocida como Sierra de la Nieve, se encuentra el último vestigio importante de los antaño extensos bosques de «pinsapos», que el botánico Boissier describió a principios del siglo pasado como Abies Pinsapo. Esta zona forestal, que ocupa unas 600 hectáreas, ha sido estudiada en detalle varias veces desde el punto de vista botánico, pero hasta 1927 no se había realizado un estudio de los insectos forestales dañinos que allí se encuentran (he publicado informes preliminares sobre mis observaciones en las Actas de la reunión de invierno de 1928 del Märkischer Forstverein, publicado por J. Nëumann en Neudamm) [3]

 

Al igual que el botánico Neger, que visitó los pinsapares en 1907 [4], y con el apoyo del Ingeniero Jefe de Montes Eladio Caro [5] y de los responsables forestales locales, organizó la visita al pinsapar tomando como punto de partida la ciudad de Ronda. La noche del 23 al 24 de julio de 1927 salió acompañado de su mujer, un guarda forestal y otro ayudante. Después de más de 6 horas de marcha ininterrumpida llegaron por la mañana al borde inferior del pinsapar, donde hicieron un descanso en una pequeña choza de piedra construida por el guarda forestal [6] (ver Imagen 1).  


Imagen 1

Imagen 1: Choza de piedra del Francisco Molina, guarda del monte "Pinsapar" o monte "Sierra de Nieves" del Ayuntamiento de Ronda. Fotografía de H. Strohmeyer.

 

Strohmeyer comprobó que el pinsapar se caracterizaba por la inexistencia de repoblado natural, a pesar de la abundancia de piñas en los pinsapos (ver Imagen 2).

 

La ladera norte, sobre la que se alzan los pinsapos, resultó ser muy rocosa y pedregosa, por  lo que el desnivel final es variable pero generalmente bajo. Como resultado, los árboles están a menudo ramificados hasta el suelo. Su altura varía en la parte inferior entre 20 a 30 metros, pero disminuye hacia la cresta. Llama la atención la abundancia de conos, sin embargo, casi en ninguna parte se podía encontrar un rastro de crecimiento joven rastro de crecimiento.

 

Imagen 2

 

Imagen 2: Los árboles están a menudo ramificados hasta el suelo. Su altura varía en la parte inferior entre 20 a 30 metros, pero disminuye hacia la cresta. Llama la atención la abundancia de conos, sin embargo, casi en ninguna parte se podía encontrar un rastro de crecimiento joven rastro de crecimiento. Fotografía de H. Strohmeyer.

 

Sobre ramas del tejado de la choza del guarda observó rastros de alimentación de un escarabajo de la corteza del género Cryphalus.

 

Una inspección más detallada reveló que se trataba de Cryphalus numidicus Eichhoff (ver imagen 3). Su comportamiento alimentario difiere significativamente del de su pariente más cercano, Cr. piceae Ratzeb en que la polilla tiene forma cuadrada, pero representa un pronunciado conducto transversal de un solo brazo. Al igual que Cr. piceae, numidicus también vive de forma monógama. La longitud del conducto transversal suele ser de 7-10 mm; los conductos más largos, aparentemente de dos brazos, se forman por la colisión de dos conductos adyacentes. Las galerías larvarias son ligeramente sinuosas y suelen ramificarse verticalmente hacia arriba y hacia abajo, normalmente 8-10. Todo el patrón de alimentación penetra en la corteza y en la albura aproximadamente a la misma profundidad, sólo las cunas pupales son roídas algo más profundamente en esta última. La Fig. 3 muestra patrones de alimentación aún no completados en la parte superior del tronco, la Fig. 4 muestra patrones de alimentación completados en una rama (ver Imagen 4).

 

 Imagen 3

Imagen 3: Imagen de Cryphalus numidicus Eichhoff. Sample ID: CNC COLEO 00152924. License: CreativeCommons - Attribution (2012). License Holder: CNC/CBG Photography Group, Centre for Biodiversity Genomics. Fuente https://v3.boldsystems.org/index.php/Taxbrowser_Taxonpage?taxid=264075

 

 Imagen 4

Imagen 4: Rastros de daños de alimentación de Cryphalus numidicus Eichhoff. La Fig. 3 muestra patrones de alimentación aún no completados en la parte superior del tronco, la Fig. 4 muestra patrones de alimentación completados en una ramas. Fotografías de H. Strohmeyer.

 

Al día siguiente continuó visitando el pinsapar de Ronda y observó daños en las yemas que intuyó causados por un lepidóptero de la subfamilia Phycideae.


Después de una corta noche de sueño en la cabaña de piedra, salimos antes del amanecer, llevando algunas monturas con nosotros, para visitar las partes altas del bosque y la cresta de la montaña. En nuestra caminata vimos sobre todo árboles de entre 100 y 200 años, pero se dice que se han identificado árboles de hasta 500 años contando los anillos de crecimiento. Pude determinar el tronco más fuerte del bosque haciendo una fotografía.

...

En varios abetos que examiné más de cerca, encontré las yemas erosionadas y a menudo cubiertas de grumos de resina, como puede verse en las ilustraciones adjuntas. Sin embargo, no pude encontrar la causa de los daños, por lo que tuve que conformarme con llevarme algunas ramitas carcomidas. Sin embargo, el tipo de alimentación me hizo sospechar que se trataba de una pequeña mariposa de la subfamilia Phycideae.


Informó de sus hallazgos a Auguste Barbey [7], quién visitó el pinsapar de Ronda en 1929. Como resultado de su viaje Barbey escribió "A travers les forêts de pinsapos d'Andalousie" [8], homenaje a la memoria de su abuelo Edmond Boissier, botánico que describió taxonómicamente el pinsapo como nueva especie de abeto, el Abies pinsapo Boiss [9]. En su texto describe las condiciones vegetativas del pinsapo y la situación de los pinsapares. Barbey estudió los insectos plaga del pinsapo, descubriendo especies nuevas para la ciencia.

 

El entomólogo forestal suizo A. Barbey, a quien informé de mis hallazgos en el bosque de Pinsapo, realizó un viaje de estudio allí en abril de 1929 e hizo varias observaciones. Según su carta, pudo encontrar la oruga de la yema, de la que yo sólo pude recoger los rastros de alimentación. También encontró un Cripturgus en una rama delgada de Pinsapo, que me envió para su identificación. Considero este escarabajo como una nueva especie, que describí como Crypturgus Barbeyi m. en el Entomologische Blätter.

 

Strohmeyer coincide con los ilustres visitantes al pinsapar de Ronda que le precedieron en señalar las causas que amenzaban a estos bosques.


Aparte de la pequeña mariposa, creo que todos estos insectos sólo causan daños secundarios. Estos últimos vestigios de los bosques de pinsapo están amenazados de extinción principalmente por las cabras, que hacen casi imposible su regeneración. Por eso es gratificante que, según un anuncio de la revista «Renovación Forestal», el Gobierno español tenga la intención de declarar reserva natural el bosque de pinsapos de la Sierra de Ronda. Con la suficiente supervisión, este interesante remanente forestal puede conservarse de este modo.

 

Por último, Strohmeyer hace referencia al artículo de Bezares "Los escolítidos del pinsapo en la Serranía de Ronda" publicado en 1928 en la Revista de Fitopatología, al año siguiente de su visita al pinsapar de Ronda [10].

 

Después de la impresión de este trabajo, recibí la edición de 1928 de la Revista de Fitopatología del Profesor Dr. Aulló y Castilla en Madrid, en la que veo que el Ingeniero Auxiliar Eugenio Bezares visitó el bosque de Pinsapo aproximadamente un año después que yo, a finales de junio de 1928, y encontró allí un Cryphalus, que él pensó que era Cr. piceae Ratzeb. y también un Cryturgus, que tal vez sea idéntico a la especie encontrada por Barbey y nombrada por mí y no -como cree el descubridor- al Crypt. ńumidicus Ferr. Un solo ejemplar de Ips erosus Woll. fue capturado también por Bezares.

Biografía y notas

[1] Heinrich Strohmeyer (nació el 2 de abril de 1871 en Horbach, distrito de Gelnhausen, Alemania; falleció el 18 de marzo de 1955 en Marburgo, Alemania). Jefe Forestal de Munster, Alsacia, y más tarde Consejero Ministerial del Gobierno Alemán en Berlín.

[2] Strohmeyer, H. (1930). Forstentomologische Studien im Pinsapo-Wald der Sierra de Ronda. Z. Pflanzenkr, XL, p.1-7, 9 Fig. (Estudios entomológicos forestales del pinsapo de la Sierra de Ronda).

[3] Strohmeyer, H. (1928). Bericht über die Winterversammlung des Märkischen Forstvereins. Verlag J. Neumann in Neudamm (Actas de la reunión de invierno de 1928 del Märkischer Forstverein, publicado por J. Nëumann en Neudamm).

[4] F. W. Neger (1907). De pinsapowälder in Südspanien. [5] Eladio Caro y Velázquez de Castro. Ingeniero de Montes de la 45ª promoción, año 1900. Tomado de Historia del Cuerpo de Ingenieros de Montes (1853-2010), por Antonio García Álvarez (2010).

[6] Francisco Molina, guarda del monte "Pinsapar" o monte "Sierra de Nieves" del Ayuntamiento de Ronda. Disponible online en  https://www.rfnatura.es/francisco-molina-guarda-del-pinsapar-de-ronda/, consultado el 19/10/2024.

[7] Auguste Barbey (1872-1948), ingeniero y entomólogo forestal suizo, nieto de Edmund Boissier. Ver en este blog la entrada El pinsapo más antiguo de Europa Central proviene de semillas de Yunquera.

[8] Barbey en su obra A travers les forêts de pinsapos d'Andalousie, de homenaje a su abuelo Edmond Boissier, analiza las condiciones de existencia de los bosques de pinsapo y describe las características biológicas de sus insectos plaga, de los que descubrió cinco especies nuevas para la ciencia. Fuente: Obituario de Auguste Barbey, por Paul Bovey. Accesible online en https://www.e-periodica.ch/digbib/view?pid=sng-005%3A1949%3A129#380, consultado el 27/08/2024.

[9] Edmond Boissier describió, clasificó taxonómicamente y dió nombre a la nueva especie como Abies pinsapo Boiss (1838) (tomó el nombre vulgar con el que este árbol era conocido en la zona) en "Notice sur l'Abies pinsapo", accesible online en Biblioteca Digital del Real Jardín Botánico: https://bibdigital.rjb.csic.es/idurl/1/9536. Ver en este blog la entrada Contribución a la discusión etimológica del término Pinsapo.

[10] Ver en este blog la entrada Los escolítidos del pinsapo en la Serranía de Ronda (E. Bezares, 1928).


viernes, 4 de octubre de 2024

Los escolítidos del pinsapo en la Serranía de Ronda (E. Bezares, 1928)

Durante la segunda quincena de junio de 1928 Eugenio Bezares [1] recorrió los pinsapares de Ronda y Grazalema, junto con Ángel Riesgo, Ayudante del Laboratorio de la Fauna Forestal Española. Como resultado de su visita escribió el artículo "Los escolítidos del pinsapo en la Serranía de Ronda", publicado en la Revista de Fitopatología, VI, n.° 6: páginas 38-42, editada en Madrid por el Laboratorio de la Fauna Forestal Española [2]. 

 

Imagen 1

Imagen 1: Artículo de E. Bezares "Los escolitidos del pinsapo en la Serrania de Ronda". Revista de Fitopatología, 1923-1928, VI, n.° 6: 38-42. Madrid: Laboratorio de la Fauna Forestal Española, 1923-1928.

 

Los escolítidos son pequeños escarabajos que excavan galerías en los troncos, ramas y ramillos de los árboles.

Escribió Bezares que durante la excursión entomológica que realizaron la segunda quincena de junio:

"Dos pinsapares fueron objeto preferente de nuestra atención. El de la Sierra de las Nieves, situada en el término de Ronda, y el de la llamada Sierra del Pinar de Grazalema. En la primera sólo logramos hallar un pinsapo atacado por los escolítidos."

Observó que estos pequeños insectos no constituían plaga en los pinsapares. Tan solo encontró en el Pinsapar de Ronda un pinsapo de dimensiones medias que presentaba el ataque de escolítidos, solamente en sus ramas superiores. En el laboratorio comprobó que:

"... el ataque principal era debido al Cryphalus piceae Ratz, del cual recogimos insectos perfectos al levantar la corteza de las ramillas atacadas."

El escolítido que Bezares identificó como perteneciente a la especie Cryphalus piceae Ratz. es un escarabajo, de unos 1,7 mm de longitud (ver Imágenes 2 y 3), de la corteza del pinsapo y de otros abetos (ver Imagen 4) del centro y del sur de Europa.

 

 Imagen 2

Cryphalus piceae. Autor Gilles San Martin, Namur (Bélgica). Derechos de uso CC BY-SA 2.0. Accesible online en:  https://commons.wikimedia.org/w/index.php?curid=101346592

Imagen 2: Cryphalus piceae. Autor Gilles San Martin, Namur (Bélgica). Derechos de uso CC BY-SA 2.0. Accesible online en:  https://commons.wikimedia.org/w/index.php?curid=101346592

 

Imagen 3
 
Cryphalus piceae. Autor Gilles San Martin, Namur (Bélgica). Derechos de uso CC BY-SA 2.0. Accesible online en: https://commons.wikimedia.org/w/index.php?curid=114961894

Imagen 3:  Cryphalus piceae. Autor Gilles San Martin, Namur (Bélgica). Derechos de uso CC BY-SA 2.0. Accesible online en: https://commons.wikimedia.org/w/index.php?curid=114961894

 

Imagen 4

Esta imagen es la imagen número 1231207 en Forestry Images, una fuente de imágenes de salud forestal, recursos naturales y silvicultura operada por The Bugwood Network de la Universidad de Georgia y el Servicio Forestal del USDA. Autor Gyorgy Csoka, Instituto de Investigación Forestal de Hungría. Derechos de uso CC BY 3.0. Accesible online en: https://commons.wikimedia.org/w/index.php?curid=9092579
 
Imagen 4: Esta imagen es la imagen número 1231207 en Forestry Images, una fuente de imágenes de salud forestal, recursos naturales y silvicultura operada por The Bugwood Network de la Universidad de Georgia y el Servicio Forestal del USDA. Autor Gyorgy Csoka, Instituto de Investigación Forestal de Hungría. Derechos de uso CC BY 3.0. Accesible online en: https://commons.wikimedia.org/w/index.php?curid=9092579
 

Además de Criphalus piceae Ratz. identificó otros dos escolítidos: Crypturgus numidicus [3] y Tomicus rectangulus [4]. 

"Estando observando un trozo de ramilla del mismo pinsapo, D. Angel Riesgo vio caminar sobre su mano un escolítido pequeñísimo, que, clasificado más tarde, resultó ser el  Crypturgus numidicus Hbst, del cual fué hallado otro ejemplar, también vivo, en las galerías de un trozo de ramilla intensamente atacado por el Cryphalus. Esto nos hace suponer que coexistan los ataques de ambos escolítidos sobre el pinsapo, aunque desde luego, y refiriéndonos a este caso particular, nos atrevemos a asegurar que el ataque del Crypturgus era secundario, no sólo porque no encontramos más que dos ejemplares de él, sino también porque las dimensiones de las galerías, y especialmente de las cámaras de ninfosis, corresponden más al Cryphalus que al diminuto Crypturgus, uno de los más pequeños de los escolítidos conocidos."

"Fué también recogido sobre un pinsapo caído un ejemplar adulto de Tomicus rectangulus Eichh."

Ya en Madrid, en el laboratorio, sobre ramas sanas de pinsapo colocaron individuos de Criphalus, obtenidos de las ramas atacadas traídas de su recorrido por los pinsapares de la Serranía de Ronda. Interesante es la mención al parásito de Ecphylus eccoptogastri Ratz., un himenóptero de la familia de los Ichneumones (avispillas endoparásitas de orugas).   

"Dos puntos serían interesantes de estudiar en estos escolítitidos. Uno, el que se refiere a la forma de invernar, y otro, el del número. de generaciones anuales que presenta. Con este objeto, se han colocado en el Laboratorio sobre ramas sanas del, pinsapo un cierto número de Cryphalus de los que salieron de las ramas atacadas que trajimos para su estudio. Estos insectos aparecieron con fecha 19 de julio y al mismo tiempo aparecieron también numerosos ejemplares de un bracónido, el Ecphylus eccoptogastri Ratz., seguramente parásito de aquéllos."

Concluye Bezares indicando que durante su visita no ha detectado daños de escolítidos de importancia, aunque en el futuro no descarta que puedan presentar un peligro para los pinsapares.

"Para terminar, y volviendo al comienzo del artículo, repetiremos que sólo sobre cuatro pinsapos encontramos ataques de escolítidos: dos en la Sierra de las Nieves, y otros dos en la Sierra del Pinar de Graza1ema. Es decir, que, por ahora, no ofrece más interés el asunto que desde el punto de vista entomológico; no obstante, hemos de hacer constar que la presencia de esos focos no deja de representar un peligro latente, dado el estado de decadencia y debilidad que, hablando en términos generales, caracteriza a aquellos pinsapares, y que hace que los individuos que los componen estén por sus condiciones vegetativas propensos al ataque de los insectos que han sido objeto de este estudio."


Bibliografía y notas

[1] Eugenio Bezares y Barrena Sarobe, ingeniero de montes de la 70ª promoción (año 1924). 

[2] Bezares, E. (1928). Los escolitidos del pinsapo en la Serranía de Ronda. En Revista de Fitopatología, VI, n.° 6, pp. 38-42. 

[3] Según el "Tratado de Entomología Forestal para profesionales y propietarios de bosques" (1913) de A. Barbey: Crypturgus mediterraneus Eichh. (Crypturgus numidicus Ferrari). Orden Coléoptera, Familia Scolytideæ. De 1 a 1,3 mm de longitud.

[4] Según el "Tratado de Entomología Forestal para profesionales y propietarios de bosques" (1913) de A. Barbey: Tomicus rectangulus Eichh. (Tomicus erosus Woll., Tomicus laricis Perris). Orden Coléoptera, Familia Scolytidæ. De 3 a 4 mm de longitud.

 

jueves, 19 de septiembre de 2024

Memoria sobre la estructura de la Serranía de Ronda (J. Macpherson, 1874)

En 1874 se publicó la "Memoria sobre la estructura de la Serranía de Ronda" [1], del geólogo gaditano José Macpherson y Hemas [2]. En ella hace la descripción orográfica y geológica de la Serranía y de sus rocas principales. El texto se acompaña de un croquis geológico a color y una lámina con tres cortes NO-SE de la Serranía (ver las imágenes); dos cortes, longitudinal y transversal, de la "masa de serpentina"; el plegamiento de los estratos en la Cuesta de la Sardina y el corte de la Sierra de Mijas.
 
Croquis geológico de la Serranía de Ronda de la "Memoria sobre la estructura de la Serranía de Ronda", por José Macpherson Hemas (1874). Imagen editada por José Pino-Díaz.
Croquis geológico de la Serranía de Ronda de la "Memoria sobre la estructura de la Serranía de Ronda", por José Macpherson Hemas (1874). Imagen editada por José Pino-Díaz.
 
 
Lámina con cortes generales de la Serranía de Ronda de la "Memoria sobre la estructura de la Serranía de Ronda", por José Macpherson Hemas (1874). Imagen editada por José Pino-Díaz.
Lámina con cortes generales de la Serranía de Ronda de la "Memoria sobre la estructura de la Serranía de Ronda", por José Macpherson Hemas (1874). Imagen editada por José Pino-Díaz. Pica en la imagen para verla de mayor tamaño.
 
 
Al año siguiente, 1875, se publicó "El bosquejo geológico de la parte Sud-Oeste de la provincia de Málaga" [3], de Domingo Orueta Aguirre [4], realizado a partir de un mapa de la zona que le proporcionó su amigo y compañero de excursiones científicas Macpherson. 
 
Así describe Macpherson la Sierra de las Nieves y el pinsapar de Ronda (es copia literal salvo los términos entre corchetes): 
 
"Al Este del Piramidal Cerro del Alcohol [hoy conocido como Cerro Alcojona], se levanta la Sierra de la Nieve, que con su promontorio avanzado de las Plazoletas, aparece como imponente masa especialmente cuando se le observa por sus vertientes meridionales.
Esta parte de la Serranía es quizás uno de los lugares mas interesantes de toda esta comarca, no solo por causa de los fenó­menos geológicos que le han dado su relieve, como por encon­trarse en las agrestes cañadas de su umbría los magníficos bos­ques de pinsapos que dan fama á esta parte del pais.
Cuando se abandona el triste y desolado valle que se encuentra entre las Sierras de la Gialda [hoy en día Sierra Hidalga] y de la Nieve y se llega á la base de esta Sierra, impresiona agradablemente el inesperado contraste que se encuentra.
Al abandonar esa série de desnudas peñas desprovistas de todo arbolado que mitigue algun tanto la reverberacion de los rayos solares, se deleita el ánimo del viajero al encontrarse entre los corpulentos pinsapos que cubren todas las cañadas que des­cienden por las faldas de la encumbrada Sierra, y que se observan con cierto respeto, pues solo en esta y en la vecina Sierra del Pinar es donde crecen estos árboles con toda su lozanía.
Tanto en esta Sierra como en la del Pinar, el pinsapo crece con pujanza solamente en las umbrías y solo como caso extraordinario se le ve poblar las solanas. En general este árbol crece desde los 1200 metros sobre el mar para arriba, y solo en raros casos los he visto á un nivel inferior." 
 

 Bibliografía y notas

[1] Macpherson Hemas, J. (1874). Memoria sobre la estructura de la Serranía de Ronda. Imprenta de la Revista Médica, Cádiz, 105 pp.

[2] José Macpherson Hemas (1839-1902). Biografía por José Luis Barrera Morate en Biografías de la Real Academia de la Historia. Accesible online en https://dbe.rah.es/biografias/12545/jose-macpherson-hemas, consultada el 19/09/2024.

[3] Orueta y Aguirre, D. (1875). Bosquejo geológico de la parte Sud-Oeste de la provincia de Málaga. Imprenta de la Revista de Málaga, Málaga, 42 pp.

[4] Domingo de Orueta y Aguirre (1833-1895). Biografía por Jesús Castellanos Guerrero, en Biografías de la Real Academia de la Historia. Accesible online en https://dbe.rah.es/biografias/27276/domingo-de-orueta-y-aguirre, consultada 19/09/2024.

miércoles, 28 de agosto de 2024

Los Pinsapos de Ronda (R. Ducamp, 1929)

Roger Ducamp [1], ingeniero francés jubilado, Conservador de las Aguas y Bosques de Nîmes, creador del movimiento forestal denominado Escuela de Nîmes [2], visitó en abril de 1929 los pinsapares de Ronda, la Nava de San Luis y la Sierra del Pinar.

Como resultado de su visita publicó el artículo Une visite aux pinsapos de Ronda en el Boletín de la Sociedad Dendrológica de Francia [3]. En su artículo comenta la razón de su viaje y sus impresiones sobre los pinsapares. El texto viene acompañado de quince fotografías, catorce de Ducamp y una de Barbey [4], testimonio gráfico de gran valor.

A continuación se traducen al español algunos de los párrafos más significativos del artículo, ilustrados con algunas de fotografías del autor.


En abril de 1929, animado por el propio Barbey, y no sin antes haber contactado con los ingenieros de montes españoles Luis Ceballos y Manuel Martín Bolaños [5], visité con ellos y con el Sr. Bezares [6], del Servicio Entomológico Español, los pinsapos de la Serranía de Ronda situados al sur en la Sierra de la Nieve y al norte en el duro macizo del Pinar, hogar de los grandes buitres.

En realidad, la razón por la que fui a Ronda fue que, sabiendo lo que ya sabía, en términos muy generales, sobre los bosques de España, quería hacerme una idea de cómo están las cosas en esta zona montañosa del sur de la península y de la situación actual de estos núcleos de abetos meridionales. No me arrepiento de estos duros días en la montaña, que se hicieron amenos por la gran cortesía y conocimiento de nuestros colegas españoles.

 ...

Imagen 1: Fotografía nº 1: Vertiente Norte de la Sierra de la Nieve. Al fondo a la izquierda primer grupo de pinsapos. La lepra de los Ulex, el pastoreo. Autor R. Ducamp.
 

En estas montañas, como en otros muchos lugares del mundo, la deteriorada cubierta vegetal, condenada a todo tipo de abusos, ha llegado a la fase final de regresión.

...

   

Imagen 2: Composición fotográfica. Fotografía nº 6. Vertiente Norte del Pinar; buenos fustes de abetos; en primer plano a la derecha carbonera. Fotografía nº 7. El reino de las cabras, garriga de encinar y Ulex, Abies con zonas desbrozadas. Fotografía nº 8. Los Abies en las Lavandas, Nava de San Luis; al fondo, Sierra de la Nieve con quejigos relictos. Fotografía nº 9. A lo lejos, en lo alto, a la izquierda, Abies relictos; en el medio, sobre la cuesta, quejigos en regresión; aquí, pinsapo con su  collarín, atacado por Dioryctria. Fotografía nº 10. En una mancha de musgo, Crataegus, jóvenes Abies, Paeonia y plántulas de encina. Autor R. Ducamp.
 

¿Dirá algún día la historia futura de España que por alguna decisión milagrosa el Gobierno, alertado por fin por la opinión pública, pudo detener el declive de los últimos relictos de Quercus y Abies, etc. en la zona en cuestión? Lo deseo con todas mis fuerzas de silvicultor, pero viendo lo que he visto y lo que está ocurriendo en otros lugares, tengo no pocos temores. ...

Para salvar el Quercus alpestris en la Sierra de la Nieve, ya es muy tarde; la zona está arruinada hasta la médula. Para que el Abies de Boissier no ceda ni un palmo del terreno que aún ocupa, sólo veo un remedio: abolir radicalmente, por mil años, para siempre, los abusos de todo tipo (mediante Parques Nacionales o Reservas Forestales) y, sobre todo, el pastoreo de cabras.

...

 

Imagen 3: Composición fotográsfica. Fotografía nº 3. Grupo de pinsapos en la Nava de San Luis; garriga de Lavanda, Ulex, Crataeugus, Cistus, Thymus y Juniperus. Fotografía nº 4. Sierra de la Nieve: viejos pinsapo sin regenerado. Autor R. Ducamp.
 

No creo en la posibilidad de una repoblación forestal artificial a gran escala. En cambio, si eliminamos las causas de la destrucción, es decir, la cabra, la tala abusiva, etc., hay muchas esperanzas de reforestación. De hecho, hemos comprobado que si bien el Abies de Boissier al igual que el Abies pectinata tolera la sombra de la cubierta vegetal, soporta mejor que este la exposición directa a los rayos del sol.   

...

A mis colegas de más allá de los Pirineos, a los de Ronda que se han convertido en mis camaradas, les confiaré lo que han sido mis pensamientos obsesivos durante los últimos cuatro meses: Salvad el Quercus alpestris, cueste lo que cueste, recolectando sus últimas semillas. Mantened todas las frondosas presentes en los pinsapares. No menosprecieis en ningún caso la encina, intentad que crezca lo más alto posible, al igual que el Castaño, en los terrenos aptos para ellos.

  

Bibliografía y notas

[1] Roger Ducamp (1861-1938), ingeniero forestal francés, ex Director del Servicio Forestal de Indochina, Conservador de las Aguas y Bosques de Nîmes (1920-1927), creador de la Escuela de Nîmes, movimiento forestal que se diferenciaba de la Escuela de Nancy en que sus ideas se acercaban a lo que hoy se denomina desarrollo sostenible. Hasta su muerte en 1938, abogó por el reconocimiento de los bosques mediterráneos, por las reforestaciones para alcanzar los bosques climácicos en lugar de las plantaciones forestales y por la creación de reservas forestales o parques nacionales. 

[2] Mure, V. y Lepart, J. (2006). L’Ecole de Nîmes Les conceptions de la gestion forestière en région méditerranéenne de Roger Ducamp, Conservateur des Eaux et Forêts (1861-1938). En Forêt Méditerranéenne, XXVII (3), pp.275-284. Accesible online en https://hal.science/hal-03565259, consultado el 26/08/2024

[3] R. Ducamp (1929). Une visite a los pinsapos de Ronda en Bulletin de la Société dendrologique de France, 72, noviembre de 1929, pp. 93-97.

[4] Auguste Barbey (1872-1948), ingeniero y entomólogo forestal suizo. En su obra A travers les forêts de pinsapos d'Andalousie, de homenaje a su abuelo Edmond Boissier, analiza las condiciones de existencia de los bosques de pinsapo y describe las características biológicas de sus insectos plaga, de los que descubrió cinco especies nuevas para la ciencia. Fuente: Obituario de Auguste Barbey, por Paul Bovey; accesible online en https://www.e-periodica.ch/digbib/view?pid=sng-005%3A1949%3A129#380, consultado el 27/08/2024.

[5] Luis Ceballos y Fernández de Córdoba, ingeniero de montes de la 65ª (1920) y Manuel Martín Bolaños Ceballos, ingeniero de montes de la 70ª promoción (año 1924). Autores del artículo: Ceballos L. y Martín Bolaños, M. (1928). El pinsapo y el abeto de Marruecos. Boletín del Instituto Forestal de Investigaciones y Experiencias, nº 2, pp. 47 -101.

[6] Eugenio Bezares y Barrena Sarobe, ingeniero de montes de la 70ª promoción (año 1924). Autor del artículo: Bezares, E. (1928). Los escolitidos del pinsapo en la Serranía de Ronda. En Revista de Fitopatología, VI, n.° 6, pp. 38-42.