En el cuadrante Sur-Oeste de la provincia de Málaga, incluida la Serranía de Ronda, se da
un mosaico de microclimas, caracterizados por una gran falta de agua en
verano y una evapotranspiración estival muy acusada. Circunstancias
que condicionan la vegetación y que se hacen notar de manera extrema en
las solanas y más débilmente en las umbrías [1].
En los tratados de selvicultura el pinsapo se clasifica como árbol de "media sombra" por sus requerimientos de luz durante la germinación y crecimiento inicial. En el monte de Yunquera (Málaga) las mejores masas de pinsapo se encuentran en las zonas de exposición Norte, que ofrecen mayor humedad y sombra (Pino Rivera, 1976).
Una de las personas que más experiencia directa atesoró sobre los trabajos selvícolas realizados en el pinsapar de Yunquera fue José Pino, guarda forestal responsable del monte de Yunquera (Málaga) entre 1969 y 1983. De 1976 es su nota manuscrita [2] sobre la dispersión de las semillas de pinsapo. Anotó lo siguiente:
Según observaciones efectuadas, la reproducción natural se realiza después de la desintegración de la piña, quedando de ella solamente un eje o vástago interior, una vez separadas las brácteas que dejan en libertad el piñón o semilla, la cual por ser alada es dispersada por los vientos que en ese momento actúan.
La dispersión de las semillas, el área ocupada, depende de la velocidad del viento. El viento predominante en este área de la serranía es de componente Sur-Este, por ello las mejores masas de pinsapo se encuentran en las zonas de exposición Norte, que además ofrecen mayor humedad y sombra. Esta especie necesita mucha luz y poco calor. Si a la hora de la madurez de la piña el aire es suave y a su vez hay lluvias, la dispersión de la semilla se realizará en un área muy pequeña, por ello se vienen realizando siembras artificiales.
El área poblada natural está condicionada a la dirección de los vientos y a la pluviosidad anual, que debe ser del orden de los 800 milímetros anuales o más. Si en verano cae algún chubasco las siembras o plantaciones están aseguradas.
Solamente puede asegurar su permanencia aquella semilla que ha tenido la posibilidad de germinar bajo la protección de una mata, arbusto o árbol, ha tenido contacto con el suelo lo suficiente para enraizar y ha vencido al principal enemigo natural de sus primeros años, el sol del periodo estival.
Las siembras hay que protegerlas bajo matas o taparlas con ramitas secas con el fin de que al germinar las semillas no sean quemadas por el sol. Igual ocurre con las plantaciones, hasta que las plantitas no tengan varios años de edad no puede quedar expuesta al sol del verano.
Imagen 1
Entre 1976 y 1977 se abrió la pista forestal de la solana del Caucón, cuyo firme se mejoró con una capa de áridos. Transcurridos unos años, semillas de pinsapo germinaron y prosperaron en el margen de la pista a plena exposición al sol (ver Imagen 2).
Imagen 2
Dos circunstancias favorecieron el arraigo, supervivencia y desarrollo
de las plantitas de pinsapo. Pimera, el movimiento de tierras realizado
al abrir la pista aumentó la capacidad de retención de agua del suelo, y, segunda, la capa de áridos con la que se mejoró el firme disminuyó la desecación y mantuvo suficiente humedad en el suelo. Tal como en los cultivos enarenados, la capa de áridos, de albedo alto, refleja una alta proporción de la radiación incidente (r = 0,26) y rompe la capilaridad del suelo bajo ella.
Comentada tal circunstancia en la Jefatura Provincial del ICONA en Málaga, se realizó una experiencia de siembra en 1980 en la zona próxima al Hoyo de Millán (ver Imagen 3).
Imagen 3
Imagen 4: La zona del Hoyo Millán en las fotografías de los vuelos de 1977 y de 2020. Se observa la pista forestal que discurre por la zona y la evolución de la vegetación después de los trabajos selvícolas y de repoblación y regeneración realizados. Autor del fotomontaje: José Pino Díaz.
Bibliografía
[1] Pino-Díaz, J. (1991). El Abies pinsapo Boiss y sus limitaciones ecológicas. Boletín del Colegio Oficial de Ingenieros Técnicos Forestales, 9, pp. 20-25.
[2] Pino Rivera, J. (1976). Texto manuscrito que recoge observaciones
del autor sobre el Abies pinsapo Boiss en Yunquera (Málaga). Inédito.
[3] Pino Díaz, C. J. (1999). Proyecto de repoblación experimental de pinsapo (Abies pinsapo Boiss) con riego por goteo. Inédito.