domingo, 29 de diciembre de 2019

Donación de la estatua de Nuestra Señora Santa María de la Victoria al Parque Nacional de la Sierra de las Nieves (Diego Marín y Carmen Arcos, 1975).

 
Los trabajos forestales en el pinsapar de Yunquera en las memorias de José Pino Rivera (Parte XV)
 
En 1975 Diego Marín Sepúlveda y su esposa Carmen Arcos Carvajal donaron al "Parque Nacional de la Sierra de las Nieves" (es copia de la inscripción del pie de la imagen) una escultura de la Virgen de la Victoria. El 25 de julio de 1975 quedó instalada sobre un pedestal de ladrillo dentro de una covacha en el paraje denominado Pilar de Tolox. La escultura tiene grabadas en su base las siguientes inscripciones:

a) en el frontal:
NTRA SRA STA MARIA DE LA VICTORIA 
PATRONA DE MALAGA Y SU DIOCESIS
1487 - 1975
b ) en el lateral derecho:
DIEGO MARIN SEPULVEDA
CARMEN ARCOS CARVAJAL
SANTIAGO 25 JULIO 1975 
c) en el lateral izquierdo:
DONACION AL PARQUE NACIONAL
DE LA SIERRA DE LAS NIEVES

Según las notas y las fotografías de José Pino Rivera, guarda forestal de Yunquera, asistieron y colaboraron en la instalación: Diego Marín y su mujer, Carmen Arcos; los Condes del Guadalhorce; Francisco Sola y su mujer, María de los Remedios Aurioles Aurioles; personal del Servicio Provincial del ICONA, Miguel Álvarez Calvente, responsable del Servicio, empleados y guardas forestales, entre ellos José Pino y Pedro Aguilar, guarda forestal de Ronda; y, vecinos de los pueblos cercanos, familiares y amigos, (ver Imagen 1).

Imagen 1
Fotografía que muestra la hilera de participantes que se formó para subir los ladrillos del pedestal de la Virgen al Pilar de Tolox. A la derecha de la imagen, de espaldas, mi padre, José Pino Rivera, a su izquierda y a menor altura que él, mi hermano Antonio Pino Díaz, y a continuación Antonio Doña Cordón. Fuente: Archivo personal de José Pino Rivera.
Imagen 1: Fotografía que muestra la hilera de participantes que se formó para subir los ladrillos del pedestal de la Virgen al Pilar de Tolox. A la derecha de la imagen, de espaldas, José Pino Rivera, a su izquierda y a menor altura que él, su hijo Antonio Pino Díaz, de quince años de edad, y a continuación Antonio Doña Cordón. Fuente: Archivo personal de José Pino Rivera.


Una vez quedó colocada la estatua en su pedestal fue el momento de inmortalizar el acontecimiento mediante fotografías, así en la imagen 2 se observa al grupo formado por Paco Sola y su esposa, María de los Remedios Aurioles, a la izquierda; en el centro los Condes del Guadalhorce; Diego Sepúlveda y su esposa, Carmen Arcos, a la derecha; y el guarda forestal Pedro Aguilar Miranda.

Imagen 2
Imagen 2Paco Sola y su esposa, María de los Remedios Aurioles, a la izquierda; en el centro los Condes del Guadalhorce; Diego Sepúlveda y su esposa, Carmen Arcos, a la derecha; y el guarda forestal Pedro Aguilar Miranda. Fuente: Archivo personal de José Pino Rivera.


En otra fotografía de la misma serie en blanco y negro, ver imagen 3, se observa a otro grupo de personas, entre ellos, Francisco Sola, Antonio Doña Cordón (con gafas y camisa a cuadros) y Miguel Álvarez Calvente (con gorra). 

Imagen 3
Anverso de la fotografía que D. Diego Marín Sepúlveda dedica a mi padre, José Pino Rivera, por entonces Agente Forestal del ICONA en Yunquera. Fuente: Archivo personal de José Pino Rivera.
Imagen 3: Anverso de la fotografía que D. Diego Marín Sepúlveda dedica a José Pino Rivera, por entonces Agente Forestal del ICONA en Yunquera. En la imagen aparecen, entre otras personas, Francisco Sola, Miguel Álvarez y Antonio Doña. Fuente: Archivo personal de José Pino Rivera.


En el reverso de la fotografía anterior Diego Marín Sepúlveda escribió la siguiente dedicatoria: 

Para el Sr. Pino
un recuerdo de su
 buen amigo
 Diego Marín.
Parque Nacional de la Sierra de las Nieves,
Nuestra Señora Santa María de la Victoria
de las Nieves  - 23 - Julio 1975.

La fecha que Diego Marín escribió en la dedicatoria de la fotografía (ver Imagen 4), no coincide con la que figura grabada en el lateral de la base de la escultura de la Virgen. Puede ser que la imagen se instalara el 23 de julio de 1975, aunque cuando se encargó la escultura la fecha prevista fuera el 25 de julio de 1975, día de Santiago Apóstol.

Imagen 4
Reverso de la fotografía que D. Diego Marín Sepúlveda dedica a mi padre, José Pino Rivera, por entonces Agente Forestal del ICONA en Yunquera. Fuente: Archivo personal de José Pino Rivera.
Imagen 4: Reverso de la fotografía que D. Diego Marín Sepúlveda dedica a mi padre, José Pino Rivera, por entonces Agente Forestal del ICONA en Yunquera. Fuente: Archivo personal de José Pino Rivera.


Durante los años siguientes, todos los cinco de Agosto, con motivo de la festividad de la Virgen de las Nieves, se celebraba una ceremonia religiosa en el Pilar de Tolox a la que acudían muchas personas de los pueblos vecinos (ver imágenes 5 y 6).

Imagen 5
Imagen 5: Ceremonia religiosa en el Pilar de Tolox en la festividad de la Virgen de las Nieves. Fuente: Miguel Merchán Toledo.

Imagen 6
Imagen 6: Ceremonia religiosa en el Pilar de Tolox en la festividad de la Virgen de las Nieves. El niño que aparece es mi hermano Carlos Javier Pino Díaz, detrás de el, mi padre, José Pino Rivera. Fuente: Miguel Merchán Toledo.


Años mas tarde la estatua fue dañada (ver imagen 7); testimonio recogido en la web de la Asociación Senderista Pasos Largos, en la que aparece una noticia breve, fechada en mayo del 2005, y una fotografía de José María Moya.

Imagen 7
Imagen 7: Captura de pantalla de la página de la web de la Asociaición Senderista Pasos Largos. Acceso online http://historico.pasoslargos.com/curiosidades.htm, recuperada el 29/12/2019.


Recientemente, a iniciativa de un grupo de vecinos de Tolox, la estatua de la Virgen ha sido restaurada en el taller de Alozaina de Cerámicas Pascual Cózar. Una vez restaurada ha permancido en la Iglesia de Tolox y junto a ella una urna, para los donativos de las personas interesadas en colaborar con los gastos de la restauración.

Una completa serie de imágenes del trabajo de restauración y del resultado final se pueden observar en Facebook en la publicación del 25 de octubre de Cerámicas Pascual Cózar (ver imagen 8).

Imagen 8
Reconstrucción Virgen de la Victoria. Hemos tenido el honor de poder reconstruir a la Virgen de la Victoria Patrona de Málaga,que se hallaba en el Torrecilla. Gracias por confiar en nosotros. #ceramicaPascualCozar #ceramicaartesanal #modeladodeceramica #restauración #restauracionceramica #virgendelavictoria #patronademalaga #sierradelasnieves #picotorrecilla Fuente: https://www.facebook.com/pg/ceramicapascualcozar/posts/?ref=page_internal
Imagen 8: Captura de pantalla de la publicación de 25 de octubre en Facebook de Cerámicas Pascual Cózar: Reconstrucción Virgen de la Victoria. Hemos tenido el honor de poder reconstruir a la Virgen de la Victoria Patrona de Málaga, que se hallaba en el Torrecilla. Gracias por confiar en nosotros. 

El 20 de junio de 2020 ha sido de nuevo instalada en su refugio natural en el Pilar de Tolox.
 

domingo, 22 de diciembre de 2019

Antecedentes históricos de la declaración de la Sierra de las Nieves como Parque Nacional: la visita de diciembre de 1934 de la comisión de la Comisaría de Parques Nacionales al pinsapar de Ronda.

El 28 de octubre de 1961 el diario ABC de Madrid publicaba el reportaje titulado La Sierra de las Nieves, Parque Nacional, y la Costa del Sol. Desde la caña de azúcar a los bosques de pinsapos y el pico de La Torrecilla (1.919 metros), firmado por Diego Marín Sepúlveda, abogado nacido en Alozaina y residente en Cártama y en Madrid.

Ya en el título del reportaje el Sr. Marín da por hecho que la Sierra de las Nieves es, por aquel entonces, Parque Nacional. El autor insiste y repite el error a lo largo de texto, quizás por la idea, extendida en algunos círculos sociales, de que el Parque Nacional de la Sierra de las Nieves fue creado años antes, trás la visita al Pinsapar de Ronda en 1934 de una Comisión Ministerial en colaboración con la Universidad de Madrid, tal como refiere en el texto el Sr. Marín.

En la segunda mitad del siglo XIX, a resultas de visitas de ilustres forestales al pinsapar de Ronda, se inician conversaciones entre el Estado y el propietario, el Ayuntamiento de Ronda, para su adquisición. Manuel M. Fernández de Castro escribe el reportaje "Paisajes Forestales, Sierra de las Nieves, El pinsapar de Ronda" en el periódico ABC (edición de Madrid), publicado el seis de octubre de 1933, donde explica que en 1867 se inician las primeras negociaciones del Estado con el Ayuntamiento de Ronda para la adquisición del pinsapar de Ronda, que no fructificaron por la coyuntura política del momento, y que años más tarde, en 1926, hubo unas segundas negociaciones que tampoco prosperaron por "las dificultades que la ley imponía para realizar económicamente el traspaso".

Los antecedentes "oficiales" de protección del pinsapar de Ronda los encontramos en la Gazeta de Madrid (núm. 55, de 24 de febrero de 1917). La Gazeta publica el Decreto del Ministerio de Fomento por el cual se adoptaban unas disposiciones de carácter general para promover y asegurar el cumplimiento de la Ley de Parques Nacionales, publicada el 8 de diciembre de 1916 (Gazeta de Madrid, núm. 343). En la exposición de motivos se indicaba que:  
Ciertamente que esta Ley puede tener adecuada aplicación en España, donde existen, aunque sean poco conocidos, aquellos sitios ó parajes excepcionalmente pintorescos, forestales ó agrestes con riqueza de fauna y ñora y particularidades geológicas o hidrológicas que requiere la Ley para poder convertirlos en Parques Nacionales, asi como infinidad de otros notables y aún sobresalientes que, sin poder convertirse en Parques, constituyen verdaderos Sitios Nacionales que merecen especial protección. La protección es la conservación de la Naturaleza virgen en toda su gala y esplendor, que en España se muestra exuberante en ciertos sitios y en todos los órdenes de la misma, como lo prueban en el orden de lo abrupto y de las bellezas panorámicas y forestales armonizadas con los recuerdos históricos y religiosos: Covadonga y su Montaña, los Picos de Europa; en el orden de lo agreste, solitario y selvático: el valle de Ordesa, en el Pirineo; en el orden geológico: la Ciudad Encantada, de Cuenca; en el botánico: el Pinsapar, de Ronda; en el zoológico: la Sierra de Gredos con su célebre capra hispánioa; en el atractivo que a los paisajes dan las cascadas: los verjeles del Monasterio de Piedra, y en ia grandiosidad de las selvas, cuantos rincones de nuestras ásperas sierras ha respetado el hacha desde el Pirineo á Mulhácen.
El citado Decreto obligaba en su artículo primero a los Ingenieros Jefes de los Distritos Forestales a elevar a la Dirección General en el plazo de dos meses:   
1.º Una relación de los sitios más notables de sus respectivas demarcaciones, que, por lo pintorescos, forestales ó agrestes, por la riqueza de su fauna ó de su flora ó por las particularidades geológicas ó hidrológicas que encierren, merezcan una especial protección, consignando en ellas además:
a) Si alguno de estos sitios merece, á su juicio, por lo extraordinario de sus condiciones naturales ó por la aureola que pueda prestarles la Historia, la Religión ó la leyenda, el que se declare Sitio Nacional.
b) Si alguno de estos sitios, no ya por lo notable ó sobresaliente de sus condiciones naturales, sino por lo excepcional y completo de las mismas, merece que se le declare Parque Nacíonal.
Por entonces ocupaba la Jefatura en Málaga del Distrito Forestal el ingeniero Eladio Caro y Velázquez de Castro. Es muy probable que Eladio Caro incluyera al pinsapar de Ronda en su relación de "sitios más notables" de Málaga merecedores de una especial protección (Sitio Nacional o Parque Nacional). Aunque pasaron los años y no hubo ningún tipo de protección legal expresa.

Manuel Vázquez del Río, ingeniero de montes oriundo de Tolox, escribe en 1921 el artículo "La Sierra de Tolox" en la revista España Forestal (núm. 76, pp. 94-95). En él describe el pinsapar de Tolox y de Yunquera y apunta a las continuas cortas y al sobrepastoreo como las principales causas de destrucción del pinsapar de Yunquera.
... Los pinsapares de Tolox y de Junquera son relativamente nuevos, y el de Tolox, a todo lo largo de la cañada de las Carnicerías, está bastante bien conservado; no puede decirse lo mismo del de Junquera, casi destrozado por las cortas continuas que realizan los naturales de dicho pueblo en medio de la indiferencia general del resto de sus vecinos y de las autoridades; todos guardan sus energías para utilizarlas contra el ingeniero; el día en que, acordado un trabajo de repoblación, se lleve a cabo el más ligero acotamiento, que perjudique a uno o dos cabreros, ¡entonces sí que ha llegado la hora de movilizar todos los resortes y de ensayar todas las resistencias a pretexto de cualquier inventado perjuicio! ...
Otras partes de esta sierra tienen ya hecha la repoblación natural de pinsapos, y pasan los años sin que éste pueda levantar un metro del suelo a causa del ganado cabrío; en la fotografía del pinsapar de Junquera se ven, en medio de unos rasos, las manchitas obscuras de los repoblados de pinsapo. Lástima grande que esta sierra no sea objeto de un trabajo especial que conservara esta riqueza de especies, aumentando sus áreas respectivas; solamente en el término municipal de Tolox conozco yo las siguientes especies, formando masas más o menos importantes: el pino halepensis, el pinaster, el pinsapo, monte de algarrobo en la Parra (cuenca del río Verde), quejigos en las mayores altitudes, castaños en las intermedias, y hay también manchones de pinea. Aun hay quien recuerda montes de alcornoque en la parte antes citada de Janón...
Vázquez del Río es el primero en proponer la declaración de las sierras de Yolox, Yunquera, Ronda y Parauta como Parque Nacional. Hasta entonces sólo se mencionaba al pinsapar de Ronda; como se ha comprobado en los párrafos anteriores (ver entrada en Áreadoc). 
...no nos queda más que la esperanza remota de que algún día se declaren Parque Nacional las sierras de Tolox, Junquera, Ronda y Parauta. ¿Se realizará la idea cuando ya el parque sea un erial, sin quejigos, sin pinsapos, sin pinos y hasta sin tierra para volverios a criar
El artículo aparece ilustrado con una magnífica fotografía del pinsapar de Yunquera del propio Manuel Vázquez del Río. Esta fotografía es de enorme valor por ser quizás la más antigua del pinsapar de Yunquera.

En el Archivo Municipal de Ronda se encuentra la carta que dirige la Comisaría de Parques Nacionales al Ayuntamiento de Ronda en la que da acuse de recibo del acuerdo de la corporación municipal de 12 de enero de 1934, y en la que expresa al Ayuntamiento el agradecimiiento "por el entusiamo y facilidades recibidas de esa corporación para que sea declarado Parque Nacional el pinsapar de Ronda" (A. M. Romero, Diario Sur, 23 de abril de 2018).   

Según el diario de Madrid "Ciudad", en su edición de 30 de noviembre de 1935, fue José María Escobar, cazador y montañero, quien se dirigió en 1932 al Sindicato de Iniciativas de Málaga alarmado por la situación del pinsapar de Ronda. 
El Sindicato de Iniciativas se dirige al Patronato Nacional del Turismo, y éste, bajo la inteligente dirección del Sr. Moreno Calvo y de D. Alfredo Bauer, organiza la defensa del pinsapar de Ronda. Es entonces cuando interviene la Comisión de Parques Nacionales, y se organiza la expedición científica al pinsapar de Ronda, bajo la dirección personal de D. Fernando Baró, director general de Montes, y con el asesoramiento científico de persona de tanto prestigio en todo el mundo como D. Eduardo Hernández Pacheco, profesor de Geología y catedrático de la Universidad de Madrid.
La Junta de la Comisaría de Parques Nacionales envió a Ronda, además de a su Vicepresidente, Eduardo Hernández-Pacheco, a los Vocales, Cándido Bolívar, Félix Gallego y Ricardo de Jaspe. Por su parte el Presidente del Sindicato de Iniciativas de Málaga, Pablo Homs, organizó una comisión para, en representación de las instituciones malagueñas interesadas en el turismo, recibir en Ronda a la comisión gubernamental. 

En el seno de la Junta de la Comisaría de Parques Nacionales ya existía una opinión favorable respecto a la protección del pinsapar de la Sierra de las Nieves. Eduardo Hernández-Pacheco en la guía número 3 (1933), titulada "La Comisaría de Parques Nacionales y la Protección a la Naturaleza en España", de la serie de Guías de los Sitios Naturales de Interés Nacional, publicadas por la Comisaría de Parques Nacionales, escribe:
...es el interés científico el que aconseja la conservación de interesantes y hermosos ejemplares de la vegetación arbórea o de inofensivas y también bellas especies de animales salvajes, no como codiciables piezas de caza, sino para encanto de la vista del hombre culto y de paz.
Tal acontece respecto a la vegetación con el pinsapar de la serranía de Ronda; pequeño y único resto de bosque de la espléndida especie arbórea...
La visita de los comisionados al pinsapar en diciembre de 1934 fue recogida por la prensa escrita y por la Sociedad Excursionista de Málaga.

La revista Blanco y Negro, edición de Madrid del tres de febrero de 1935, recoge un reportaje de Manuel Prados y López, con fotografías de Fernando Suviri, sobre la visita de la comisión ministerial. 

Por su parte, la Memoria de la Sociedad Excursionista de Málaga de 1934-1935 recoge el texto de su presidente, Fernando Suviri, en el que describe la excursión al Pinsapar de Ronda de los comisionados de Madrid y de sus anfitriones malagueños. Del mismo se deduce que la visita fue muy exitosa.

Imagen 1
El Pinspapar de la Sierra de las Nieves. Fotografía de F. Suviri, en "Una visita a la Sierra de las Nieves; el Pinsapar que yo he visto"; Memoria de la Sociedad Excursionista de Málaga 1934-1935.
Imagen 1: El Pinspapar de la Sierra de las Nieves. Fotografía de F. Suviri, en "Una visita a la Sierra de las Nieves; el Pinsapar que yo he visto"; Memoria de la Sociedad Excursionista de Málaga 1934-1935.

La impresión de los miembros de la comisión formada por el Director General de Montes, Fernando Baró, y los miembros de la Junta de la Comisaría de Parques Nacionales, Eduardo Hernández-Pacheco, Félix Gallego, Cándido Bolívar, Ricardo de Jaspe, debió ser excelente, tal como se desprende de la lectura de la carta que D. Ricardo de Jaspe, Vocal de la Comisaría de Parques Nacionales, dirigió a D. Fernando Suviri, fechada el 9 de enero de 1935. El Sr. de Jaspe escribe:
La declaración de Sitio de Interés Nacional está solamente detenida porque estudiamos una fórmula que lleve directamente a la declaración solemne de PARQUE NACIONAL, sin que por ello se paralicen las gestiones para la permuta de la deuda del Ayuntamiento por el Pinsapar. Las gestiones marchan divinamente y un buen día, próximo, pudiera aparecer todo resuelto en una pieza. Las circunstancias son tan favorables que tenemos que concentrar las peticiones máximas porque pueden obtenerse.
Querido Suviri: Los sueños pueden convertirse en realidades, cuando se sabe lo que se hace. No soñamos, proyectamos.
En su carta el Sr. Jaspe le comenta al Sr. Suviri:
El Pinsapar de Ronda, convertido en PARQUE NACIONAL (el tercero, y el Parque Nacional del Sur de España), con vías de acceso para su visita y lugar donde poder reposar y comer en pleno Parque, es idea cuya paternidad no me atribuyo, pero perseguida por mí desde hace años para ver la forma de llevarla a la realidad, sin desperdiciar ocasión propicia que pudiera ofrecerse y cuidando mientras tanto de ir convenciendo a los que en cada momento conviene convencer.
Imagen 2
Fotografía obtenida por la comisión Baró-Hernández Pacheco en el Pinsapar de Ronda, en el mes de diciembre de 1934, cedidas al diario CIUDAD de Madrid por el "Sindicato de Iniciativas de Málaga". Publicada en el reportaje titulado "Se ha salvado el Pinsapar de Ronda" de 30 de noviembre de 1935
Imagen 2: Fotografía obtenida por la comisión Baró-Hernández Pacheco en el Pinsapar de Ronda, en el mes de diciembre de 1934, cedidas al diario CIUDAD de Madrid por el "Sindicato de Iniciativas de Málaga". Publicada en el reportaje titulado "Se ha salvado el Pinsapar de Ronda" de 30 de noviembre de 1935.

En los años siguientes, debido a la Guerra Civil, se volatilizaron todas las actuaciones previstas por la Comisaría de Parques Nacionales respecto a la declaración como Parque Nacional del pinsapar de la Sierra de las Nieves.

El Sr. Jaspe, en su carta al Sr. Suviri, habla de la "permuta de la deuda del Ayuntamiento [de Ronda] por el Pinsapar" (de Ronda). Años más tarde, mediante el Decreto de 19 de abril del Ministerio de Hacienda, publicado en el BOE de dos de mayo de 1941, "se acepta la cesión al Estado del monte «Pinsapar» o «Sierra de Nieves» del Ayuntamiento de Ronda, propuesta por éste en compensación de la suma que le adeuda desde 1º de enero de 1917 a 31 de marzo de 1924". El monte fue tasado por un importe de un millón ochenta y ocho mil ciento catorce pesetas con treinta y ocho céntimos.

En 1948 se crea el Coto Nacional de la Serranía de Ronda, mediante la Ley de 23 de diciembre; constituye la primera figura legal específicamente protectora que incluye el área  la Sierra de las Nieves, cuyo objetivo era la conservación y el aprovechamiento de especies de caza mayor, especialmente cabra montés y corzo. Posteriormente, en 1970, por Ley, el Coto Nacional pasó a denominarse Reserva Nacional de Caza de la Serranía de Ronda.

El reportaje de Diego Marín en el ABC de octubre de 1961, aunque da erróneamente por hecha la declaración del Parque Nacional, tiene un loable tono reinvindicativo, la exigencia a las autoridades públicas de una mayor atención a la Sierra de las Nieves:
Esta Sierra y estos bosques merecen que se les preste mucha atención, dadas las razones por las cuales se les declaró parque nacional: por su belleza, el lugar privilegiado que ocupan en la orografía de la Costa del Sol y por ser únicos en su especie. Este parque nacional es malagueño como su Costa del Sol y de gran interés turístico. Y es necesario al interés nacional concederle la importancia que tiene, cuidando y mejorando sus bellezas naturales y facilitando su disfrute como corresponde a uno de los más bellos parajes de España, que Málaga ofrece a hora y media de la Costa del Sol.
Diego Marín Sepúlveda estuvo muy unido a la Sierra de las Nieves. El 25 de julio de 1975 el ICONA en Málaga organizó un acto colectivo para instalar en el Pilar de Tolox, cerca de la cumbre, la imagen de Santa María de la Victoria, donación al Parque Nacional de la Sierra de las Nieves (frase anterior en cursiva citada tal como figura en una de las inscripciones del pedestal de la Virgen) del Sr. Marín y de su esposa Carmen Arcos Carvajal. Mi padre y mi hermano Antonio colaboraron junto a otras personas en las tareas. En una fotografía tomada ese día, de la misma colección que la que se muestra como imagen 3, se lee esta dedicatoria de Diego Marín a mi padre, José Pino Rivera, Agente Forestal del ICONA en Yunquera:  
Para el Sr. Pino en recuerdo de su buen amigo Diego Marín. Parque Nacional de la Sierra de las Nieves, Nuestra Señora Santa María de la Victoria de las Nieves, 23 de Julio de 1975.
 Imagen 3
Imagen 3: Diego Marín y su esposa Carmen Arcos Carvajal (pareja situada a la derecha de la imagen, junto al Guarda Forestal Pedro Aguilar Miranda) el día en el que quedó instalada la imagen de la Virgen de la Victoria en el Pilar de Tolox, próxima a la Torrecilla en la Sierra de las Nieves, el 25 de julio de 1975, día de Santiago Apostol. Fuente Archivo personal de  José Pino Rivera.

miércoles, 11 de diciembre de 2019

Pinsapos de Navidad de los yunqueranos en los años setenta.

 
Los trabajos forestales en el pinsapar de Yunquera en las memorias de José Pino Rivera (Parte XIV)

Fotografía de José Antonio Víquez. Pinsapo del Parque del Emigrante, Navidad de 2018.Los abetos, y entre ellos el pinsapo, tienen un porte cónico que los hace muy vistosos y muy empleados como árboles de Navidad. Antaño se utilizaban en Yunquera, posteriormente, a inicios de la década de los ochenta, se prohibió su corta y desde entonces han sido sustituidos por ejemplares procedentes de viveros o por árbolitos de imitación.

En los años setenta había mucho trabajo en la sierra de Yunquera. Cuadrillas de yunqueranos realizaban trabajos selvícolas variados en el pinsapar: clareos, desbroces, quemas de restos vegetales, etc. Estos clareos se realizaban con la finalidad de dar una densidad adecuada al pinsapar y facilitar así su regeneración. Por diciembre, muchos yunqueranos después de acabar su jornada de clareo en la sierra se traían para la casa su árbol de Navidad; otros vecinos, igualmente interesados en pinsapos para decoración de Navidad, lo solicitaban en el Ayuntamiento, donde se elaboraban unos listados que se entregaban al Guarda Forestal encargado del monte y de los trabajos, por aquel entonces José Pino Rivera, quien disponía lo necesario para realizar la entrega. Otros pinsapos resultantes de los clareos eran transportados en camión al vivero central del Servicio Provincial Forestal de Málaga, de modo que muchos edificios administrativos y domicilios malagueños eran tambien adornados con pinsapos de Navidad.

A continuación se muestran dos imágenes de dos listados del Ayuntamiento de Yunquera, de fechas 14 y 18 de diciembre de 1970, con la relación de vecinos que habían solicitado pinsapos para decoración en las fiestas navideñas. 

Imagen 1
Oficio del Ayuntamiento de Yunquera, de 14 de diciembre de 1970, con relación de yunqueranos que habían solicitado pinsapos para decoración de Navidad. Fuente: Archivo personal de José Pino Rivera.
Imagen 1: Oficio del Ayuntamiento de Yunquera, de 14 de diciembre de 1970, con la relación de yunqueranos que habían solicitado pinsapos para decoración de Navidad. Fuente: Archivo personal de José Pino Rivera.

Imagen 2
Oficio del Ayuntamiento de Yunquera, de 18 de diciembre de 1970, con relación de vecinos que habían solicitado pinsapos para decoración en estas fiestas navideñas. Fuente: Archivo personal de José Pino Rivera.
Imagen 2: Oficio del Ayuntamiento de Yunquera, de 18 de diciembre de 1970, con la relación de vecinos que habían solicitado pinsapos para decoración en estas fiestas navideñas. Fuente: Archivo personal de José Pino Rivera.

La imagen de cabecera de este texto y la imagen 3 muestran el pinsapo de la Plaza del Emigrante de Yunquera (Málaga) adornado las Navidades de 2018.

Imagen 3
Pinsapo de la Plaza del Emigrante de Yunquera (Málaga). Autor de las fotografías: José Antonio Víquez.
Imagen 3: Pinsapo de la Plaza del Emigrante de Yunquera (Málaga). Autor de la fotografía de cabecera del texto y de esta imagen: José Antonio Víquez.

lunes, 30 de septiembre de 2019

Proyecto de repoblación experimental de pinsapo (Abies pinsapo Boiss). Carlos Javier Pino, 1999.


Portada del proyecto que Carlos J. Pino redactó en 1999.Este proyecto que Carlos Javier Pino Díaz redactó en 1999 daba soporte técnico y presupuestario a una experiencia piloto de repoblación de pinsapo con plantas de seis savias. Se pensó en planta de más savias de la empleada normalmente en repoblaciones al objeto de acortar el tiempo de desarrollo del porte arbóreo del pinsapo. Para superar el duro y largo periodo estival se diseñó una instalación de riego por goteo que permitiría realizar riegos de apoyo durante el periodo de mayor rigor y sequedad, causante del fracaso de siembras y repoblaciones anteriores en la zona.

La experiencia que se idea en este proyecto de 1999 tenía un carácter innovador. El objetivo específico era la mejora del éxito de repoblaciones de pinsapo, especie muy delicada durante sus primeros periodos vegetativos.

La zona elegida sufrió un incendio forestal en 1976 que calcinaron 30 hectáreas de matorral, de pino y de pinsapo; por tanto, un segundo objetivo del proyecto era la repoblación de una parcela de monte donde después del incendio forestal no progresaba la repoblación natural. La parcela elegida para la experiencia innovadora, situada en la zona de los Jaguarzos del monte de Yunquera (parcela 157, polígono 7, hoja 1 del plano parcelario del Catastro de Rústica), tenía una superficie de 10 hectáreas. 

Un tercer objetivo era comprobar la viabilidad del empleo de plantones de edad superior a la empleada normalmente en repoblaciones forestales, de ahí el uso de planta de seis savias. 

El riego por goteo tenía por cometido apoyar, durante los dos veranos posteriores a la plantación, la repoblación en la época estival; periodo que por su extrema sequedad había hecho fracasar las siembras y repoblaciones que se habían realizado con anterioridad con semillas, plantas a raíz desnuda o con cepellón.

Figura 1
 Imágenes del proyecto. Panorámica del sector 1 de la parcela a repoblar. Fuente: Pino Díaz, C.J., 1999. Proyecto de repoblación experimental de pinsapo (Abies pinsapo Boiss) con riego por goteo.
Figura 1: Imágenes del proyecto. Panorámica del sector 1 de la parcela a repoblar. Fuente: Pino Díaz, C.J., 1999. Proyecto de repoblación experimental de pinsapo (Abies pinsapo Boiss) con riego por goteo.

Figura 2
 Imágenes del proyecto. Panorámica del sector 2 de la parcela a repoblar. Fuente: Pino Díaz, C.J., 1999. Proyecto de repoblación experimental de pinsapo (Abies pinsapo Boiss) con riego por goteo.
Figura 2: Imágenes del proyecto. Panorámica del sector 2 de la parcela a repoblar. Fuente: Pino Díaz, C.J., 1999. Proyecto de repoblación experimental de pinsapo (Abies pinsapo Boiss) con riego por goteo.


En la ficha sobre el Abies pinsapo de la monografía "Producción y manejo de semillas y plantas forestales", publicado por el  Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente en el 2013, se comenta una experiencia parecida a la del proyecto de 1999 que se describe en esta entrada del blog. Se trata de una plantación de pinsapo en el monte de Tolox con plantas de tres savias, malla de sombra y riego por goteo (ver imagen 1).

Imagen 1
 Imagen de Navarro Cerrillo, Fuente: "Producción y manejo de semillas y plantas forestales" (2013), página 75.
Imagen 1: Imagen de Navarro Cerrillo, Fuente: "Producción y manejo de semillas y plantas forestales" (2013), página 75.


viernes, 23 de agosto de 2019

La Yunquera que conoció el botánico suizo Edmond Boissier en septiembre de 1837.


El botánico suizo Edmond Boissier en su obra Voyage botanique dans le midi de l'Espagne pendant l'année 1837, en su tomo I, Narration et géographie botanique, describe en su capítulo XIV, "Excursion à la Sierra de la Nieve", su llegada a Yunquera, las visitas a Río Grande y al Convento y la subida a la Sierra de las Nieves para buscar y recolectar semillas de pinsapo. En esta entrada del blog se recoge la traducción que he realizado de la parte del capítulo XIV en la que se hace mención a Yunquera y su sierra, y se incluyen varias imágenes y detalles tomadas de la monografía.

Para situarnos en contexto, es conveniente recordar que en 1.887 Yunquera alcanzó los 4.798 habitantes (Bardón Garcés, 2016), cifra no superada desde entonces. En aquellos años Yunquera vivió una de las épocas más prósperas de su historia en la que la población creció de forma paralela a su economía. Esta prosperidad se debió a la agricultura, fundamentalmente gracias el cultivo de la vid y la producción de mosto, a la elevada producción de aguardiente y a la floreciente industria textil lanera (Juan Bardón Garcés estima una superficie cultivada de viñedo de 2000 has y una produccion de 70.000 arrobas, en 1.888). En 1.837, año de la visita de Boissier, el casco urbano de Yunquera, la distribución y los nombres de las calles, debió ser muy similar al que se muestra en este plano del año 1894.

Imagen 1
Detalle del plano callejero de Yunquera en 1894. Fuente: Instituto Cartográfico de Andalucía.
Imagen 1: Detalle del plano callejero de Yunquera en 1894. Fuente: Instituto Cartográfico de Andalucía.

Edmomd Boissier fue el primero en publicar la descripción botánica del pinsapo y por ello su apellido es el que, junto con el género y la especie, completa la nomenclatura científica del pinsapo, es decir, Abies pinsapo Boiss.

Imagen 2
Lámina correspondiente al Abies pinsapo Boiss. Fuente: Edmond Boissier, "Voyage botanique dans le midi de l'Espagne pendant l'année 1837".
Imagen 2: Lámina correspondiente al Abies pinsapo Boiss. Fuente: Edmond Boissier, "Voyage botanique dans le midi de l'Espagne pendant l'année 1837".

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VIAJE BOTÁNICO AL SUR DE ESPAÑA DURANTE EL AÑO 1837
TOMO I (RELATO Y GEOGRAFÍA BOTÁNICA)
CAPÍTULO XIV
Excursión a la Sierra de la Nieve,
por Edmond Boissier (traducción del autor del blog).

Aunque la temporada estaba muy avanzada para herborizar, tenía muchas ganas de visitar la Sierra de la Nieve o de Tolox, situada a ocho leguas de Málaga, donde esperaba encontrar el Pinsapo, el famoso pino de las montañas de Estepona sobre el que todavía tenía un conocimiento imperfecto. Acompañado por los Sres. Haenseler y Prolongo, con quienes decidí hacer esta visita, salí en una hermosa mañana a finales de septiembre. Esta época del año es deliciosa para viajar por Andalucía, el tiempo sigue siendo estable, el calor moderado y las noches frescas, en todas partes hay uvas tan exquisitas que por sí solas pueden ser empleadas como alimento; su variedad es infinita en cuanto a color, tamaño, sabor, estado de madurez y uso al que están destinadas: algunas sólo se utilizan para hacer vino, otras para secar, otras para comer frescas. La naturaleza empezaba a despertar de ese sueño al que está condenada al final del verano en España;...

Después de la venta de Cartama, un gran edificio situado a media milla al norte del pueblo del mismo nombre, y donde el camino que conduce a los populares baños de Carratraca se encuentra a la derecha, dejamos el llano para ir subiendo imperceptiblemente por los suelos arcillosos que ocupan la base de las montañas. Se contemplan olivares y trigales que en años demasiado secos no producen. Solo algunos Asparagus, Teucrium spinosum y Phlomis herbaventi cubren este paisaje monótono, cubierto de tallos secos de Cynara horrida, Cardunculus y Echinops strigosus. Dejamos dos leguas más al oeste, el gran pueblo de Casarabonela, que estaba pintorescamente enclavado al pie de las montañas, y llegamos a Alozaina, desde donde una subida bastante rápida de una hora y media a través de las colinas nos llevó a Yunquera donde tuvimos que hacer una parada; es un pueblo ubicado a más de 2000 pies* de altura [más de 650 metros sobre el nivel del mar] en las faldas de la Sierra, en medio de una llanura fértil y bien regada; su aire vivo y su hermosa vista lo convierten en uno de los lugares más agradables de toda la provincia. Nos alojamos en la vivienda de uno de sus habitantes más importante, un amigo del Sr. Prolongo, y pasamos tres días allí muy agradablemente, ocupados en visitar los alrededores. Cerca del pueblo, en el fondo de una pintoresca garganta, se encuentra una de las fuentes del Guadalhorce o Río Grande de Málaga; este lugar encajado entre montañas estaba todavía tapizado de un verdor encantador.

Sobre Yunquera hay una antigua torre sobre una colina de terreno arenoso donde recogí dos plantas muy raras pero muy avanzadas, Jurinea pinnata y Erodium guttatum. Allá se abre un valle entre la Sierra de la Nieve a la izquierda y otra montaña más baja de naturaleza calcárea, llamada Sierra de Yunquera [se refiere a la que hoy conocemos como Sierra Blanquilla]. Es por este camino, siguiendo el piedemonte de la sierra, por donde tomamos para visitar, hacia el norte, el Desierto de las Nieves, un bonito y solitario valle plantado de viñas en sus zonas bajas y rodeado por todos sus lados de terrenos elevados boscosos o arbustivos. En el fondo del valle, en una finca rodeada por un muro y plantada de todo tipo de árboles, se eleva el conjunto de construcciones abandonadas, de lo que hasta hace poco fue el Convento de Nuestra Señora de las Nieves. Este nombre se refiere probablemente a las nieves que cubren durante cinco meses las cimas de la Sierra; porque en el valle situado solamente a 3.500 pies de altura [1.137 m.s.n.m.], no deben cubrir el suelo durante mucho tiempo; en cualquier caso, el emplazamiento del monasterio había sido admirablemente elegido, soledad completa, aire puro y fresco, lugar variado y romántico, todo se encontraba allí reunido. Nos paramos en un lagar que estaba en actividad; al igual que en los otros países del Sur, los viticultores pisan las uvas con sus pies desnudos en una gran superficie de piedra antes de llevarla a la prensa. Allí nos separamos, y mientras mis compañeros iban a explorar los terrenos cercados del Convento, de donde trajeron una notable variedad de Odontites viscosa, subí hacia la izquierda al pie de los tajos. Por los restos que encontré, pude imaginar la riqueza botánica que esta localidad debe proporcionar en una mejor estación, el Sarcocapnos enneaphylla formaba allí grandes manchones aún en flor, así como un bonito Galium con hojas brillantes que me pareció nueva especie. Un poco más abajo, las hendiduras de las rocas estaban decoradas con Dorycnium suffruticosum, Cephalaria leacantha y por el elegante Bupleurum gibraltaricum que, por primera vez, encontré en una posición accesible para mi.

Al día siguiente por la tarde comenzamos el ascenso a la Sierra. Hasta el primer tercio del camino de subida, las laderas están cubiertas de matorrales, la vegetación; en cuanto a las especies existentes, presenta mucha analogía con la Sierra de Mijas; el terreno es de la misma naturaleza, caliza compacta y brillante mexclada con arena. A lo largo de las viñas que, en esta ladera, se encuentran hasta muy alto, observé los tallos secos de una salvia con hojas muy olorosas y recogí sus semillas, y desde entonces me han proporcionado una de las plantas ornamentales más hermosas que me he traído desde España.

Imagen 2
Límites de altitud de la vegetación más característica del Reino de Granada (Fuente E. Boissier).
Imagen 2: Gráfico de los límites de altitud de la vegetación más característica del Reino de Granada. Fuente: Edmond Boissier, "Voyage botanique dans le midi de l'Espagne pendant l'année 1.837".

Imagen 3
Detalle del gráfico de los límites de altitud de la vegetación más característica del Reino de Granada, donde se aprecia Junquera (Yunquera) por encima de los 2000 pies y el Abies pinsapo entre 3500 y 5600 pies de altitud. Fuente: Edmond Boissier, "Voyage botanique dans le midi de l'Espagne pendant l'année 1837".
Imagen 3: Detalle del gráfico de los límites de altitud de la vegetación más característica del Reino de Granada, donde se aprecia Junquera (Yunquera) por encima de los 2000 pies y el Abies pinsapo entre 3.500 y 5.600 pies de altitud. Fuente: Edmond Boissier, "Voyage botanique dans le midi de l'Espagne pendant l'année 1.837".

En la parte alta de esta zona de arbustos comienza el Cistus laurifolius, que es muy abundante durante el segundo tercio de la subida; muy cerca de allí, el guía nos mostró a lo lejos el primer pinsapo; gritando de alegría corrimos llenos de emoción, pero desgraciadamente, el árbol no tenía piñas; un segundo, un tercero, me daban sucesivamente falsas esperanzas; por fin, vimos uno con sus ramas superiores cargadas de conos erectos, lo cual me hizo muy feliz. Nos apresuramos a recogerlos, y ya no tenemos ninguna duda sobre el género de este árbol único. Era ciertamente una especie de Abies, cercana a nuestro abeto blanco; pero muy distinta por la longitud corta y la disposición de sus hojas y por las brácteas de sus piñas, más cortas y no más largas que las escamas carpelares. El objetivo principal de mi excursión se había cumplido, y me dirigí a la cima de la montaña con nuevo coraje, a pesar de que la lluvia ligera y la niebla no me permitía verla desde lejos; este neblina era para nosotros, en Andalucía, una novedad muy agradable. Una vez que entré en la región alpina, encontré una gran cantidad de viejos conocidos de las sierras Tejeda y Nevada, Phlomis crinita, Erodium trichomanefolium, una variedad muy peluda de Astragalus aristatus, Ononis dumosa, Erinacea, etc. Mis compañeros, especialmente el Sr. Prolongo, que sólo tenía hierbas de las zonas bajas, se sorprendieron por la riqueza de esta flora, y ya estaban impacientes por volver a estudiarla en una estación más favorable. En la parte alta de esta Sierra, las laderas son muy suaves, la zona es muy extensa y está ocupada por pequeñas mesetas y cuencas o depresiones poco profundas. Se ven arboledas de una encina que, por su aspecto, se asemeja a un manzano, pero que alcanza los 30 o 40 pies de altura [de 10 a 13 metros de altura]; la forma curiosa y muy variable de sus hojas, su estación superior en más de 2.000 pies [más de 650 metros] a la de Quercus faginea y algunos otras características me hacen considerarla como una especie distinta, y las muestras de floración que he recibido desde entonces, me han mostrado que era la misma especie que observé en primavera entre Igualeja y Ronda. El estudio de la encina española dista mucho de estar completo, debido a las numerosas variedades que presenta y a la diferencia de sus hojas según el momento de su recolección. Sólo un botánico establecido en el país puede resolver estas dificultades y enseñarnos, entre otras cosas, si la encina de bellota dulce es realmente una especie distinta o simplemente una variedad de la encina. El Abies pinsapo formaba pequeños bosquetes diseminados, también encontré algunos pies aislados de tejo, serbal y Acer opulifolium. Nos instalamos a dormir en una cabaña de ramas, construida por neveros de Ronda y desocupada en esa ocasión, los restos de un ventisquero nos proporcionaron la nieve y el agua para preparar la comida, y pasamos alegremente una noche lluviosa. El sitio me recordaba algunos lugares de los bosques del Jura, eran roquedos calizos casi escarpados pero agrietados, cubiertos de musgo y sombreados por los pinsapos que habían crecido en sus grietas, a sus pies había una ladera cubierta también de pinsapos más grandes, algunos de los cuales tenían una altura de unos 60 pies [casi 20 metros]. Este árbol tiene en su juventud una forma piramidal; pero luego se vuelve cilíndrica, porque las ramas comienzan muy abajo en el tronco y son casi todas de la misma longitud. Los conos sólo se encuentran en los pies más viejos y sólo en las ramas terminales; se sabe que entre las especies de este género nunca caen, pero sus escamas se desprenden a finales de otoño dejando sus ejes pelados; esto me indicó por qué en primavera no pude encontrar ningún rastro de piña en Sierra Bermeja. Recogí una gran cantidad de piñas que ya alcanzaban su tamaño, pero que estaban verdes aún, no obstante terminaron de madurar en la caja donde los tenía guardados, y de vuelta a Suiza, muchas semillas me proporcionaron el medio para extender este árbol que, espero, soporte los inviernos de la Europa central, ya que crece aquí hasta una altura de 5.600 pies [1.819 metros].

A la mañana siguiente, dejamos el lado oeste de la montaña, y después de una hora de caminata por las mesetas y valles, sin subir. mucho, llegamos al lugar llamado Pilar de Tolox, ubicado cerca de un bosque muy grande y muy antiguo de pinsapos, que alcanzan allí su límite superior; es un sitio encantador, aunque no tiene vistas; de una pared de roca agrietada, surten muchos manantiales que son recogidos en grandes pilares rústicos para el uso de los rebaños que habitan la Sierra durante el verano. Estas cuevas, donde la humedad fertilizante rezuma, están cubiertas de varias plantas, Erinus alpinus, Jasione foliosa y una encantadora Asperula con tallos colgantes y flores de color amarillo anaranjado. También crecen en las hendiduras Rhamnus pumilus y una curiosa forma atrofiada de Rhamnus alaternus. En lo alto del Pilar se levanta un montículo desnudo con una fuerte pendiente que forma el punto más alto de toda la montaña, conocido como las Plazolelas, y su altitud es de 6.000 pies [1.949 m.s.n.m.]. Subí y encontré restos de una multitud de plantas, algunas de las cuales eran nuevas para mí, y que desde entonces me han sido enviadas por mis dos compañeros. La vista se extiende por toda la Vega de Málaga y toda la costa desde las montañas de África y Gibraltar, hasta el Picacho y el Cerro del Caballo, que se distingue en la distancia. La llanura y la ciudad de Ronda, aunque muy cerca, están ocultos por la montaña de piedra caliza situada al sureste de esta ciudad y detrás de la cual se alza el pico de San Cristobal; sin embargo no perdemos ningún detalle del valle de Igualeja. De la vista panorámica lo más nuevo para mí, era lo que estaba al norte, donde se extendían las sierras peladas de Antequera y Loja, y más allá, las inmensas llanuras estériles de Osuna y Estepa, con varios lagos salados que brillaban al sol.

Bajamos al pueblo de Tolox por un camino escarpado, por el cual abandonamos muy rápidamente la zona boscosa. A una altura de unos 4.000 pies [1.299 m.s.n.m.], llegamos al Tajo de la Caína, una pared rocosa muy alta y escarpada, orientada al sur y en la cual, según algunas indicaciones dadas anteriormente por Clémente al Sr. Haenseler, esperaba encontrar algunas plantas raras. Es bastante difícil aproximarse al pie de estas rocas, sólo se puede hacer siguiendo un camino muy estrecho; pero estamos encantados de descubrir una magnífica Centaurea con un tronco tan grande como el brazo y hojas plateadas en forma de las de la Centaurea ragusina y mucho más grandes; desafortunadamente, la floración había pasado hace tiempo, pero gracias a mis dos amigos que regresaron al año siguiente, tengo unos pies vivos jóvenes y las colecciones de naranjos se enriquecerán con una planta que se convertirá en uno de sus ornamentos más bellos. Rhamnus lycioides, Stachys circinnala, Jasminum fruticans, Bupleurum gibraltaricum adornaban las inaccesibles paredes rocosas. A partir de entonces comenzaban de nuevo los viñedos que cubrían el resto de la ladera. Cansados y sedientos, tuvimos el placer de encontrarnos con un hombre que, con su escopeta al hombro, velaba por la seguridad de las uvas y que fue a buscarnos unos buenos racimos sin querer aceptar ninguna retribución de nuestra parte. Tolox, donde pasamos la noche, está situado mucho más abajo que Yunquera, a dos leguas al sur de esta última localidad, en otro afluente del Río-Grande.

Al día siguiente, día en el que regresamos a Málaga, bajamos atravesando olivares que se extendían hasta los arroyos que bajaban de los alrededores de Monda, donde recogí los Cyperus globosus y turfosus. Toda esta zona es pintoresca, fértil y debe ser encantadora en primavera. Encontré, tanto en suelos arcillosos como pedregosos,  flores de Colchicum lusitanum, grandes, rosadas, rayadas con vetas cruzadas y pálidas, parecidas a las Fritillarias, dos o tres en el mismo tallo; es difícil entender como estas tiernas plantitas logran perforar un suelo tan seco y duro, donde apenas podía cavar mi piocha.
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*) 1 pie de Rey o pie de Paris, es la sexta parte de una toise o toesa (la toise o toesa fue la unidad fundamental de medida de longitud en Francia hasta la creación y adopción del Sistema Métrico Decimal), es decir, aproximadamente 32,48 cm. (Fuente: http://fuentepalmera.org/cast/peu.htm).
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NOTA DEL AUTOR: En mi trabajo "La evolución de los pinsapares malagueños" de 1988, premiado en 1989 con el primer premio sobre Conocimiento y Protección de la Serranía de Ronda, describo como el declive del viñedo en Yunquera a finales de siglo XIX, ocasionado por la plaga de la filoxera (1878), provocó una aguda crisis económica y demográfica (Justicia A, y Ruiz J. D., 1987) y tuvo una enorme trascendencia en la evolución del pinsapar de Yunquera. Aún hoy día se pueden encontrar restos de los muros realizados en los bancales de las laderas de la sierra; un ejemplo de ello lo encontramos en la umbría de "Los Lajares", hoy cubierta de un denso bosque de pinsapar joven (más información aquí).

viernes, 16 de agosto de 2019

Reencuentro con el Dr. Laurent Minoux en Villefranche-Sur-Mer el 22 de julio de 2019

Los trabajos forestales en el pinsapar de Yunquera en las memorias de José Pino Rivera (Parte XIII)

El pasado 22 de julio de 2019 he tenido el privilegio de reunirme con el Dr. Laurent Minoux en Niza (Francia), casi cuarenta y cuatro años después de su visita al pinsapar de Yunquera (ver la entrada de este blog Visita del Dr. Laurent Minoux el 9 de septiembre de 1975). En tal ocasión, yo, mozalbete de doce años de edad, me uní al grupo guiado por mi padre. Las imágenes 1, 2 y 3 fueron tomadas durante esa excursión a la sierra.

Imagen 1
Vista de Yunquera desde la finca del Pimentón. Fotografía tomada por Laurent Minoux el 9 de septiembre de 1975, de regreso de la visita al pinsapar. Fuente: Archivo personal de José Pino Rivera.
Imagen 1: Vista de Yunquera desde la finca del Pimentón. Fotografía tomada por Laurent Minoux el 9 de septiembre de 1975, de regreso de la visita al pinsapar. Fuente: Archivo personal de José Pino Rivera.

Imagen 2
Vista de El Convento y alrededores. Fotografía tomada por Laurent Minoux el 9 de septiembre de 1975. Fuente: Archivo personal de José Pino Rivera.
Imagen 2: Vista de El Convento y alrededores. Fotografía tomada por Laurent Minoux el 9 de septiembre de 1975. Fuente: Archivo personal de José Pino Rivera.

 Imagen 3
Vista de el pinsapar de la umbría de  Los Lajares, cabecera de la Cañada de la Violeta y cabecera del Caucón; en el centro la Loma de Cabello. Fotografías tomadas por Laurent Minoux el 9 de septiembre de 1975. Fuente: Archivo personal de José Pino Rivera.
Imagen 3: Vista de el pinsapar de la umbría de  Los Lajares, cabecera de la Cañada de la Violeta y cabecera del Caucón; en el centro la Loma de Cabello. Fotografías tomadas por Laurent Minoux el 9 de septiembre de 1975. Fuente: Archivo personal de José Pino Rivera.

Unas semanas antes, y con motivo de un viaje familiar a Niza (Francia), le propuse reunirnos y comer juntos. Grande fue mi alegría cuando el Sr. Minoux me escribió mostrándo tambien gran interés. Se fijó el encuentro para el mediodía del lunes 22 de julio de 2019, en Villefranche-Sur-Mer, preciosa localidad costera cercana a Niza, ciudad donde reside.

 Imagen 4
Laurent Minoux y el autor de este blog en nuestro encuentro en Villefranche-Sur-Mer el pasado 22 de julio de 2019. Fuente: Archivo personal de José Pino Díaz.
Imagen 4: Laurent Minoux y el autor de este blog en nuestro encuentro en Villefranche-Sur-Mer el pasado 22 de julio de 2019. Fuente: Archivo personal de José Pino Díaz.

La comida en el Restaurante Trastevere de Villefranche-Sur-Mer,  invitados por el Sr. Minoux, deliciosa y entrañable se alargó por varias horas. Tuvimos ocasión de recordar su visita al pinsapar de Yunquera en 1975 y de hablar de mi padre y de tantos otros que, con su trabajo y dedicación, han contribuído enormemente a la recuperación de los pinsapares de la Sierra de las Nieves. Fue un verdadero placer conversar con el Sr. Minoux, persona muy culta y de educación exquisita, su buen conocimiento de nuestro idioma, lo hizo más fácil; le estoy enormemente agradecido por sus atenciones. Al finalizar la comida dimos un pequeño paseo por Villefranche-Sur-Mer y conocer el encanto de esta localidad mediterránea de la Costa Azul.

Como doctor en Geología, buen botánico y amante de Andalucía, que lo es, le llevé el libro "Guía de la flora y vegetación del Andévalo: faja pirítica España-Portugal", editado por la Consejería de Medio Ambiente y coordinado por Consuelo Santa-Bárbara Carrascosa, Benito Valdés Castrillón y Guillermo Ceballos Watling (2008) (en este enlace se puede descargar por capítulos en PDF). El Sr. Minoux tuvo a bien regalarme y dedicarme un libro de su biblioteca personal, adquirido en Almería en 1984 (Ex Libris L. Minoux), titulado "Malas hierbas de Almería y su importancia socio-económica", de G. Kunkel (ver la entrada del blog Parte VIII), editado por la Editorial Cajal en 1983, con 60 láminas de Anne, esposa de Kunkel, (ver imágenes 5 y 6).

Imagen 5
Portada del libro "Malas hierbas de Almería y su importancia socio-económica", de G. Kunkel, editado por la Editorial Cajal en 1983. Fuente: Archivo personal de José Pino Díaz.
Imagen 5: Portada del libro "Malas hierbas de Almería y su importancia socio-económica", de G. Kunkel, editado por la Editorial Cajal en 1983. Fuente: Archivo personal de José Pino Díaz.

Imagen 6
Dedicatoria de Laurent Monoux del libro "Malas hierbas de Almería y su importancia socio-económica", de G. Kunkel, editado por la Editorial Cajal en 1983; recuerdo de nuestro encuentro-comida en el Restaurante Trastevere de Villefranche-Sur_Mer, el 22 de julio de 2019. Fuente: Archivo personal de José Pino Díaz.
Imagen 6: Dedicatoria de Laurent Monoux del libro "Malas hierbas de Almería y su importancia socio-económica", de G. Kunkel, editado por la Editorial Cajal en 1983; recuerdo de nuestro encuentro-comida en el Restaurante Trastevere de Villefranche-Sur-Mer, el 22 de julio de 2019. Fuente: Archivo personal de José Pino Díaz.


sábado, 10 de agosto de 2019

Dificultades en las primeras siembras de pinsapo en el monte de Yunquera (años 1970-1972)

Los trabajos forestales en el pinsapar de Yunquera en las memorias de José Pino Rivera (Parte XII)

Los resultados de las primeras experiencias de siembra de semilla de pinsapo en el pinsapar de Yunquera fueron muy dispares. En su escrito de 3 de junio de 1972 (Imagen 1) José Pino Rivera, refiriéndose al estado de las siembras efectuadas el otoño de 1970 y la primavera de 1971, comenta que las:


... siembras de semillas efectuadas bajo mata con una rascadura producida sobre el suelo con azadilla, se mantienen sobre el 15% en Cabecera de Bellina y Puerto de Bellina; en la Umbría del Barranco de Enmedio, el 35%; en Puerto de las Palomas y Cuevas de las Palomas, en siembra bajo mata pero con una cavada profunda con la misma herramienta, se mantienen el 65% de las plantitas nacidas con vigorosidad, se observa que a mayor profundidad mejor sobreviven las plantitas, siendo sus principales enemigos, el terreno seco, el ratón de monte y el conejo. 

Imagen 1
Escrito de José Pino Rivera dirigido al Ingeniero Jefe del Servicio Hidrológico-Forestal de Málaga, de 3 de junio de 1972, sobre siembras de pinsapo.  Fuente: Archivo personal de José Pino Rivera.
Imagen 1: Escrito de José Pino Rivera dirigido al Ingeniero Jefe del Servicio Hidrológico-Forestal de Málaga, de 3 de junio de 1972, sobre siembras de pinsapo.  Fuente: Archivo personal de José Pino Rivera.

José Pino venía observando el escaso éxito de las siembras de pinsapo, ya fueran la de piñas completas como las de piñón, principalmente según él, debido a los daños causados por los roedores. Ideó un sistema de siembra de semillas de pinsapo que empleaba botes reciclados de hojalata (del tipo de leche condensada) que protegían la semilla hasta su germinación. Lo puso en práctica en los primeros días de febrero de 1970 en los alrededores de la Cueva del Agua y en el Prado del Caballo (ver imagénes 2, 3 y 4)

Imagen 2
Escrito de José Pino Rivera dirigido al Ingeniero Jefe del Servicio Hidrológico-Forestal de Málaga, de 6 de febrero de 1970, sobre siembra de semilla de pinsapo empleando botes de hojalata (1).  Fuente: Archivo personal de José Pino Rivera.

 Imagen 3
Escrito de José Pino Rivera dirigido al Ingeniero Jefe del Servicio Hidrológico-Forestal de Málaga, de 6 de febrero de 1970, sobre siembra de semilla de pinsapo empleando botes de hojalata (2).  Fuente: Archivo personal de José Pino Rivera.

Imagen 4
Escrito de José Pino Rivera dirigido al Ingeniero Jefe del Servicio Hidrológico-Forestal de Málaga, de 6 de febrero de 1970, sobre siembra de semilla de pinsapo empleando botes de hojalata (3).  Fuente: Archivo personal de José Pino Rivera.
Imágenes 2, 3 y 4: Escrito de José Pino Rivera dirigido al Ingeniero Jefe del Servicio Hidrológico-Forestal de Málaga, de 6 de febrero de 1970, sobre siembra de semilla de pinsapo empleando botes de hojalata.  Fuente: Archivo personal de José Pino Rivera.

Se habían realizado con anterioridad repoblaciones con plantitas, más bien a modo de ensayo y con carácter testimonial, por la falta de conocimientos y de experiencia previa, que no como solución en repoblaciones de amplias superficies. Según Calvente ("Repoblaciones y trabajos de regeneración en el Pinsapar de la Sierra de las Nieves", 1996), el Patrimonio Forestal del Estado, después de la compra al Ayuntamiento de Ronda en 1945 de los montes "El Pinsapar de la Sierra de las Nieves" y "Los Quejigales", realiza una pequeña repoblación en la zona baja de " La Cañada del Cuerno", mediante  planta de cepellón en maceta, con desigual resultado.

En el ABC de Sevilla de 9 de septiembre de 1959, páginas 5 y 7, en un reportaje titulado "Pinsapos, pinos y eucaliptos; árboles nobles y árboles plebeyos" firmado por Luis Ceballos, se lee respecto al pinsapo:

Los forestales españoles saben muy bien la rareza y el valor que tiene este abeto mediterráneo, cuya área, aunque muy reducida, no se limita a la sola masa de Grazalema, de propiedad particular; pues hay otras masas más importantes en la Sierra de la Nieve, términos de Tolox, Ronda y Yunquera, que en gran parte pertenecen al Estado, el cual se preocupa de su defensa y mejora (este mismo año se han colocado 20.000 pinsapos de tres años, criados en maceta, en las zonas del pinsapar donde son mayores las dificultades de obtener repoblación) y recoge todos los años las semillas para repartir a los servicios de repoblación.

En otra mancha natural de pinsapo que existe en la sierra Bermeja de Genalguacil y Estepona, que por cierto es la localidad clásica de la especie, se ha logrado, con especiales trabajos de rozas y binas, favorecer la expansión del abeto a expensas del pino negral, que puebla el resto del monte; este pequeño pinsapar, el de aspecto más majestuoso, tiene hoy casi duplicada su área inicial. 

Una vez en explotación el vivero de la Cueva del Agua (ver la entrada del blog, Parte IX), creado en la primera quincena de 1972, el plan de repoblación de Juan Rodríguez de Velasco y Rodríguez, para el periodo  de 15 de octubre a 15 de noviembre, preveía la plantación de 22.000 golpes de Abies pinsapo en bolsa, directamente debajo de las matas (ver imagen 5).

Imagen 5
Plan de repoblación del año 1972 del Monte Pinar de Yunquera, firmado por Juan Rodríguez de Velasco Rodríguez y dirigido a José Pino Rivera.  Fuente: Archivo personal de José Pino Rivera.
Imagen 5: Plan de repoblación del año 1972 del Monte Pinar de Yunquera, firmado por Juan Rodríguez de Velasco Rodríguez y dirigido a José Pino Rivera.  Fuente: Archivo personal de José Pino Rivera.

José Pino en su parte quincenal de trabajos de la primera quincena de noviembre de 1972 (ver imagen 6) recoge los trabajos efectuados en el Monte Pinar de Yunquera, estos fueron: plantación de 11.350 bolsitas de pinsapo y recolección de 800 kg de semillas de pinsapo, y 11.250 bolsitas en el Monte Morenas de Briñuelas de Yunquera (ver la entrada  de blog, Parte III). 

 Imagen 6
Parte quincenal de trabajos de la primera quincena de noviembre de 1972 de José Pino Rivera.  Fuente: Archivo personal de José Pino Rivera.
Imagen 6: Parte quincenal de trabajos de la primera quincena de noviembre de 1972 de José Pino Rivera.  Fuente: Archivo personal de José Pino Rivera.
 
Según Calvente (1996) hasta 1983 la superficie repoblada en el Monte Pinar de Yunquera alcanzó las 768 hectáreas, de las cualés: 358 has de siembra, 270 ha de planta en bolsa y 140 ha de planta a raíz desnuda (ver la entrada del blog, Parte I). 
 

Empleo en repoblaciones ornamentales y en jardinería.

El pinsapo ha sido empleado desde su descripción científica ("Notice sur l'Abies pinsapo"), además de en repoblaciones forestales, en repoblaciones ornamentales y en jardinería. 
 
A. Barbey, nieto de Boissier, en "A travers les forêts de Pinsapo d'Andalousie" (1931), el pinsapo más viejo en jardines de Europa lo plantó su abuelo en su finca de Valeyres-sous-Rances, situada en el cantón suizo de Vaud; ver "El pinsapo más antiguo de Europa Central proviene de semillas de Yunquera".
 
Por su parte Soto García, García Viñas y Pérez Bujarraba, en "Descripción del híbrido Abies x masjoannis" (2004) comentan que:
A finales del s. XIX se introdujeron ejemplares de pinsapo en Europa, América y Asia (en 1838 E. Boissier sistematizó el Abies pinsapo). Buena parte de nuestras provincias de los pisos mediterráneo húmedo y seco albergan pies de pinsapo con edades de 50 a 150 años; algunos de ellos con orígenes sorprendentes. También se realizaron pequeñas plantaciones en Espinelves (Girona, 1860-1911), El Escorial (Madrid, 1905), Viznar (Granada, 1905), Orcajo (Zaragoza, 1920), Ternero (enclave burgalés en La Rioja, 1945), Lanjarón (Granada, 1958-1965), Leza (La Rioja, 1975), Sotillos de Caracena (Soria, 1975) y Canillas de Albaida (Málaga, 1977).
En jardinería se han obtenido varios híbridos del pinsapo. Según Soto García, García Viñas y Pérez Bujarrabal:

Un año antes de la sistematización de A. pinsapo E. Boissier entregó a Vilmorin (de la sociedad mercantil Vilmorin-Andrieux, propietaria del jardín botánico, vivero y campo de experiencias dendrológicas más importantes del mundo en aquella fecha) media docena de piñones de esta especie recogidos en Yunquera (España) en otoño de 1837, que fueron sembrados en Verrières donde nació el primer ejemplar descrito y considerado como el decano de los pinsapos cultivados. El primer ensayo de hibridación artificial en el género Abies fue obtenido también en Verrières con resultado positivo en 1867 por Louis de Vilmorin, entre A. cephalonica macho y A pinsapo hembra consiguiendo el híbrido A. x Vilmorini Mast. con el cual pudo constatar, además, su fertilidad a través de nuevas observaciones en pies de la generación filial (Vilmorin, 1906).
Otro híbrido de pinsapo, en este caso, con abeto blanco es el híbrido Abies x masjoannis = A. alba Mill. x A. pinsapo Boiss. cuya existencia era conocida  
desde el año 1910 aproximadamente (Parque de El Retiro, Madrid, y Señorío de Bértiz, Oyeregui-Oronoz, Navarra), pero en los catálogos divulgativos de ambos lugares se consideró siempre como A. pinsapo Boiss. hasta que en el 2000 fueron identificados y dados a conocer comoAbies x masjoannis
Como curiosidad, comentar que en el ABC de Madrid de 19 de enero de 1930, en su página 65, figura un anuncio publicitario de El Cultivador Moderno (Barcelona) con precios de venta de árboles forestales, entre ellos, Abeto pinsapo de 2 años, de 20 a 25 cms, a 200 pesetas el millar.